En política, como en la vida real, es conveniente antes de iniciar una disputa reconocer el terreno, diseñar una estrategia que contemple todos los posibles escenarios, medir las municiones con que se cuenta y sobre todo la capacidad de respuesta del adversario. En el caso Chihuahua contra César Duarte, en su obsesión por ganar reflectores, Javier Corral contaminó y -lo peor- blindó a su antecesor al pretender convertir en disputa nacional un tema en el que contaba con una buena dosis de razón y de consenso.
Subido al ring con el gobierno federal, la respuesta que ha recibido ha mostrado que el grupo en el poder no está dispuesto a realizar concesiones. El pasado lunes 15 de enero nos encontramos con una contraofensiva que incluía la caballería pesada desde varios frentes. Los diez principales diarios del país le dedicaron la “de ocho” –columnas- al diferendo entre el Gobierno Federal y Javier Corral; la inmensa mayoría, en favor de la postura de la Secretaría de Hacienda, acusando de extorsionador al nuevo “Bárbaro del Norte”. Veámos:
Milenio: “Hacienda rechaza extorsiones para reclamar recursos”. El Sol de México: “Pide SHCP a Corral no extorsionar”. Excelsior: “Hacienda: se cumplió con el presupuesto”. El Financiero: “Detalla SHCP transferencias a Chihuahua”. Crónica: “SHCP a Corral: no se puede extorsionar”. La Razón: “SHCP rechaza extorsión de Corral por fondos que…ni le tocan”. El Universal: “No se puede extorsionar a Hacienda”. Reforma: “Aprieta Hacienda a Corral”. 24 Horas: “Corral, rodeado de funcionarios con un pasado oscuro”. La Jornada: “Hacienda: Corral extorsiona para obtener recursos”.
En otro frente, no menos relevante, el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, presidido por Jacqueline Peschard decidió retirar su apoyo a Corral. En entrevista para el Diario La Crónica, consideró –Peschard- que “los reclamos del mandatario estatal rayan o invaden la arena política por lo que el Comité Ciudadano optó por retirarse de la disputa”. Reveló que Javier Corral buscó al Comité Anticorrupción para que lo apoyara en su reclamo a la administración federal y que en un primer momento sus integrantes lo acompañaron, pero ahora ese reclamo, puntualizó Peschard, “invade la arena política y se optó por el retiro”.
Luego, el mismo lunes, la Presidenta de la Asociación “Alto al Secuestro”, Isabel Miranda de Wallace, centró el tema en otra de sus aristas y llamó al gobernador de Chihuahua, “a no utilizar la corrupción como pretexto para no dar resultados contra la inseguridad”. En su cuenta de twitter @WallaceIsabel, la activista publicó un listado de los municipios más inseguros de la entidad y manifestó su preocupación porque Ciudad Juárez ocupa –nuevamente- el primer sitio en delitos como homicidios vinculados con el crimen organizado y robo de vehículos, así como el segundo en asesinatos del fuero común. De igual forma convocó a quienes apoyan a Corral, “a evitar imponer sus argumentos mediante ofensas o faltas de respeto” pues ella y su asociación solo argumentan sobre la inseguridad con base en datos duros del Secretariado.
Ese mismo día, en su columna “Historia de Reportero”, Carlos Loret de Mola planteó “En Chihuahua del cinco al ocho de enero se registró el asesinato de 52 personas en Chihuahua capital y Ciudad Juárez. Notablemente, los 21 muertos del 5 de enero. El 7 un ex regidor, su hijo, su tesorero y un comandante de policía. El martes pasado seis homicidios en Chihuahua. Ese mismo día en el Fraccionamiento Arquitectos, acribillaron a tres personas más. Sin contar que se publicaron grabaciones que apuntan a que el homicidio de la periodista Miroslava Breach fue orquestado y encubierto por el PAN estatal, partido en el gobierno. Mientras tanto el gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral, anda en campaña: se ha vuelto punta de lanza de las acusaciones del Frente contra el PRI”.
Y concluía Loret “Sin duda tiene muchísima importancia exhibir las corruptelas. Corral no debería ceder un ápice si tiene un caso contra el PRI y el gobierno por desvío de recursos, pero sería lamentable que se escondiera en este expediente para no rendir cuentas sobre el baño de sangre en su entidad y encubriera la complicidad de su partido en el crimen contra una periodista. Esto sería incluso una incongruencia con su trayectoria y su discurso histórico. Se vale estar en la política. Se vale estar en campaña. Lo que no se vale es sólo hacer política y campaña y usar el proceso electoral como cortina de humo para desatender las responsabilidades y justificar el desgobierno”.
Por su parte, atrincherado en su barricada, Corral ha anunciado que la relación con el gobierno federal está rota y ya entrado en gastos convocó a una movilización de Ciudad Juárez a la Ciudad de México; donde es de suponerse que, sintiéndose la reencarnación de Francisco I Madero, recorrerá plazas públicas a lo largo del territorio nacional para postular su verdad, esperando que de paso las masas lo proclamen el nuevo “Apóstol de la Democracia”.
En este contexto, si bien mantiene entre sus seguidores a lo que Jesús Silva Herzog-Márquez ha bautizado como “El Politburó del Frente”, la relevancia de cuadros políticos de mediano rango e intelectuales afines, tiene poco peso real. Además, resulta una obviedad pero hay que decirlo: No hay forma de que Ricardo Anaya avale el lance de Corral, por muchas razones; la principal porque le roba reflectores, atenta contra su candidatura a la presidencia y la estridencia del gobernador Corral no congenia con el pragmatismo y pulso de relojero del Niño Fidencio de la Mafia Azul.
Obstinado en lo que seguramente concibe como una brillantez política, El Bárbaro del Norte en realidad ha entrado en un laberinto en el que cada vez irá perdiendo el apoyo de las pocas figuras de “peso” que lo acompañan. Le ha pegado en la línea de flotación al gobierno federal y no es descabellado afirmar que en los siguientes días veremos seguir una operación bien articulada del Estado para mostrar las inconsistencias políticas y personales de Javier Corral.
En cuanto al fondo del asunto: la fuga de César Duarte, la desviación de recursos públicos para campañas del PRI, o el manejo a discrecionalidad de ciertas partidas presupuestales en Hacienda y gobiernos estatales; pasarán a segundo plano, empolvadas por el lodo de la contienda electoral. Irónicamente, el responsable de que esto ocurra será Javier Corral al haber subido a la contienda investigaciones legítimas y necesarias. ¡Qué talento para dispararse con una escopeta en el propio pie! Todo un personaje nuestro Bárbaro del Norte.
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh