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Carreteras a la Sierra Norte, monumentos a la corrupción

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A la misera y el rezago en que coexisten los habitantes de esta región, se suma la indolencia y corrupción de las autoridades, que sin el menor empacho anuncian inversiones multimillonarias en la apertura y mantenimiento de caminos, pero que, en realidad, se trata de obras fantasma o, en el mejor de los casos, de trabajos realizados a medias, con material de ínfima calidad, un claro ejemplo la vía Díaz Ordaz-Villa Alta

 

Deimos Sánchez / Jairo ARAGÓN / Enviados

 

SIERRA NORTE.- La carretera Díaz Ordaz-Villa Alta se ha convertido en un auténtico monumento a la corrupción y la impunidad.

Los trabajos de reconstrucción de esta vía, una de las arterías más importantes que comunica a diversas comunidades de la región, resultaron un fraude.

La Sierra Norte es una región enclavada en uno de los puntos más elevados de la orografía oaxaqueña, que ofrece múltiples atractivos naturales y una exuberante vegetación boscosa.

Entre la gran variedad de flora que predomina en la zona, se observa un gran camino que parte los bosques, pero que al acercarse se muestra una carretera en pésimo estado con tramos totalmente desechos,  donde la carpeta asfáltica desapareció, inundada de baches y piedras.

La carretera Díaz Ordaz-Villa Alta es el principal acceso que enlaza y comunica a una docena de pueblos serranos y cuyo deplorable estado frena el desarrollo social y comercial de la zona.

A San Ildefonso Villa Alta; San Cristóbal Lachiririoag; San Francisco Yatee; San Andrés Yaa; Santo Tomás Lachitaá, (ranchería de Betaza), Villa Hidalgo Yalalag; San Melchor Betaza; San Mateo Cajonos, Llano Grande y San Pablo Yaganiza, no sólo los une su cultura y su carácter indígena, también el alto grado de marginación, la pobreza que enfrentan y, sobre todo, el pésimo estado que guardan sus caminos de acceso, interconectados por esta vía.

Estos municipios de la Sierra Norte, una de las zonas más pobres y olvidadas del estado, donde se registran las más altas tasas de marginación en la entidad, son víctimas de la corrupción y de la mala calidad de las obras que en su momento construyó Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), a través de una empresa denominada (Idicatsa).

En un punto de la ruta que conecta a estos municipios aún se mantiene de pie un espectacular de lámina, que en letras mayúsculas y en color negro describe: “El gobierno del estado construye la ampliación y modernización de la carretera Díaz Ordaz-Villa Alta».

En la parte inferior, en letras del mismo color, se alcanza a ver la fuente de financiamiento y el año en que se ejecutó (Fonregión 2015), la cual tuvo una inversión de 4.4 millones de pesos.

 

El recorrido

 

Los tormentas “Kevin” y Beatriz” que azotaron recientemente al territorio oaxaqueño provocaron el desgajamiento en un tramo de la carretera que conduce a la Sierra Norte.

Para poder constatar el mal estado que guardan las carreteras, el equipo de Real Politik realizó un recorrido por esta ruta, a través del cual comprobó que la verdadera odisea para transitar estos caminos, empieza desde el kilómetro 62 en inmediaciones de San Isidro Llano Grande con dirección a San Miguel Cajonos, hasta llegar al distrito de Villa Alta.

Los automovilistas, camioneros y trabajadores del transporte a pesar de conocer estas carreteras y de transitarlas diariamente hacen todo tipo de maniobras para tratar de esquivar las decenas de baches; pese a ello, es inútil no caer en ellos, pues la niebla cubre gran parte de la carretera y opaca la visión del conductor.

La situación empeora cuando llueve. El agua que corre por las arterias escarba más y hace que colapse parte de la carretera, como la que se aprecia en el kilómetro 62, expresó don Juan López, un automovilista que transitaba hacía San Francisco Yatté agencia de Villa Alta.

De acuerdo con viajeros, el caso más lastimado puede observarse en el tramo San Melchor Betaza- San Ildefonso Villa Alta, donde veinte de los 28 kilómetros entre los dos municipios se redujeron a un camino de terracería de un sólo carril. No quedó nada de lo que fue la carpeta de asfalto.

Don Pedro Pérez de 52 años de edad, vecino del municipio de San Andrés Yaa, explicó que esta carretera ha estado en el olvido desde hace varios años, no recuerda con exactitud cuántos, lo que si no olvida son las promesas que diputados y gobernadores hicieron cuando andaban en campaña, donde prometieron que el rezago y la pobreza, por fin se acabaría.

“Esto no ha sucedido, pues todo sigue igual las carreteras cada día están más deterioradas tanto que en algunos tramos ya han sido invadidas por la maleza”, lamentó.

 

Se perdió el recurso

 

Una mujer indígena camina sobre lo que queda de la carretera que comunica a San Miguel Cajonos.

