Por disposición del gobierno federal, el ciclo escolar 2020-2021 para educación básica iniciará a partir del 24 de agosto con el aprendizaje remoto ante la falta de condiciones por la pandemia del coronavirus para que los alumnos acudan a clases presenciales; “somos pioneros, esto no se lleva a cabo en ningún país del mundo”, ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador. Las autoridades firmaron un acuerdo con las grandes televisoras para impartir contenidos a distancia
“Es acertado que se use la televisión, esperamos que esto no signifique que se presentará publicidad, porque entonces más que rescatar la escuela se rescatará a los grandes medios”
Tenemos dudas de cómo se van a preparar esas clases, dónde estará la retroalimentación y dónde queda la explicación del maestro sobre los contenidos. Los maestros no solo debemos ser quienes revisemos lo que se dio en la televisión, tenemos que entrar en un diálogo con la Secretaría para buscar estrategias de interacción”
Pedro Hernández Morales
Integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE)
“Se van a tener los libros y todos los instrumentos necesarios, maestros con un buen nivel, científicos e intelectuales para que nos ayuden a reforzar todo el proceso de enseñanza”
Andrés Manuel López Obrador
Presidente de México
Carlos SALINAS
CIUDAD DE MÉXICO.- Las autoridades de educación mexicanas han admitido el lunes que el país no cuenta con las condiciones para que los alumnos regresen a las escuelas en medio de la pandemia de coronavirus —que ha dejado ya 47.746 muertos—, por lo que el inicio del ciclo escolar será el 24 de agosto con clases a distancia y con más de 30 millones de estudiantes siguiendo los cursos por televisión. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que su Gobierno ha firmado un convenio con las grandes televisoras privadas del país (Televisa, Azteca, Grupo Multimedios y Grupo Imagen) para que retransmitan los contenidos escolares, que serán preparados por la Secretaría de Educación con apoyo de la televisión pública. A pesar de la terrible situación, López Obrador le ha visto un lado optimista y ha calificado el proyecto de “histórico”: “Somos pioneros, esto no se lleva a cabo en ningún país del mundo”, ha afirmado en su conferencia matutina diaria, en la que participaron los directivos de las grandes cadenas, entre ellos un representante de TV Azteca, televisora del grupo que lidera Ricardo Salinas Pliego, el millonario mexicano que ha negado en repetidas ocasiones la pandemia de coronavirus.
La alianza con los grandes canales de televisión está prevista para que los contenidos escolares lleguen hasta los lugares más alejados, donde no hay acceso a Internet o este es muy reducido. En la cobertura de Internet o el número de alumnos con computadora México no es pionero. Las cifras del INEGI, el instituto de estadística, muestran que más de 16 millones de hogares no tienen conexión, lo que indica la brecha digital que impide a millones de estudiantes acceder a contenido educativo en línea. Las autoridades esperan que con el convenio firmado el lunes se logre una cobertura del 90% del territorio mexicano. Al esfuerzo se unen también estaciones de radio, que tienen una amplia penetración en zonas remotas.
Los sindicatos de maestros han reaccionado con desconfianza al anuncio hecho por las autoridades de Educación. Si bien consideran importante el uso de la televisión abierta para ampliar el acceso de los estudiantes a contenidos educativos, también estiman que no es suficiente para garantizar la calidad de la educación. “La casa no es el salón de clase y los padres no son maestros”, ha dicho Pedro Hernández Morales, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE), un sindicato que cuenta con 600.000 integrantes. “Es acertado que se use la televisión, esperamos que esto no signifique que se presentará publicidad, porque entonces más que rescatar la escuela se rescatará a los grandes medios. Tenemos dudas de cómo se van a preparar esas clases, dónde estará la retroalimentación y dónde queda la explicación del maestro sobre los contenidos. Los maestros no solo debemos ser quienes revisemos lo que se dio en la televisión, tenemos que entrar en un diálogo con la Secretaría para buscar estrategias de interacción”, ha explicado Hernández a EL PAÍS. A él también le preocupan los estudiantes ciegos, sordos y mudos, que no pueden acceder al nuevo formato establecido por las autoridades. En México hay tres millones de personas en edad escolar que tienen algún tipo de dificultad visual, auditiva o padecen enfermedades como autismo, lo que hace necesario la contratación de especialistas. “Es un trabajo muy especializado el que se requiere para enseñar a estos estudiantes. Se trata de un desafío muy grande”, ha advertido Hernández. Otra preocupación que tienen los maestros es el seguimiento que los padres puedan dar a la educación de los hijos, en un país con altos índices de desempleo y donde millones de personas trabajan en el área informal. “Es una situación compleja, porque los padres tienen que salir a trabajar y no pueden garantizar el seguimiento, no conocen formas de enseñar. Si ya nos cuesta trabajo en los salones, imagínate ahora a distancia. Es muy difícil”, ha explicado el sindicalista.
