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Compadres y amigos de URO, Murat y Cué, las cartas de Morena

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Honestidad valiente” y “Primero los pobres”, son dos de los eslogan con que el Movimiento Regeneración Nacional ha buscado posicionarse durante los últimos años en el gusto y en la mente del electorado mexicano, harto de los actos de corrupción y la desigualdad provocados por la clase política del país. Sin embargo, en el caso de Oaxaca y de otras entidades, los personajes a los que este instituto político les ha dado cabida son parte de los mismos grupos que se han dedicado a saquear y sembrar el terror en el estado. En las palabras estas tribus promueven justicia y equidad, pero en los hechos incurren en las mismas prácticas clientelistas y  fraudulentas que el PRI, PAN o PRD

 

David Méndez

 

Con amigos, socios y ahijados políticos de los ex gobernadores Ulises Ruiz Ortiz, José Murat y Gabino Cué, el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) –fundado por Andrés Manuel López Obrador– promete combatir la corrupción, regresarle la paz y sacar de la pobreza extrema a Oaxaca en caso de ganar los comicios de julio próximo.

A raíz de sus pugnas, Ruiz Ortiz y Murat Casab son señalados por analistas políticos y periodistas locales como los responsables de la ingobernabilidad que ha privado en Oaxaca desde 2006 y que mantiene al estado en medio de una crisis de justicia y de saqueo de recursos, del que, a su vez, durante el sexenio pasado, resultó ampliamente beneficiado el equipo cercano a Gabino Cué, actualmente en libertad a pesar de tener incontables señalamientos de corrupción en su contra.

Hoy, cuadros identificados con todos esos grupos han ganado posiciones estelares para los comicios venideros y compiten por hacerse de diputaciones federales y senadurías a través de la agrupación que se autodenomina la “esperanza de México” y que asegura estar en contra de la “mafia del poder”.

 

Los casos, uno por uno

 

La lista la encabeza el candidato al Senado de la República Salomón Jara Cruz, ex diputado federal, ex diputado local y ex candidato al gobierno de Oaxaca en 2016, uno de los fundadores de la Unión Campesina Democrática (UCD), catalogado como “cacique” de la izquierda oaxaqueña y vinculado  fuertemente con José Murat.

Analistas políticos señalan que Jara, durante su etapa activa como uno de los líderes de la UCD llegó a obtener hasta 15 millones de pesos por parte de Murat.

En 1989, a los 30 años de edad, Salomón fue uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Oaxaca y con el transcurrir de los años se alineó con el bando que encabezaba al interior del Sol Azteca el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, hoy candidato a la presidencia de México por tercera vez consecutiva, Andrés Manuel López Obrador.

Jara se desempeñó entre 2010 y 2013, gracias al padrinazgo de su jefe político, como titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa) del gobierno de Gabino Cué, donde fue acusado de incurrir en subejercicios y desvíos de recursos.

En febrero de 2012, fue citado a comparecer por la 61 Legislatura tras ser responsabilizado de malversar 34 millones de pesos del  Fideicomiso de la Alianza para el Campo de Oaxaca (FAPCO) y cometer un subejercicio de recursos de 755 millones 583 mil pesos correspondiente al ejercicio fiscal de 2011.

La diputada panista Ivonne Gallegos Carreño pidió la destitución del Secretario tras evidenciar que únicamente había ejercido 23 millones 350 mil pesos de los 779 millones que le fueron otorgados a su dependencia durante el periodo antes mencionado.

Los señalamientos públicos, que no han sido comprobados legalmente, sostienen, además, que una gran parte de los recursos supuestamente malversados fueron utilizados para financiar la campaña presidencial de 2012, en la que López Obrador fue derrotado por Enrique Peña Nieto.

El político nativo de San Melchor Betaza, en la región de la Sierra Norte, continuó como funcionario gubernamental hasta abril de 2013, cuando presentó su renuncia al cargo para sumarse al proyecto de Morena.

Durante prácticamente todo 2017 y lo que va de 2018, Jara ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por militantes de su propio partido de haber negociado con José y Alejandro Murat para poner a cuadros pocos competitivos en las contiendas a alcaldías y diputaciones locales.

Otras acusaciones afirman que ha incurrido en venta de candidaturas y nepotismo al colocar a personajes allegados, incluidas parejas sentimentales, en puestos clave.

En 2015, la revista Proceso reveló una fotografía de la boda de la hija del dirigente estatal de Morena, en la que aparecen tanto Salomón Jara como el hoy gobernador de la entidad, Alejandro Murat, quien fungió como testigo del enlace.