Por su parte la autoridad municipal del San Ildelfonso Villa Alta, denunció el abandono que han sufrido las agencias de su distrito. “Es evidente la mala construcción de la pavimentación y la ausencia de mantenimiento, la cual convierte esta vía en la misma que teníamos hace medio siglo», expone indignado Epigmenio Sandoval Pacheco, síndico municipal de esta demarcación.

Sandoval Pacheco vecino del municipio de Villa Alta, explicó que desde el 2008 esa carretera estaba proyectada para ser pavimentada, empezando desde Díaz Ordaz hasta Cuajimoloyas, pero como se atravesaron las elecciones para diputados “se hizo un desmadre y se perdió el recurso”.

Y agregó: “48 millones de pesos había disponibles para la ampliación de esta carretera, pero se perdió el dinero, la pavimentación sólo quedó en Cuajimoloyas, el resto del tramo para Villa Alta sólo fue para justificar gastos ya que nunca se pavimentó adecuadamente”.

Otro panorama desolador se percibe en la desviación de Villa Alta a San Andrés Yaa, donde el olvido se ha erigido como dueño del lugar. Desde hace 12 años, la delgada línea de asfalto fue levantada por los huracanes que pegaron al territorio oaxaqueño.

 

 

Sexenios van,

sexenios vienen

 

En esta curva que conduce a San Melchor Betaza desapareció la carpeta asfáltica y lo que fue una carretera quedó convertida en un camino rural.

“Cada que inician sexenios es lo mismo: los gobiernos llevan cientos de veces diciendo que van componer esta carretera, supuestamente destinan recursos, los etiquetan y, al final de cuentas, desaparecen con todo y dinero. Nunca se ha podido construir una buena carretera para la Sierra Norte”, lamentó la autoridad municipal.

En total, son 37 kilómetros que actualmente están dañados, los cuales comprenden desde la desviación de Totontepec Villa de Morelos a San Ildefonso Villa Alta, precisó el síndico municipal.

“Estuvo pavimentado un tramo carretero de San Melchor Betaza a San Andrés Yaa, pero con la llegada de los huracanes que pegaron en Oaxaca en el año 2005; desde ese tiempo quedó en abandono, sólo el pueblo con tequios han tratado de mantenerlo transitable”.

 

Un fraude

 

Por ello la ampliación y la modernización, resulta fraudulenta para los serranos de diversas poblaciones de la región, pues los gobiernos en cada informe anual que presentan se jactan en presumir las obras que nunca realizaron.

Prueba de ello, está en el sexto y último informe que presentó el entonces gobernador Gabino Cué donde informó que en su gobierno autorizó a Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), la cantidad de 8 mil 173 millones 329 mil 691 pesos para la atención de 5 mil 968 obras y acciones en infraestructura carretera.

Según ellos, con una meta global de 51 mil 208.52 kilómetros que de forma estratégica se ejecutaron en los subprogramas de construcción, modernización y ampliación, reconstrucción, conservación, rehabilitación, estudios y proyectos en carreteras, caminos y puentes en el estado de Oaxaca.

Sin embargo, basta con hacer un recorrido por los municipios más recónditos en donde la presencia de funcionarios y autoridades responsables de ver y combatir la miseria es nula, el hambre, la desnutrición son cosas comunes en este alejado rincón de la Sierra Juárez.

 

Las secuelas

 

Otro aspecto del estado desastroso en que se encuentra la carretera que comunica a San Melchor Betaza.

Los pobladores enfrentan muchas dificultades cuando tienen que salir para recibir atención médica o para recibir el abasto de productos básicos. En temporada de lluvia son comunes los derrumbes por lo que se interrumpe la comunicación entre las localidades y la cabecera municipal.

Esta situación frena las actividades económicas y acentúa más la pobreza, es decir trae como consecuencia el alza de toda la materia prima, de alimentos, de construcción, incremento de pasajes, combustible entre otras”.

A demás se corre el riesgo de ser asaltados por la lentitud con la que marchan los automóviles por el mal estado de las vialidades, explicó don Epigmenio Pacheco.

“Las carreteras no sólo quitan tiempo sino también, la ruta se convierte de alto riesgo y con fuertes pérdidas para los automovilistas por los daños en sus vehículos. Si se trata de una camioneta, los precios de una rótula y una llanta alcanzan los mil 500 pesos”, comenta don Eleazar Molina, oriundo de Santa Domingo Xagacía, Villa Alta.

«Las pésimas condiciones de la vía, entre San Ildefonso Villa Alta y Díaz Ordaz, pasando para llegar a la Ciudad de Oaxaca, hace que se empleen hasta seis horas en un vehículo ligero, debido a los profundos hoyos que obligan a hacer un alto total», abundó.

La mayoría de estas comunidades de la Sierra Juárez dedicadas a las actividades agrícolas han sufrido afectaciones severas en sus cultivos, uno de los factores que han golpeado a este sector son los fenómenos naturales aunado al pésimo estado en el que se encuentran sus carretas, un claro ejemplo es el café un producto emblemático que hoy en día está en su peor crisis.

 

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