Lejos de las propuestas de honestidad y de combate a la corrupción del candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, en Oaxaca, la dirigencia estatal del PRI, en medio de una crisis que ha resquebrajado al partido, designó como candidatos plurinominales al Congreso local a un grupo de personajes que en algún momento de sus carreras han estado identificados con los ex gobernadores Diódoro Carrasco, José Murat o Ulises Ruiz y sobre los que pesan múltiples acusaciones de corrupción, entre ellos actos de peculado, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y delitos electorales. Estos militantes, que prácticamente tiene los dos pies dentro del Congreso, tendrán la encomienda de “velar” por los intereses de su agrupación y contrarrestar los embates de Morena, que se perfila para convertirse en la primera fuerza política del estado
David Méndez
En contra de las promesas de acabar con la corrupción y la impunidad hechas por su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha perfilado como diputados locales a viejos caciques –políticamente impulsados por los ex gobernadores Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruiz– sobre los que pesan múltiples acusaciones de peculado, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito y delitos electorales, entre otros.
Vetados de espacios plurinominales en el Congreso de la Unión tras su sublevación y las críticas lanzadas en contra de su dirigencia nacional por la postulación de Meade Kuribeña, los grupos más fuertes que predominan en el priismo oaxaqueño se han valido de todas sus artimañas –desde renuncias, complots y hasta la compra de candidaturas en otros partidos– para negociar internamente y mantener los espacios de poder que les permitan seguir vigentes en las negociaciones por recursos e impunidad.
Además, la actual crisis política y de credibilidad que envuelve a aquel instituto ha desembocado en una decadencia de principios, traducida en la entrega de espacios a personajes panistas de nulo peso político, como Leslie Jiménez Valencia y Mariuma Murina Vadillo, en un pago de favores por el cobijo otorgado a la campaña de Alejandro Murat Hinojosa, actual mandatario oaxaqueño, hijo de José Murat, el personaje que hoy pretende imponer su hegemonía.
Pugnas y división
Ante los pronósticos de que el PRI perderá en Oaxaca la contienda en la mayoría de los 25 distritos locales, las disputas por hacerse de los primeros puestos de representación proporcional, los que conduce a una curul sin la necesidad de hacer campaña, cobró mayor trascendencia en la víspera de los cierres de registro.
Dentro de las primeras seis candidaturas plurinominales dadas a conocer por la dirigencia local y que, de acuerdo con diversos analistas pueden considerarse ya como virtuales diputados, aparecen tres personajes estrechamente vinculados con el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz (Adolfo Toledo Infanzón, Alejandro Avilés y Lilia Mendoza), aunque dos de ellos también han fungido como aliados del grupo de Murat.
Un cuarto personaje, Jorge Villacaña Jiménez, hermano del ex edil de Oaxaca de Juárez, Javier Villacaña, aparece, también, como uno de los favorecidos a pesar de sus estrechos vínculos con el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, hoy panista y secretario de Gobierno del estado de Puebla.
¿Quiénes son?
El candidato presidencial José Antonio Meade, nombró en febrero pasado como su coordinador estatal de campaña al ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y ex secretario general de Gobierno, Alejandro Avilés Álvarez, quien, a cambio, recibió el segundo puesto dentro de la lista de aspirantes a diputados locales por la vía de representación proporcional. Su retorno al Congreso local es un hecho.
De 2013 a 2016, Avilés se desempeñó como líder de la bancada del PRI en la 63 Legislatura del Congreso local, donde fue acusado de incurrir, al lado de los coordinadores del PAN y PRD, en una mala ejecución de mil 800 millones de pesos, que les fueron ministrados por la Secretaría de Finanzas.
Específicamente, en 2014, cuando se desempeñó como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), fue señalado de manejar de manera discrecional los 600 millones de pesos que en aquel periodo le fueron otorgados al Poder Legislativo como presupuesto.
Además, en 2016, el entonces dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en pleno proceso electoral que renovaría la gubernatura, el Congreso local y 153 alcaldías del sistema de partidos políticos, fue denunciado ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) por la presunta venta de candidaturas, cuyos precios fluctuaban entre uno y tres millones de pesos.
Hechura de Ulises
Polémico desde sus comienzos. De acuerdo con archivos hemerográficos, la carrera política de Avilés se inició en el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano, cuando trabajó en el Departamento de Adquisiciones de la Secretaría de Administración y fungía como titular Jorge Bustamante García.
Avilés Álvarez fue acusado de haber participado en un auto robo a la nómina de la Secretaría de Administración, cuando se desempeñaba como director de Recursos Materiales; el pagador de la nómina fue detenido y confesó la simulación del asalto en el que supuestamente fue víctima. Las autoridades, sin embargo, nunca investigaron al hoy coordinador de la campaña de Meade.