En primera instancia, la publicación había aseverado que Jara y Murat eran compadres, pero ello fue negado por el fundador de la UCD, bajo el argumento de que el político priista había acudido a la fiesta por invitación del novio y no de él ni de su hija.

Los nexos entre la familia Murat y Morena, sin embargo, no se limitan únicamente a Salomón Jara, sino también, en el ámbito nacional, José Murat  tiene amplia cercanía con Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas (1998-2004) y uno de los cinco representantes territoriales nombrados por Andrés Manuel López Obrador para la campaña de 2018.

Otro de los dirigentes estatales de Morena que ha sido vinculado tanto con Murat como en la venta y manipulación de candidaturas, según datos hemerográficos consultados por Real Politik, es Flavio Sosa Villavicencio, exlíder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el movimiento político-social que intentó derrocar a Ulises Ruiz Ortiz en 2006.

Según el periódico La Jornada, antes del estallido del conflicto entre la coalición APPO-Sección 22 y el gobierno local, Sosa fue reconocido como “asesor” de las administraciones de Murat Casab y Ruiz Ortiz.

 

Benjamín Robles Montoya

 

Otro de los casos más polémicos es el del senador con licencia Benjamín Robles Montoya, quien además de lograr su postulación como candidato a diputado federal por el distrito ocho –Oaxaca de Juárez– por conducto de la alianza Morena-PT-Encuentro Social, negoció y consiguió que su partido (el PT) nominara como candidata federal plurinominal en el primer lugar de la lista por la tercera circunscripción nacional a su esposa, Maribel Martínez.

No sólo eso, pues el ex priista, quien en 2016 criticó en reiteradas ocasiones la postulación de Alejandro Murat como candidato al gobierno de Oaxaca, por tratarse del hijo de un ex gobernador, incurrió en la misma práctica de nepotismo y logró, tras un acuerdo entre el         PT y Encuentro Social, que su hijo, Luis Alfonso Robles, fuera inscrito en otro espacio plurinominal, pero éste para el Congreso de Oaxaca.

Robles Montoya es considerado uno de los cuadros principales de Morena.

De aliado incondicional del ex gobernador Gabino Cué desde el año 2000, Robles se convirtió en su principal detractor en 2015, cuando denunció una serie de supuestos desvíos de recursos y otros actos de corrupción orquestados por Jorge Castillo, operador político de Cué, y Alberto Vargas Varela, secretario de Administración en aquel periodo.

Las denuncias, sin embargo, las hizo cuatro años y medio después del comienzo de la administración en la que fungió como Jefe de la Oficina de la Gubernatura (2010) y Secretario Particular del Gobernador (2011), y después de que no contó con el respaldo de su entonces jefe político para convertirse en candidato al gobierno de Oaxaca por el PRD, partido al que se afilió en 2012.

Tras enarbolar una supuesta lucha en contra de la impunidad y prometer cárcel para los funcionarios corruptos del régimen gabinista, Robles abandonó las filas del PRD en febrero de 2016 y, tras una negociación con el Partido del Trabajo –vinculado con UIises Ruiz Ortiz– fue nombrado candidato a gobernador por aquel instituto.

Con ello, la alianza PAN-PRD y PT, que días antes había quedado formalizada, se pulverizó.

En al menos dos audio-escándalos divulgados durante la etapa de campañas políticas de 2016, Robles fue vinculado con el ex gobernador Ulises Ruiz, al que, años antes, al lado de Gabino Cué, había tachado como el más corrupto de los mandatarios de Oaxaca y había prometido encarcelar.

—Tenemos mucho ruido con el pinche Cara Sucia (Benjamín Robles). Qué hago, ¿lo amarro o qué?, se puede escuchar en una grabación divulgada en octubre de 2015, una conversación entre Ulises Ruiz y el publicista Hugo Scherer, en la víspera de la definición de los candidatos de los distintos partidos y alianzas electorales para las elecciones de 2016.

–Yo lo metería (como candidato) por MC (Movimiento Ciudadano), responde el ex gobernador priista.

—Él piensa que todavía gana (la candidatura del PRD), le reviran.

–En el PAN-PRD yo veo muy clarito a nuestro amigo Pepe Toño (José Antonio Estefan Garfias)… y en Morena, aquel cabrón (López Obrador) anda enloquecido con Salomón Jara y, entonces, (Benjamín Robles) se nos queda sin lugar, añade Ruiz Ortiz.

