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Cárceles, a merced de la pandemia

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Hacinamiento, sobrepoblación y deficientes medidas de seguridad e higiene, son las adversidades que enfrenta la población penitenciaria en Oaxaca, en riesgo de contraer el Covid-19 de forma masiva una vez que el virus entre tras las rejas. En la entidad, el Centro Penitenciario de Tanivet y la Penitenciaría de Ixcotel ya fueron penetrados por el virus y aunque las autoridades han tomado acciones, éstas resultan insuficientes para evitar una tragedia; sin embargo, no pueden incomunicar a los internos ni suspender visitas porque existe el riesgo de amotinamientos

 

Yolanda PEACH

 

Aislada y sin una política clara para contener los contagios del coronavirus Covid-19, la población penitenciaria en Oaxaca se enfrenta a uno de los más terribles escenarios.

El riesgo de la propagación de la pandemia era inminente y agrava las condiciones en las que viven las personas privadas de la libertad.

En el país se habían contabilizado 476 contagios y 57 defunciones, de los cuales 405 enfermos son persona privadas de su libertad y 62 son custodios; de los fallecidos, 34 son internos, los otros 23 son custodios o personal penitenciario

En Oaxaca sólo han dado a conocer oficialmente el deceso de un elemento en funciones de Custodia en la Penitenciaría Central de Ixcotel sospechoso de ser positivo a Covid-19, así como siete personas privadas de libertad en el Centro Penitenciario de Tanivet y seis en el penal de Ixcotel, a quienes se les detectó el virus.

 

HACINAMIENTO Y SOBREPOBLACIÓN

 

La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), arrojó que en el 32.79 por ciento de las cárceles existe deficiencia en los servicios de salud, 33 por ciento tiene sobrepoblación y 32 por ciento, hacinamiento.

El 45.6 por ciento de los entrevistados comparte su celda con más de cinco personas y 12.5 por ciento la cama. El 30 por ciento no tiene agua potable en el interior de su celda y alrededor del 5 por ciento carece de drenaje.

La Secretaría de Salud federal publicó a mediados de marzo el Protocolo de Actuación para la Atención de Covid-19 en el Interior de los Centros Federales de Reinserción Social.

Las recomendaciones son básicas, campañas de información, reforzar las medidas sanitarias, contar con un área de aislamiento para posibles casos, estrechar la vigilancia sanitaria para detectar casos y considerar restringir las visitas familiares.

Sin embargo, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), indica que en 63 por ciento de los centros de reclusión federales y estatales las condiciones materiales, de equipamiento e higiene de los dormitorios son deficientes.

En Oaxaca, la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social, informó que, desde el inicio de la contingencia sanitaria, se mantienen un monitoreo permanente en los 11 penales estatales.

Otra de las medidas implementadas es la sanitización frecuente de todas las áreas, así como la reducción de visitas en los fines de semana.

“Los centros penitenciarios no tienen las condiciones ni las medidas de higiene para contrarrestar la pandemia”, asegura el penalista Francisco Díaz.

Indica que diariamente ingresan abogados, empleados y proveedores, además de los familiares de los internos, “en cuanto entre el virus el contagio será masivo. No hay cómo controlar con tanta población”.

Al saber de los casos de Covid-19 en los penales de Tanivet y Santa María Ixcotel, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) demandó a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reforzar acciones bajo un enfoque de derechos, que garanticen la salud, vida digna e integridad personal de aquellas personas que se encuentran privadas de su libertad en los diferentes centros de reclusión estatal.

Pidió se implementen medidas respetuosas de los derechos humanos, que eviten la agudización de contagios, así como atención médica especializada a favor de los enfermos.

Reiteró el llamado para que adquiera los insumos necesarios en todos los Centros de Reinserción de la entidad para implementar medidas de prevención tanto para los internos, como los familiares que acuden a visitarlos y para el personal de seguridad adscrito a los penales.

 

INSUMOS INSUFICIENTES

 

Si bien en algunas entidades se han implementado medidas para frenar la propagación, como cancelación de visitas, traslados, aislamiento a personas con síntomas y algunas preliberaciones, no es suficiente.

En el Centro de Readaptación Social (Cereso) Femenil de Tanivet, ubicado en Tlacolula de Matamoros, las visitas están restringidas desde que comenzó la emergencia sanitaria.