Años después, durante el mandato de José Murat, entre 1998 y 2004, Avilés trabajó bajo las órdenes de Ulises Ruiz Ortiz, quien en ese entonces se desempeñaba como senador, presidente del Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional y era considerado como el Mapache Mayor en el ámbito nacional, por su astucia al momento de manipular el acarreo de votos, lo que lo llevó a ser mano derecha de Roberto Madrazo Pintado, ex presidente nacional de su partido y derrotado aspirante presidencial.
Ya con Ulises Ruiz en el poder, Avilés fue impuesto como diputado local por la vía plurinominal y posteriormente, en la segunda mitad del sexenio, nombrado Coordinador de Delegados de Gobierno.
A pesar de que su padrino político fue derrotado en las elecciones de 2010, Avilés continuó ostentando puestos de poder, hasta que en 2013 regresó al Congreso local en la 62 legislatura y fue designado jefe de la fracción parlamentaria de su partido.
Una vez que Alejandro Murat se perfilaba como el candidato del PRI al gobierno de Oaxaca, Avilés decidió, según versiones periodísticas, jugarle la contra a Ulises Ruiz y operar a favor del hoy Gobernador. Ello lo llevó nuevamente a la presidencia de su partido a nivel estatal; luego, a la secretaría General de Gobierno, de la que fue despedido en la Semana Santa del año pasado, una vez de que su hijo utilizó el helicóptero oficial del Gobierno de Oaxaca para trasladarse a las playas de Puerto Escondido, donde vacacionaría junto con un grupo de amigos ese fin de semana.
Los amarres con las actuales autoridades, le ayudaron a que, a pesar del escándalo mediático que trascendió a nivel nacional, en agosto fuera nombrado delegado de la Sedesol, lo que le abrió la puerta a controlar todos los programas sociales que el gobierno federal ejecuta en el estado.
Ante la impunidad con la que se ha desenvuelto el ex secretario de Gobierno, el colectivo afirma ello se debe a la traición hecha al grupo de Ulises Ruiz; sin embargo, algunos analistas, como el sociólogo Isidoro Yescas, han dicho en entrevistas para Real Politik que Avilés negoció con el grupo actual en el poder, pero continúa perteneciendo a la corriente ulisista.
Otro aliado de URO
En la sexta posición de representación proporcional, aparece Jorge Toledo Luis, actual senador de la república, tras sustituir en diciembre de 2015 a Eviel Pérez Magaña –el delfín de Ulises Ruiz–, quien solicitó licencia para buscar la candidatura, por segunda vez consecutiva, al gobierno de Oaxaca.
Al igual que Alejandro Avilés, Toledo recibió el impulso político del ex gobernador, con quien se desempeñó como Coordinador General de Delegados del Estado de Oaxaca (2004-2006), secretario de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI (2008-2009), diputado federal (2006-2009), coordinador general de la campaña de Eviel Pérez Magaña (2010) y delegado de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) 2013-2015.
Como integrante de la Cámara Baja, Toledo defendió a ultranza la permanencia en el poder de su jefe político Ulises Ruiz, durante el conflicto político social de 2006.
Antecedentes de corrupción
En enero pasado, una vez que Eviel Pérez Magaña por azares del destino es nombrado titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), puesto desde donde es operada la política electoral clientelista del PRI, la revista Proceso reveló que Toledo Luis durante su estancia en la CDI, otorgó contratos millonarios a empresas ligadas a Pérez Magaña.
En total, dos empresas vinculadas a Pérez Magaña obtuvieron contratos federales por más de 137 millones de pesos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, señaló el semanario.
En abril de 2015, la delegación de la CDI en Oaxaca, con Toledo al frente, otorgó un contrato por 3 millones 536 mil pesos a la empresa Cothesa para la construcción del sistema de agua potable de la localidad de Piedra Quemada, perteneciente a Tuxtepec, pormenorizó la investigación.
En un acta administrativa de Cothesa, aparece como representante legal José Alberto Pérez Magaña, hermano del titular de la Sedesol.
Antes, en mayo de 2013, Toledo Luis le había otorgado otro contrato, éste por 9 millones 882 mil pesos a otra agrupación comercial vinculada con Eviel Pérez Magaña, constituida como Construcciones Civiles y Asesoría Técnica y legalmente representada por Rolando Pérez Magaña.
Toledo, lejos de haber sido sometido a algún tipo de investigación por su partido o por las autoridades del país, fue premiado con la sexta posición plurinominal.
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En la tercera posición figura Lilia Mendoza, otra ex integrante de la 62 Legislatura, considerada como la más improductiva y opaca de la historia de Oaxaca.
Con 65 años de edad, es contemporánea tanto de José Murat (70 años) y de Ulises Ruiz (59 años).