Enseguida, el ex mandatario, enemigo político de José Murat, revela que Robles Montoya, en un acercamiento con Eviel Pérez Magaña, actual secretario de Desarrollo Social y en aquel entonces aspirante a la candidatura del PRI por el gobierno de Oaxaca, le había planteado la posibilidad de abandonar las filas del PRD y adherirse al Revolucionario Institucional.

–Si se nos va al PRI como lo sugirió él mismo (Benjamín Robles), no sirve mucho, no sirve mucho… entonces, yo creo que por MC (es mejor), se escucha a Ulises Ruiz.

En otro audio, es perceptible la voz de Jesús Romero, ex militante de PRD y quien se desempeñó como operador político de la campaña de Benjamín Robles; en la actualidad, Romero es presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Oaxaca, pero en representación de Morena.

–Pinche Charvelín (en referencia a Romero) aparte de tu pinche pedo polaco (sic), me cae que yo te veo así como un hermano-hijo, güey, le suelta Ruiz, que, segundos antes, le había pedido a su amigo recordar “toda la pinche lana” del erario público que le obsequió durante el sexenio 2004-2010.

–Yo lo sé, siempre me ayudaste con todo y todo, contesta Romero, quien hoy busca ser reelecto como legislador.

–No, no, vale ver… eso. No estoy hablando de Gobernador; te veo así como chavito, güey, revira el líder priista.

— ¿Sí?, hijo de la ching… pues apuéstale un poquito conmigo, carnal, contesta Romero.

–Pues ya, güey, dime ¿para dónde vamos?, ataja el priista, que en ese momento se desempeñaba como delegado especial en Quintana Roo.

Esta grabación fue divulgada después del escucha filtrado entre Ulises Ruiz y el publicista Hugo Scherer.

 

Carol Antonio Altamirano

 

Otro personaje con pasado priista, presidente, incluso, en 1995, del Comité Municipal de aquel instituto político en Asunción Ixtaltepec, en la región del Istmo, Carol Antonio Altamirano Toledo, se incorporó a Morena en marzo de 2018 y, ahora, contenderá bajo las siglas de este partido en busca de la diputación federal por el distrito número cinco, con cabecera en Salina Cruz.

Acusado por otros ex perredistas como los hermanos Rosendo y Félix Serrano Toledo de servir a los intereses de los ex gobernadores Diódoro Carrasco Altamirano y José Murat, Carol Altamirano Toledo abandonó las filas del Sol Azteca el 10 de marzo pasado, después de que la dirigencia nacional perredista nombrara a los ulisistas Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva y Manuel García Corpus como candidatos al Senado de la República por la vía de mayoría relativa y a la Cámara de Diputados por la vía plurinominal, respectivamente.

Nacido el 13 de diciembre de 1963,Altamirano Toledo abandonó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) a pesar de que se desempeñaba como coordinador parlamentario en la actual 63 legislatura del Congreso del Estado.

En 2016, cuando fungía como líder del Sol Azteca en Oaxaca, Carol Antonio Altamirano apoyó la candidatura de José Antonio Estefan Garfias a la gubernatura del estado por la alianza PAN-PRD, promovida por Diódoro Carrasco y Gabino Cué.

Antes, durante las elecciones federales de 2015, el mismo dirigente, en contra de un amplio sector de la militancia de su partido, impulsó la nominación de Estefan Garfias como diputado federal por el distrito número cinco de Santo Domingo Tehuantepec, con el objetivo de allanar el camino que un año después le daría la postulación por la titularidad del Poder Ejecutivo estatal.

Encumbrado en la dirigencia del Sol Azteca, Altamirano se encargó de abrir procedimientos de expulsión a aquellos militantes que lo acusaron de servir a los intereses de Gabino Cué y Diódoro Carrasco; entre ellos, los hermanos Serrano Toledo, con los que hoy se reencontró en Morena.

Entre 2015 y 2016, Jesús Romero, uno de los líderes perredistas que contaba con mayor respaldo y que llegó a perfilarse para ocupar la presidencia estatal, le pidió su renuncia por haber traicionado los valores de su partido.

Los hermanos Serrano y Romero afirmaron, además, que Altamirano Toledo recibió 22 millones de pesos de Jorge Castillo, operador político de Gabino Cué y Diódoro Carrasco, a cambio de imponer la candidatura de Estefan Garfias.

