Por EL CALLA´O
Las cosas se han puesto de a peso en el paro policial. No hay manera de desenredar este nudo que hizo el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Alberto Esteva Salinas, que no sólo ha contribuido a entrampar el asunto sino que, además, la ha agarrado contra todo lo que se mueva. Ya agarró pleito y se enfrentó en una guerra de esgrima tuitera, con los diputados Manuel Pérez Morales, del PSD; Fredy Gil Pineda Gopar, del PRI y Gerardo García Henestroza, del PAN. El caso es que ha abierto un sinfín de frentes que, con certeza, no saldrá bien librado. Lo grave de todo ello es que dicha postura pendenciera ha endurecido las demandas de los policías en paro, lo cual ha tenido más que atareados a los negociadores oficiales, encabezados por el Secretario General de Gobierno, Alfonso Gómez Sandoval y el Coordinador de Asesores del ejecutivo, Manuel de Jesús López… Si algo más importante no ocurre, es posible que la semana entrante salga ya la Ley Estatal de Educación, debidamente armonizada con la ley federal. Lo que ocurre es que se ha hecho nudo en la misma LXII Legislatura, en donde los diputados que coordinan Alejandro Avilés, del PRI; Natividad Antonia Díaz Jiménez, del PAN y Félix Serrano Toledo, del PRD, además de la chiquillada ya vieron que en la puja hay que sacar lana del gobierno y, como ya es tradicional, están buscando la forma de vender caro su voto. Dicen los que saben que el magisterio que encabeza Rubén Núñez Ginéz, ya saben cómo va la cosa y que parece que hay acuerdo para no hacerla cansada. Así, desde la chiquillada como el Panal y el PUP, hasta los que tienen más representatividad, buscan beneficiarse… Siempre hemos dicho que la inestabilidad que vive el estado es algo así como “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Cual más, cual menos, quiere hacer negocio y montarse sobre la ley. Éste es el caso de los transportistas. Por un lado, está la Confederación Nacional de la Productividad (CNP), que encabeza Gilberto Luis Martínez, conocido como “El Plátano” y, por la otra, su sobrino, dirigente del Sindicato “Libertad”, Erick Luis Villaseca, que hasta con plomazos pretenden disputarse el sitio en la llamada Macroplaza. Por otro lado, está el dirigente de la Sección 27 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Álvaro Reyes Sánchez, que en un afán de agandallarse todo lo que huela a transporte, puso a sus leales a montar retenes para detener a cualquier vehículo que traslade materiales de construcción o pétreos, así sean de particulares, para que por la buena o la mala se afilien a su organización. Siempre lo hemos dicho: el transporte se ha convertido en un asunto serio de seguridad estatal. Y todo ello se hace sin el consentimiento del dirigente estatal de la CTM, Carlos Mejía Gil que, al menos por lo que se sabe, es una persona de diálogo y entendimiento, que nada tiene que ver con los rijosos transportistas… Otra de las organizaciones que han mantenido contra la pared a la ciudadanía inerme, es el Frente Popular Revolucionario (FPR), que dirigen Germán Mendoza Nube y Macario Otalo Padilla. Éstos ya encontraron la hebra para aterrorizar a gobierno y sociedad: una bola de encapuchados, esgrimen palo y machetes para que sus dirigentes se llenen los bolsillos de dinero. Desde luego que no son los únicos. Por más de veinticuatro horas se mantuvo el bloqueo en la carretera Oaxaca-Puerto Ángel, entre miércoles y jueves, a la altura de San Pedro Mártir, Ocotlán.
Un reducido grupo de maestros de la Sección 59, que dirige Joaquín Echeverría Lara y algunos padres de familia, tomaron la carretera pare exigir la documentación de alumnos y maestros que les niega el IEEPO. Para hacerse escuchar, usan los mismos manidos métodos de su soterrado enemigo: el Cártel-22… Los borrachos le van a agarrar tirria al comisionado de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Civil, José Luis Echeverría Morales, pues resulta que convenció a ediles de Santa Cruz Xoxocotlán, Villa de Zaachila y Santa Lucía del Camino, a que apliquen de manera coordinada el operativo “alcoholímetro” en sus respectivas jurisdicciones. Todos ellos acordaron la suma de esfuerzos institucionales para aplicar el dispositivo alcoholímetro en sus demarcaciones, estrategia orientada a combatir la incidencia de hechos de tránsito por consumo y abuso de bebidas embriagantes… Por lo visto, quienes están bajo la mira ciudadana son los miembros de la Comisión de Vinos y Licores del ayuntamiento de la capital, que encabeza Javier Villacaña Jiménez, pues sin decir agua va, se inició la construcción de un bar franquicia, en concurrido crucero de la Colonia Reforma de la ciudad, en la que un día se clausura la obra por no cumplir con los requerimientos legales y, al día siguiente la obra continúa como si nada. Lo contradictorio es que mientras por un lado se pretende abatir el alcoholismo, por el otro, se autoriza la apertura de más antros de vicio… Y nos vemos en la siguiente RP