En México, las grandes corporaciones de medios funcionan como monopolios que concentran gran poder y mantienen una alianza complaciente con los gobiernos de turno. López Obrador recordó las concesiones entregadas a grupos poderosos como Azteca y Televisa, como un guiño para lograr apoyo a su proyecto. Elocuente es la relación del mandatario con Ricardo Salinas Pliego, de cuyo grupo forma parte TV Azteca. El empresario fue uno de los invitados al apartamento de López Obrador para celebrar el arrasador triunfo en las presidenciales de 2018. Además, el Grupo Salinas —que reúne medios de comunicación, servicios de Internet, aseguradoras y bancos— ha recibido jugosas concesiones del Gobierno federal, que incluyen la adjudicación de dos contratos para gestionar los sistemas de videovigilancia de Ciudad de México por 40 millones de dólares, las pólizas que cubren los accidentes de policías y funcionarios capitalinos, la cobertura de “todos los bienes muebles e inmuebles” de la secretaría de Educación, por más de 42 millones de dólares, y la adjudicación directa a Banco Azteca de la gestión del pago de los principales subsidios para los pobres, con un presupuesto de más de 12.000 millones de dólares.
Las autoridades educativas esperaban que las escuelas reabrieran en aquellos Estados en los que el semáforo epidemiológico llegara a verde, dentro del sistema de desescalada establecido por la Secretaría de Salud, pero el nivel de contagios no cesa, con miles de enfermos al día, por lo que el Gobierno ha considerado prudente mantener a los alumnos en sus casas. Las autoridades habían establecido un plan de retorno a las aulas que incluía el uso obligatorio de cubrebocas, garantizar agua y jabón en todos los centros, recreos escalonados, asistencia alternada, evitar actos escolares y, en caso de un brote, cerrar la escuela por 15 días. “Lo importante es no exponer a los niños, que sí pueden contagiar a los adultos”, ha afirmado López Obrador. “Quisiéramos volver a las clases presenciales, pero no es posible ni prudente”, ha admitido Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación Pública. Además del alto nivel de contagios, se suma a la decisión de las autoridades mexicanas la deficiencia en la infraestructura escolar, que convierte a miles de escuelas en puntos de contagio. Un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicado en 2018 muestra que, de las más de 226.000 escuelas públicas del país, el 2,2% no dispone de suministro de agua de ninguna fuente (red pública, pozos, abastecimiento por camiones cisternas) y solo 53% cuenta con el abastecimiento mediante la red pública. Además, solamente el 66,4% de las escuelas tiene servicios sanitarios y el 66,1% energía eléctrica. En cuanto el acceso a Internet, este solo llega al 22,7% de las escuelas, un total de 51.387. El país, además, cuenta con un fuerte rezago en materia de aprendizaje dentro de la OCDE: los resultados del informe PISA de 2018, la prueba internacional sobre educación más conocida y reconocida del mundo, revelan que, de casi un millón y medio de estudiantes de 15 años evaluados, solo 1% mostró habilidades avanzadas en lectura, matemáticas y ciencias.
Con el convenio anunciando el lunes, las autoridades esperan producir 4.550 programas de televisión y 640 de radio, tanto en español como en lenguas indígenas, que serán retransmitidos de siete de la mañana a ocho de la noche a través de 16 canales públicos y privados. Moctezuma Barragán ha dicho que los estudiantes serán evaluados sobre esos contenidos, aunque no ha dado detalles de cómo serán las evaluaciones. El secretario de Educación informará cada tarde, en conferencia de prensa, sobre cómo se llevará a cabo este proyecto. “Se van a tener los libros y todos los instrumentos necesarios, maestros con un buen nivel, científicos e intelectuales para que nos ayuden a reforzar todo el proceso de enseñanza”, ha prometido López Obrador.
Las cifras:
30
millones de estudiantes recibirán clases a distancia
90
por ciento del territorio nacional, la cobertura de clases por televisión
4,550
programas se producirán para televisión tanto en español como en lenguas indígenas
640
programas se producirán para radio tanto en español como en lenguas indígenas
16
canales públicos y privados transmitirán las clases a distancia