
Víctima de la plaga del gusano barrenador y de un erróneo mantenimiento, el laurel más viejo del Zócalo oaxaqueño, bajo el que la Orquesta Sinfónica del Estado realiza sus conciertos dominicales, podría morir en un periodo máximo de 10 años, advirtieron ambientalistas.
El árbol, cuyo nombre científico es Laurus nobilis, sembrado en 1875, está siendo devastado por plagas y el agua que requiere para subsistir está siendo consumida por plantas que colocaron a su alrededor autoridades estatales, precisó el activista Nazario García Ramírez.