En 1995, cuando se desempeñaba como presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Ixtaltepec, fue acusado de proteger a los autores materiales e intelectuales del asesinato de Alberto Antonio Calderón, hermano del entonces candidato del PRD a la presidencia municipal, José Calderón.

 

Irineo Molina Espinoza

 

Otro de los aspirantes es Irineo Molina Espinoza, quien busca llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión por medio del distrito uno con cabecera en San Juan Bautista Tuxtepec,  luego de un cuestionado desempeño como líder de la fracción de Morena en la 63 Legislatura local, tras diversos acercamientos e incluso pactos sostenidos con el PRI.

En noviembre de 2016, en el medio político de Oaxaca se generó gran expectación por ver la postura que adoptaría la fracción parlamentaria de Morena que, por primera vez en la historia de la entidad, tendría representación en el Poder Legislativo estatal.

En boga estaba el presunto quebranto financiero por 30 mil millones de pesos provocado por la administración gabinista y el regreso al poder de la dinastía Murat, que innumerables veces fue catalogada como corrupta por parte de López Obrador.

Siete diputados serían encabezados por Molina Espinoza, y la primera prueba llegó el primero de diciembre de 2016, el día de la toma de protesta de Alejandro Murat como Gobernador.

Diversas organizaciones sociales, encabezadas por la Sección 22 de la CNTE, amagaron con boicotear el acto solemne que se llevaría a cabo en la sede del Poder Legislativo, en San Raymundo Jalpan.

No obstante, bajo el argumento de evitar un conato violento, el equipo de Alejandro Murat decidió cambiar la sede del evento y efectuarlo, antes del amanecer del primero de diciembre, en la sede de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv).

La versión pública apunta que ningún diputado de Morena, salvo su líder y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Irineo Molina Espinoza, fue avisado del cambio de sede y horario, con el objetivo de que la información no fuera filtrada a la Sección 22 de la CNTE.

Molina Espinoza, en vez de convocar a sus compañeros de fracción, guardó silencio y fue el único representante de Morena en llegar al acto, lo que le valió que estuviera a punto de ser destituido y se abriera en su contra un proceso de expulsión, por traición.

Ex militante y líder del partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, logró apaciguar los ánimos, ser exonerado y continuar como líder de la bancada de Morena, que se ha sometido a todas las disposición del Poder Ejecutivo y ha sido incapaz y, en otras ocasiones, ha avalado que el actual mandatario  coloque a incondicionales en puntos estratégicos como el Órgano Superior de Fiscalización (OSFE), la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Anticorrupción. También en la Fiscalía Anticorrupción y en el Poder Judicial.

Los actos de corrupción que se le imputan a Gabino Cué tampoco han sido investigados, a pesar de que en otras entidades del país han sido detenidos gobernadores como Javier Duarte, Tomás Yarrington y César Duarte, entre otros.

 

 Azael Santiago Chepi

 

Otro de los que aparece en la lista de aspirantes (éste por el distrito cuatro –Tlacolula de Matamoros–) es el exlíder de la Sección 22, Azael Santiago Chepi, cuya gestión al frente del magisterio disidente comprendió entre 2008 y 2012, los últimos dos años del mandato de Ulises Ruiz Ortiz y los dos primeros de Gabino Cué Monteagudo.

Además de encabezar a uno de los sindicatos más grandes de México, Chepi se ha caracterizado por su gusto por el alcohol, las mujeres y sus exabruptos de dominio público.

Ha sido acusado de violencia familiar y detenido en retenes de operativos alcoholímetro.

Sin embargo, políticamente, su mayor yerro lo cometió en 2012, cuando se ventiló públicamente que el entonces priista Samuel Gurrión Matías, actual candidato de la alianza PAN-PRD-MC a la alcaldía de Oaxaca de Juárez e identificado con José Murat, había fungido como su padrino de bodas.

El resto de los aspirantes a diputaciones federales son Irma Juan Carlos (distrito dos con cabecera en Teotitlán de Flores Magón), Juanita Cruz Cruz, ex diputada local por el PRD (distrito 3 con cabecera en Huajuapan de León),  Beatriz Dominga Pérez López (distrito seis con cabecera en Tlaxiaco) y por el distrito siete con cabecera en Ciudad Ixtepec, Rosalinda Domínguez.

Por el distrito nueve con cabecera en Puerto Escondido, aparece María del Carmen Bautista López y en Miahuatlán de Porfirio Díaz, como distrito 10, Daniel Gutiérrez Gutiérrez.

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