Las reciben de lunes a domingo, a partir de las 9 de la mañana hasta las 13 horas. Sólo los familiares directos, como esposo, hijos, papá o mamá pueden salir a las 17 horas. Los amigos sólo pueden estar 20 minutos.

Araceli Pérez cuenta que tiene a una familiar interna. Las medidas contra el Covid son difíciles que se cumplan. “Los familiares le llevamos de todo, ropa de cama, comida, agua, medicina. Todo lo que necesiten para llevar una vida sin aprietos”.

Indicó que en el Cereso no les otorgan insumos de limpieza personal, “nosotros les llevamos jabón, champú y otros productos”.

Los centros penitenciarios son considerados de alto riesgo para el contagio de este virus. Se trata de un espacio reducido y cerrado en el que conviven varias personas.

Las internas se organizaron para elaborar cubre bocas en el taller de costura que se han repartido para el personal de los Centros Penitenciarios del Estado.

Daniel Ramírez Cruz, director del Centro de Internamiento Femenil de Tanitev, señaló que se pretende entregar un cubre bocas a todas las visitas o personas que llegan al lugar y no portan uno.

Agregó que se revisa al personal de seguridad y custodia, así como al administrativo. En la aduana se busca detectar que no tengan alguna enfermedad respiratoria y si presentan algún cuadro de temperatura.

Cloro, jabón y alcohol son insumos básicos para proteger a las personas privadas de su libertad, así como del personal de seguridad y custodia.

Lo contradice el Instituto de Justicia Procesal Penal, en una carta dirigida al Gobierno de Oaxaca, al Poder Judicial de la Federación y a la DDHPO, en la que explica que alrededor de 42 mujeres están inconformes por la falta de medidas sanitarias.

“Reciben visitas los sábados y domingos sin medidas de distanciamiento o filtros de sanitización, y la autoridad penitenciaria les ha delegado la responsabilidad de hacer o comprar sus líquidos antibacteriales”.

La Coordinación para la Libertad de Personas Defensoras Criminalizadas en Oaxaca se unió al reclamo en un comunicado fechado el 3 de junio. Puntualizó que las personas privadas de la libertad en dicho Cereso no habían sido notificadas oficialmente de casos de contagio por Covid-19 ni las medidas preventivas que se implementarían.

Aseguran que las medidas sanitarias implementadas no se aplican en las áreas de trabajo donde conviven personas de todos los pabellones, “sabemos que las inconformes han recibido amenazas de muerte dentro del propio Cereso, en el contexto de un conflicto con compañeras suyas, mismo que, nos parece, se originó por la desinformación oficial y la falta de medidas que garanticen sus derechos a tener contacto con sus familiares en condiciones de seguridad sanitaria”.

 

TEMEN MOTINES

 

El coordinador del Programa de Prevención de la Tortura en la organización Documenta, Ángel Salvador Ferrer publicó que en el tiempo que dure la declaratoria de emergencia por la pandemia de Covid-19 “no debe de existir incomunicación” en los centros de readaptación social. Esta medida evitaría escaladas de violencia, motines o huelgas, “como las que ya han ocurrido en otros países latinoamericanos en este contexto”.

La organización Así Legal realizó un mapa penitenciario ante el Covid-19 en el que se registra que desde que inició la pandemia han ocurrido 16 incidentes de violencia en el país, uno de ellos, en Oaxaca.

Sobre las libertades otorgadas, Oaxaca tiene 15 de las tres mil 436 en todo el país.

En su plataforma, señalan que se han presentado protestas y demandas al interior de los centros que exigen atención médica ante los cuadros de enfermedad que presentan varios internos, dando cuenta que podrían ser más casos de los que se confirman.

“Si bien en algunas entidades se han implementado medidas para frenar la propagación, como cancelación de visitas, traslados, aislamiento a personas con síntomas y algunas preliberaciones, seguimos señalando que esto no es suficiente”.

Aseguran que, con el progreso de las últimas semanas, se ha hecho patente que la atención médica oportuna no ha sido una prioridad para el sistema penitenciario.

De no tomar las medidas adecuadas, la crisis de salud que atraviesa el país, podría agudizarse ante la dificultad de contrarrestar y contener la pandemia en este sector.

 

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