Políticamente derrotado, el futuro del otrora poderoso líder petrolero, el jeque que se enriqueció descomunalmente a costa de la vida de 200 mil obreros, está en manos de los fundadores del Sindicato de Petroleros de México (Petromex), Óscar Solórzano Méndez y Luis Zárate Cuevas, quienes, con el apoyo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el aval de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, buscan desarticular el imperio erigido en base a la corrupción y al abuso de poder, para imponer un nuevo andamiaje organizacional que garantice los derechos laborales de los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex)
David Méndez
Dos oaxaqueños están a punto de destronar al dirigente sindical más poderoso de México.
“Es el fin de Carlos Romero Deschamps porque el pueblo ya abrió los ojos y el gobierno federal está pendiente de todo lo que ha sucedido en Pemex”, sentencia Luis Zárate Cuevas.
Intocable, “dueño” de la vida de 205 mil petroleros, gracias a quienes vivió como jeque durante los últimos 26 años, Carlos Romero parece estar acabado políticamente y su futuro en manos del nuevo sindicato denominado Petroleros de México (Petromex), organización creada por Óscar Solórzano Méndez y Luis Zárate Cuevas, ambos oaxaqueños, abogado e investigador, afines a Andrés Manuel López Obrador.
Con el aval de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas, Petromex parece ser el eslabón que ayudará al actual titular del Poder Ejecutivo a “democratizar” la vida del sindicalismo petrolero.
Lo anterior, a pesar de que la organización que encabeza Romero Deschamps, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), se ha valido de diversos mecanismos “legaloides” para blindar a su líder y mantenerlo en el poder hasta el año 2024, cuando termine el sexenio de López Obrador.
La lectura es clara: En caso de que el gobierno no pueda crear los mecanismos para hacer dimitir al líder actual, Petromex fungirá como válvula de escape para afiliar a la mayor cantidad de empleados disidentes y debilitar así el monopolio vigente, articulado durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
¿Quiénes son?
Óscar Solórzano Méndez, originario del puerto de Salina Cruz, vocero y uno de los asesores legales de Petromex, es un abogado y activista, que durante la última década se ha dedicado a defender a los trabajadores de Pemex de manera gratuita.
Sin ser petrolero y por ende incapacitado para fungir como líder, fue uno de los dos fundadores del Movimiento Regeneración Nacional Obrero y Sindical (Morenos), nacido en 2018, durante la campaña presidencial.
Su simpatía con los trabajadores, dice Solórzano, surgió al conocer y profundizar sobre los abusos que sufrían por parte del sindicato que encabeza Romero Deschamps.
De acuerdo con su explicación, la iniciativa Morenos pretendió, en un primer momento, demandar elecciones libres en el STPRM; sin embargo, al ser ignorados tomaron la decisión de fundar Petromex.
Por su parte, Luis Zárate Cuevas, también oriundo del puerto salinacrucense, es un académico, doctor en Administración Pública, que ideó, al lado de otros investigadores del país, la obra llamada Nuevo Paradigma Sindical de México, que como eje central plantea la democratización del sindicalismo, a través de elecciones libres y secretas.
Al igual que Solórzano tampoco es trabajador petrolero, según lo admite, pero su conocimiento sobre las ilegalidades registradas al interior de Pemex, lo llevó a crear aquel documento, que le fue presentado a Andrés Manuel López Obrador y, posteriormente, a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Antes, Zárate Cuevas se desempeñó como investigador y directivo del Sistema de Universidades de Oaxaca (SUNEO), donde primero se desempeñó como secretario del actual rector, Modesto Seara, y, luego, como Vice Rector.
Ante la limitante de participar en la vida interna de Petróleos Mexicanos, tanto Zárate como Solórzano fungen como asesores de Pitágoras Cruz Salaya, ex representante de la Sección 48 del STPRM, con sede en Chiapas, y actual trabajador en activo en el estado de Tabasco, quien ha sido nombrado secretario general del Petromex.
Historia plagada de corrupción
Asesinatos, violaciones sexuales, desapariciones forzadas, fraudes, robos y diversos ultrajes contra la dignidad de los trabajadores, es la verdadera historia que se esconde en las entrañas de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) sentó sus bases desde 1935, según una serie de revelaciones hechas a Real Politik por Óscar Solórzano Méndez y Luis Zárate Cuevas.
En 26 años, desde la llegada del priista Carlos Romero Deschamps a la Secretaría General del STPRM, en 1993, la emblemática empresa del estado, otrora orgullo nacional, se convirtió en una maquinaria de represión, acoso, persecución y corrupción, autora, también, de múltiples crímenes ambientales que hasta hoy continúan sucediendo sin importar que esté en juego la vida de miles de mexicanos, afirman ambos líderes oaxaqueños.
