Agencias
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad(CFE) son las dos empresas más grandes de México, pero también las más endeudadas en el mercado bursátil. En conjunto mantienen casi un cuarto de la deuda emitida a largo plazo.
Ambas concentraron un monto de 297,730 millones de pesos, 23.9% del total en circulación de deuda en el mercado, al cierre de mayo.
Pemex es el más grande emisor, con 191,675 millones de pesos de los bonos en circulación. Dicho monto equivale a 15.4% del total del mercado, de acuerdo con información revelada en un análisis de Tania Abdul Massih, directora de Deuda Corporativa en Banorte.
La CFE es el segundo gran emisor de deuda privada de largo plazo. Ostenta 8.5% de todo lo emitido, con un monto en circulación de 106,115 millones de pesos. Ambas empresas operan con una precaria situación financiera y una enorme deuda, lo que preocupa a las cuatro calificadoras de riesgo —Fitch Ratings, HR Ratings, Moody’s y S&P—, por lo que todas las tienen con Perspectiva Negativa.
Desventaja
Sólo Fitch le ha retirado el grado de inversión a Pemex. Con tal posición, la pone en desventaja para salir al mercado a refinanciar su elevada deuda, por más de 106,502.4 millones de dólares.
“Si bien sólo Fitch le ha quitado el grado a Pemex, los grandes fondos de inversión, como PIMCO, tienen como regla invertir sólo en papeles con grado de inversión. Esta rebaja obligará a sacar esos papeles de sus portafolios, lo que ya empezaron a hacer”, dijo Alejandro Saldaña, gerente de Análisis Económico de Ve por Más (BX+).
“La rebaja a la calificación crediticia de Pemex no sólo tendrá un impacto negativo sobre sus bonos, también sobre los soberanos, por la expectativa del mercado de que vendrán más medidas de apoyo gubernamental, a expensas de las finanzas públicas”, explicaron en una nota Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano, analistas en BBVA.
La degradación que sufrió Pemex en su recomendación de crédito impactará sobre alrededor de 80,000 millones de dólares de bonos que circulan en el mercado.
Saldaña dijo que al perder el grado de inversión el riesgo de Pemex se incrementa, porque las posibilidades de impago son mayores.
Aunque sólo una calificadora ha degradado a Pemex, “es una advertencia de que algo pasa y se tiene que disminuir la ponderación de esos bonos en el portafolio de inversión”, dijo Saldaña.
Pemex contaba con 3,400 millones de dólares en efectivo, más otros 5,100 millones en líneas de crédito revolventes comprometidas, que no ha usado para cubrir 8,300 millones de dólares de vencimientos de su deuda, hacia marzo del 2020.
Los analistas de BBVA recordaron que Pemex necesitaba destinar inversiones en exploración y producción entre 15,000 y 18,000 millones de dólares, para restituir reservas. Este año se estiman 10,800 millones de dólares de gasto.
En el caso de la CFE, su credencial de crédito fue recortada por Fitch Rating a “BBB”, desde “BBB+”, al mismo nivel que la nota del soberano mexicano y muy cerca de caer en “escala especulativa”. Sus pasivos totales sumaron 17,554 millones de dólares hasta marzo pasado.
“La rebaja a la calificación crediticia de Pemex no sólo tendrá un impacto negativo sobre sus bonos, también sobre los soberanos, por la expectativa del mercado de que vendrán más medidas de apoyo gubernamental, a expensas de las finanzas públicas”, explicaron en una nota Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano, analistas en BBVA.
La degradación que sufrió Pemex en su recomendación de crédito impactará sobre alrededor de 80,000 millones de dólares de bonos que circulan en el mercado.
Saldaña dijo que al perder el grado de inversión el riesgo de Pemex se incrementa, porque las posibilidades de impago son mayores.
Aunque sólo una calificadora ha degradado a Pemex, “es una advertencia de que algo pasa y se tiene que disminuir la ponderación de esos bonos en el portafolio de inversión”, dijo Saldaña.
Pemex contaba con 3,400 millones de dólares en efectivo, más otros 5,100 millones en líneas de crédito revolventes comprometidas, que no ha usado para cubrir 8,300 millones de dólares de vencimientos de su deuda, hacia marzo del 2020.
Los analistas de BBVA recordaron que Pemex necesitaba destinar inversiones en exploración y producción entre 15,000 y 18,000 millones de dólares, para restituir reservas. Este año se estiman 10,800 millones de dólares de gasto.
En el caso de la CFE, su credencial de crédito fue recortada por Fitch Rating a “BBB”, desde “BBB+”, al mismo nivel que la nota del soberano mexicano y muy cerca de caer en “escala especulativa”. Sus pasivos totales sumaron 17,554 millones de dólares hasta marzo pasado.