Agencias.- A menos de un año de los Juegos Olímpicos de Río 2016, el deporte olímpico en México parece ser un caos. Desde que en abril pasado Alfredo Castillo llegó a la Conade para relevar a Jesús Mena en la presidencia del organismo, los problemas entre federaciones y el órgano rector del deporte federado se han agudizado.
Tras su llegada, Castillo comenzó a revisar a cada una de las federaciones deportivas en México. A algunas las acusó de lucrar con los recursos públicos que reciben, a otros de tomar decisiones técnicas que, a su decir, no ayudan en el rendimiento deportivo de los atletas, y eso también ha mermado en los resultados a nivel internacional.
“En México, nuestras federaciones han sido prácticamente inmaculadas en las últimas décadas, viven del presupuesto público (salvo la Federación Mexicana de Futbol) y no reportan ningún resultado, salvo a sus agremiados”, escribió Castillo en el diario La Afición en agosto de este año.
Desde entonces, la guerra de declaraciones y luchas de poder se ha incrementado, sobre todo por el desconocimiento que ha hecho la Conade a federaciones como la de boxeo, luchas asociadas (ambas por fallas en fallas en la constitución de sus directivas), atletismo, tiro con arco y remo (por falta de comprobación de gastos), a las cuales les ha negado recursos públicos hasta que puedan transparentar sus gastos y justificarlos o poner en orden sus registros.
Pero en todo este problema, los que más han salido perjudicados han sido los atletas y la imagen del deporte a nivel mundial.
“Este desorden viene a afectar sobre todo al deporte desde el punto de su credibilidad, de la fe que se puede sentir en él, que la gente empiece a desmotivarse”, asegura Eric Olvarrieta, especialista en imagen deportiva.
“Como en cualquier otra disciplina, este tipo de medidas sí viene a afectar en muchos sentidos el deporte en México. De por sí ya está frágil el momento actual que está viviendo el deporte —como con la FIFA—, entonces este tipo de situaciones viene a desmotivar al atleta, quien se esfuerza, se compromete, hace todo lo posible por cumplir un sueño, como ir a unos Juegos Olímpicos, una Olimpiada Nacional o cualquier competencia”, afirma Olavarrieta.
En ese sentido, algunos como Aída Román han alzado la voz: “Esta situación es muy difícil. He estado tirando un poco más bajo que antes. Ha sido difícil en este inter de estar batallando por apoyos, pero hacemos nuestro esfuerzo”, decía previo a su participación en los Juegos Panamericanos.
No obstante, para el experto las medidas que ha tomado la Conade han sido “valientes y arriesgadas”, aunque sin duda no han sido del agrado de las distintas federaciones, quienes tampoco han cedido y en casos como los de boxeo o tiro con arco, siguen sin recibir presupuesto y, por ende, apoyar a sus atletas para los distintos eventos deportivos tanto nacionales como internacionales.
“Lo que está generando es incluso la renuncia de personas clave, como lo hemos visto en casos muy acentuados como el basquetbol, la renuncia (y luego regreso) de (Sergio) Valdeolmillos, jugadores que juegan en la Liga Mexicana de Basquetbol a los que no les han pagado y ellos luchan por clasificar a JO, pero finalmente este asunto de corrupción —del cual todos dicen que son inocentes— viene a afectar en la esencia, en el eje central del deporte”, enfatiza el experto.
Polémica sin resultados
Pese a que federaciones como box y atletismo han alzado la voz contra las medidas que ha tenido la Conade contra ellas, lo cierto es que las instituciones que están dentro de la polémica con el órgano rector del deporte nacional no pueden presumir que den resultados.
De los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 a la fecha, las medallas no se han dado en deportes como el box (la cual consiguió su última presea olímpica en la justa australiana) o como en el caso de atletismo, donde en 15 años sólo han sumado tres medallas en las competencias veraniegas que se celebran cada cuatro años.
Es por ello que Eric Olavarrieta considera que los resultados que obtengan los atletas en los Juegos Olímpicos de Río 2016 podrían ayudar un poco a resarcir la imagen de incertidumbre y caos que existe actualmente en el deporte nacional.
“Sí ayuda en parte, aunque no lo es todo. Los éxitos pueden ayudar a maquillar la realidad de una federación u organismo que agremia las federaciones. Sin embargo, es como intentar plantar alguna semilla en un terreno que no es fértil y tener la esperanza de que al volverlas a plantar se van a obtener frutos. El problema es que nunca se ha trabajado de fondo”, explica el especialista.
Proyecto sólido y comunicación, claves para mejorar
Desde su llegada a la Conade, Alfredo Castillo ha tomado acciones para, desde su punto de vista, guiar al deporte a mejor puerto.
Sin embargo, en el papel aún no existe un Plan Nacional que marque la pauta para entender hacia dónde va el deporte en México.
Y es justo eso lo que, a decir de Olavarrieta, se necesita para combatir los problemas que existen entre las federaciones y la Conade.
“Se tiene que trabajar en dos ejes. Lo primero es crear un proyecto sólido, y por eso es que se está trabajando intensamente con jóvenes desde los 12-13 años, que asisten a Olimpiada Nacional, para que esto sea el semillero de futuros deportistas. Suena muy bien como lo plantean. Sin embargo, lo que queremos es que veamos un proyecto sólido que dé resultados”, explica el especialista.
Del mismo modo, considera que se debe tener una política realista que no se quede todo en palabras “es lo que finalmente va a ayudar a cambiar un poco esta situación negativa”.
Por último, el especialista asegura que otro rubro en el que se debe trabajar es la comunicación: “No se comunican, quieren trabajar de manera ordenada pero no saben cómo está el otro, qué es lo que quieren y necesitan”, asegura.
Olavarrieta plantea que la Conade y las federaciones deben trabajar para unificar criterios, protocolos y reglamentos, pues aunque a algunos no les guste “son elementos que ayudarán a que se dé más fácilmente ese proyecto sólido y se trabaje de manera justa y ordenada en el deporte mexicano”, concluyó.
