Una trabajadora de cementerio sostiene un ramo de flores junto al ataúd de Maria do Perpetuo Socorro Lavareda, de 77 años, quien murió por COVID-19, antes de su entierro en el cementerio de Sao Joao Batista, en Río de Janeiro, Brasil. 23 de junio 2020. REUTERS/Pilar Olivares La pandemia del coronavirus no deja de acelerarse en el mundo, sobre todo …