Por EL CALLA´O
Al fin, al iniciar prácticamente el quinto año de su gobierno, es decir el tercer tercio, el ejecutivo estatal toma la decisión de darle una sacudida a su gabinete. El relevo en la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), era un tema que se había manejado desde hace meses. El ex titular, José Antonio Estefan Garfias, había dicho a los cuatro vientos que buscaría la candidatura de su partido –el PRI- a la diputación federal por el distrito de Tehuantepec. La sorpresa fue tal vez, la diferencia de su antecesor es un novato en la administración pública, cuestión importante si se parte de la premisa de que el transporte se ha convertido en un asunto decisivo para la gobernabilidad… En la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (SEDAFPA), nadie sabe el por qué se postergó tanto el relevo de Edgar Guzmán Corral, cuyo cuestionado paso por la dependencia, era un tema cotidiano en los medios de comunicación, sobre todo por la corrupción que alimentó y la omisión constante de las demandas de los campesinos. Era ya parte del anecdotario político su distanciamiento con dos subsecretarios: Jorge Carrasco Altamirano, hoy el nuevo titular de la dependencia y el perredista, dueño de la franquicia denominada Unión Campesina Oaxaqueña (UCO), Lenin López Nelio. De poco sirvieron los señalamientos, las acusaciones bien documentadas de desvíos y mal manejo de los recursos destinados al campo, por parte de Guzmán Corral. Eran gritos en el desierto. En la cúpula gubernamental había una total apatía… En la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA), el relevo de Netzahualcóyotl Salvatierra López era largamente esperado. Fue tan cuestionado su paso por la dependencia que su posición parecía desde hace al menos un par de años, insostenible. Los negocios hechos al amparo del poder; la discriminación de las constructoras oaxaqueñas en la obra pública; el tráfico de influencias que se daba en la asignación; el enriquecimiento de Salvatierra López y otros pecadillos, fueron ignorados por el ejecutivo estatal. Ojalá que Sergio Ubaldo Pimentel Coello, nombrado titular por el gobernador del estado, no sea sólo un funcionario que reciba la papa caliente y tenga que tapar los hoyos de su antecesor, sino que haga obras de trascendencia para los oaxaqueños… Es impresionante la forma en la que los últimos días se ha movilizado el magisterio oaxaqueño. Las hordas de Rubén Núñez Ginéz siguen empecinados en echar abajo la Reforma Educativa y todo lo que se ha avanzado en la materia. Pero quienes han ganado terreno son los grupos radicales, como el Frente Amplio de Comunidades Marginadas del estado de Oaxaca (FACMEO), que fundó el desaparecido “Comandante Güero”, Rafael Vicente Rodríguez Enríquez; obviamente el Frente Popular Revolucionario (FPR), manejado tras bambalinas por Germán Mendoza Nube, pero movido por otro maestro, Macario Otalo Padilla y algunos despistados que se han incrustado en el Frente Único de Lucha –FUL-APPO, que quieren repetir el numerito del 2006. El viernes se enfrentaron con transportistas en el Istmo de Tehuantepec. La Sección 22, que es quien le ha dado vida a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), estaba ya boca abajo, sin embargo dicen que quien les ha dado vida no es sólo el asunto de Ayotzinapa, sino la complacencia del Subsecretario de la SEGOB, Luis Enrique Miranda… Por cierto, en menudo brete está ya metido el nuevo director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Moisés Robles Cruz: para pagar la nómina y el aguinaldo de los pillos disfrazados de maestros, se requieren al menos 4 mil millones de pesos. Una vez más, el gobierno estatal estará como limosnero ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), para obtener en calidad de préstamo la suma millonaria, no sea que los haraganes perpetuos se pongan sus moños y cierren bancos, carreteras, oficinas públicas y demás. ¡Claro”, mientras ello no les afecte, sobre todo en los días de quincena… Serios problemas se han abatido sobre la entidad en los últimos tiempos. Uno de ellos es la inseguridad. Mientras la ciudadanía está en manos de los grupos delictivos y criminales, la Policía Estatal, ahora bajo el mando de Víctor Alonso Altamirano, sigue en las mismas, con amagos de paros y huelgas. Los motivos son muchos, entre ellos la falta de entrega de uniformes, pago de bonos y otros. ¿No sería mejor realizar una liquidación masiva de los mismos, habida cuenta de que ni en el gobierno ni en la ciudadanía puede ser confiable una corporación ya enviciada con la movilización y, obviamente, manejada por intereses oscuros y políticos? Es una pregunta que seguramente tendrán que resolver en la Secretaría de Seguridad Pública, en donde todavía despacha como titular Alberto Esteva Salinas, pues se desconoce si aún la Secretaría General de Gobierno tiene ahí al Subsecretario Jorge Ruiz Martínez… Y nos vemos en la siguiente RP