Crímenes ambientales
Por ejemplo, en el municipio de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, sede de la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, la más joven –fundada en 1976– y productiva de la empresa, Pemex es responsable de que un vasto sector de la población esté muriendo de cáncer debido a sus omisiones al manejar residuos peligrosos, agregaron, los responsables de crear la disidencia más grande en contra de Romero Deschamps de la que hasta hoy se tengan antecedentes.
Desde antaño, las constantes fugas de material crudo y refinado crean enormes manchas negras en el puerto salinacrucense, en áreas cercanas a donde los pescadores, que surten a la región del Istmo, llevan a cabo sus actividades productivas.
“Nunca Pemex, en ninguna parte del país, ha puesto una antena de monitoreo de gases contaminantes y materiales pesados; (es necesario) saber cuántas personas existen con cáncer en el cuerpo; cuántos trabajadores jubilados (padecen la misma enfermedad); hay miles y miles…”, explica Solórzano.
“Hay una gran incidencia de cáncer en Salina Cruz, Oaxaca… es el municipio con mayor incidencia de cáncer (en la entidad) y, por casualidad, ahí tenemos una refinería, que está lanzando contaminantes desde 1976; está lanzando al aire metales pesados refinados”, denuncia, en entrevista grabada.
Las irregularidades y delitos ambientales cometidos por Pemex en Oaxaca sobrepasan los límites imaginables: “Llegan los buque-tanques a cargar de crudo o refinado y siempre, desde que estábamos niños, tienen fuga. No necesitamos ser técnicos. Si usted va a cualquier playa de Salina Cruz y sus alrededores, va a encontrar manchas negras. Todo el tiempo hay derrame de hidrocarburo y de petróleo crudo”, sentencia.
El creador de Petromex, organización que hoy permanece a la espera de la expedición de la toma de nota por parte de la Secretaría del Trabajo del gobierno federal, confirma lo que era un secreto a voces: la explosión registrada el 15 de junio de 2017, en la casa de bombas de la refinería “Antonio Dovalí”, que ocasionó la muerte de una persona y el desalojo de 8 mil pobladores de cinco colonias circunvecinas a las instalaciones, y la posterior caída de lluvia ácida, fue provocada por los nulos controles existentes al interior del complejo.
“(Es un) accidente venido de la corrupción”, condena, secundado por Zárate Cuevas, otro de los ideólogos del movimiento.
Recuerda que durante décadas, los funcionarios de gobierno han justificado la implementación de obras y trabajos millonarios de mantenimiento no sólo en la refinería de Salina Cruz, sino en las otras cinco que existen en el país; sin embargo, todos esos discursos han sido auténticos fraudes.
“Qué pasa, si se revisan los análisis de las revistas nacionales, nos vamos a encontrar que estos cuates les mandan obras de licitación de mantenimiento a sus compadres, a sus amigos, a sus familiares…
Monstruo de mil cabezas
Al frente de un monstruo de mil cabezas, que conduce el destino de 205 mil trabajadores –120 mil en activo–, Romero Deschamps, con el contubernio del PRI, su principal impulsor, se convirtió en el líder de una mafia que decide qué trabajador vive y quiénes mueren.
Hasta hace un año, admite Solórzano, era imposible imaginar que existiera alguna forma de exterminar el cacicazgo impuesto por Deschamps con el aval del sistema mexicano, a pesar de las múltiples voces al interior de Pemex que lo repudian.
Con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, el pasado primero de julio, todos los grupos disidentes se articularon hasta crear corrientes dispuestas a entablar las batallas legales necesarias para destronar no sólo al líder nacional, sino a los 36 dirigentes seccionales que existen en todo el país y que operan como terratenientes.
Nuevo paradigma
“Si el primero de julio la gente pudo lo más, los petroleros podemos lo menos, y podemos ser ejemplo en el país”, comenta, por su parte, el investigador Luis Zárate Cuevas, maestro en Administración, autor del Nuevo Paradigma Sindical de México.
Aquel estudio fue entregado a López Obrador, quien, al igual que Cuauhtémoc Cárdenas, se pronunció a favor del contenido “democratizador” de la obra; ello le valió a Zárate ser candidateado para ocupar el cargo que hoy ostenta Romero Deschamps en el STPRM y desde ahí operar la reingeniería sindical que propone.
El principal eje del proyecto del oaxaqueño gira en torno a transparentar el uso de los recursos de los trabajadores y eliminar la figura de secretario general, a efecto de repartir el poder entre una Junta de Gobierno.
Tal determinación ha cobrado mayor importancia a partir de las condiciones en las que actualmente se encuentran los trabajadores de Pemex.
Hoy en día, los petroleros, a los que se les atribuyen sueldos estratosféricos y un excelso nivel de vida, dice, no cuentan con el equipo indispensable para trabajar, a pesar de que el fideicomiso principal de su sindicato, según versiones de sus propios dirigentes, acumula recursos de hasta 5 mil millones de dólares que son administrados por Romero Deschamps.
“El carro oficial de Pemex no tiene llantas. Los trabajadores juntan entre ellos su lana y compran las cuatro llantas. Además, tienen que comprar herramientas, palas, picos trasmallos, etcétera…
“Les cobran derecho de piso por un contrato; tienen que ir a aplaudir los candidatos del PRI y tienen que comprar sus botes, garrafones de agua, sus hornos de microondas; tienen que comprar utensilios… Durante varios años no les dieron uniformes, los trabajadores tenían que comprar botas, tenían que ir al mercado negro a comprar sus uniformes. El pueblo tiene que saber que esos trabajadores que dicen que ganan mucho en realidad no ganan tanto”, sentencia.
A ello se suman otro tipo de extorsiones cometidas en agravio de los obreros que trabajan en las plataformas, en altamar.
Es el caso de las secciones 42 y 47 de Ciudad del Carmen, Campeche, cuyo salario es de entre 14 mil y 15 mil pesos a la catorcena; sin embargo, de esos recursos, son obligados a entregar 12 mil pesos catorcenales a su dirigencia sindical.
“Hay un cuate que está con bolsas negras de basura y le está pidiendo 12 mil pesos antes de que salgan a trabajar; esa familia vive con 2 mil o 3 mil pesos. Suben porque tienen necesidad y por lo que ellos dicen: ‘Estamos haciendo, por lo menos, derecho de antigüedad…’
Mientras los empleados son sobajados, los terratenientes de Deschamps incurren en las mismas prácticas fraudulentas que él. Y recuerda al ex secretario general de la Sección 36 en Reynosa, Tamaulipas, Moisés Balderas, quien en realidad vive en Mcallen Texas, donde posee al menos cuatro casas valuadas en 10 millones de pesos.
Todas las viviendas fueron adquiridas entre los años 2005 y 2007, cuando en Reynosa se construía el Centro Receptor de Gas, donde murieron 30 trabajadores. Aunque legalmente no funge más como líder sindical, mantiene el control de la sección por medio de aliados y personeros, “a pesar de que no vive en México y hay trabajadores que tienen 30 o 40 años que nunca lo han saludado”.
El sistema político promovido por Petromex pretende, además, instaurar mecanismos de transparencia con el objetivo de que los líderes y agremiados estén enterados de a cuánto ascienden los fondos de la organización y qué uso se le da a las contribuciones de los trabajadores; impulsar el Banco Obrero Petrolero, a través del cual los sindicalistas puedan acceder a créditos para vivienda; la Secretaría de la Mujer, para “empoderar” la labor de las trabajadoras y la Secretaría de Salud, que monitorea en todos los centros contaminantes los niveles de control de aire.
Para ambos dirigentes, el éxito del sistema neoliberal, que durante 30 años desmanteló las principales empresas paraestatales de México, incluido Pemex, fue aprovechar el vacío que dejaron los políticos tradicionales.
Mientras desfilaban gobernantes y diputados que carecían de un proyecto a largo plazo, estructurado, los tecnócratas se organizaron, tejieron las redes necesarias, para asumir el poder y llevar al país sistemáticamente al fracaso, con el objetivo de beneficiar a los grandes capitales y que fueran ellos los que asumieron el control de la riqueza nacional.
Gregorio Roque C.
19 febrero, 2019 a 5:52 PM
Esta publicación es demasiada sensacionalista, tendenciosa y falsa además, en primera Solórzano no es trabajador de Pemex, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha sido claro al decir que ningún grupo o aspirante tiene li es…NO HAY LINEA!!! Y por último, Cuahutemoc Cárdenas, solo dijo en un video que felicitaba al grupo de Petromex….el cerebro que ha venido organizando este sindicato dede la creación de Morenis trae escuela PRIISTA, queriendo sorprender con falsedades, como lo hicieron en su momento con el hijo de Obrador en Salina Cruz, Oax. Al grabar un video donde hicieron creer a la gente que por ello tenían el apoyo y línea del Presidente.
No hay que ser sabios para saber que este presunto sindicato, porque aún no tiene toma de nota, trae la línea y escuela del PRI ….solo veamos a sus iniciadores…PRI-PANAL. Más de los mismo….