En el trienio 1989-1992, durante la administración de Heladio Ramírez López –impulsor político de Diódoro Carrasco Altamirano– Mendoza Cruz, ex trabajadora social de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), se desempeñó como diputada local en la 54 legislatura local.
Años después, fungió como secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal con José Murat, en cuya administración también fue diputada federal por el distrito de Teotitlán de Flores Magón.
Posteriormente, durante la administración de Ulises Ruiz, en 2004, fue nombrada titular de la Procuraduría de Defensa del Indígena, cargo que ostentó hasta 2006, luego de ser nombrada candidata al Senado de la República, elección que perdió ante la alianza PRD-PT-Convergencia.
Polémica apuesta joven
En el número uno de la lista aparece Yarith Tannos Cruz, diputada federal con licencia, famosa por los escándalos que ha protagonizado en redes sociales, por los yerros que ha publicado a través de las mismas plataformas y por sus desplantes hacia el electorado.
La carrera política de Tannos, la apuesta joven de su partido, ha sido impulsada por el ex líder de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados federal, César Camacho Quiroz, y por el coordinador de los diputados federales de Puebla, Víctor Giorgana Jiménez, con el que, en noviembre de 2015, cinco meses después de haber ganado el proceso electivo que la llevó a la Cámara Baja, fue vinculada sentimentalmente.
En febrero de 2017, en una entrevista concedida para la cadena Imagen Televisión, Tannos, que en su currícula se presenta como licenciada en Ciencias Políticas e Ingeniería Civil, no supo responder a la pregunta de cuántos artículos integran la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (la respuesta correcta era 136), a pesar de que su labor se centra, justamente, en estudiar la Carta Magna para adecuarla a las necesidades del país.
Siete meses después, luego del terremoto del siete de septiembre que devastó la región del Istmo de Tehuantepec, la mujer, de 33 años, oriunda de Juchitán de Zaragoza, viajó a aquella zona del estado para acompañar al presidente Enrique Peña Nieto en una gira de trabajo efectuada el 12 de septiembre.
Luego de hacer un recorrido por algunas calles, la diputada optó por sentarse en una acera y pedirle a un grupo de damnificados que soplarán a su alrededor con franelas y cartones para que pudiera refrescarse.
Los pobladores accedieron, mientras la funcionaria observaba su teléfono celular.
Ese mismo año fue relacionada sentimentalmente con el secretario de Seguridad Pública estatal, Raymundo Tuñón Jáuregui.
Tres meses después, ya en 2018, Tannos, a través de su cuenta de Twitter, envió condolencias a las “personas fallecidas” en Santiago Jamiltepec tras el accidente aéreo del pasado 16 de febrero, lo que le acarreó múltiples críticas por parte de los cibernautas, por lo que optó, minutos después, por borrar el mensaje y escribir otro en el que rectificó y dio el pésame a los deudos.
A pesar de sus desatinos, la legisladora istmeña cuenta con el respaldo del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien, avaló, además, que fuera postulada por la vía de mayoría relativa como propietaria de la segunda fórmula al Senado de la República.
Con ello, Tannos tiene asegurado un lugar en el Poder Legislativo, ya sea en el federal, por medio del Senado, o en el local, por el puesto plurinominal que le ha sido designado.
Un diodorista
En el cuarto escalón aparece un personaje estrechamente vinculado con el ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, Jorge Villacaña Jiménez, quien en 2016 fue bajado de última hora de la misma lista.
Villacaña Jiménez, quien contrajo nupcias con Luz Divina Zárate Apak, personaje cercano a Diódoro Carrasco Altamirano, ha sido señalado, en diversas ocasiones, como uno de los operadores de su hermano, Javier Villacaña; éste último, ex presidente municipal de Oaxaca de Juárez, y actual compañero de fórmula de Raúl Bolaños Cacho Cué en la carrera al Senado de la República.
Jorge Villacaña, sin embargo, no es el primer personaje diodorista en ser considerado dentro del reparto de puestos políticos al interior del PRI, pues José Antonio Estefan Guillessen, hijo de José Antonio Estefan Garfias, ex candidato a la gubernatura en 2016, fue nominado como candidato de la coalición PRI-Verde-Panal a la diputación federal por el distrito de Salina Cruz.
Real Politik, en su edición 344, dio cuenta de los diversos señalamientos que apuntan a una posible alianza entre José Murat y Carrasco Altamirano para derrocar a Ulises Ruiz Ortiz, que hoy, sin embargo, parece fortalecido con cuotas dentro del propio PRI y en la alianza PAN-PRD.
Nepotismo y tráfico de influencias
No es mejor la segunda lista más representativa para el PRI, que contiene las candidaturas por mayoría relativa, en la que aparecen los nombres de los representantes de los 25 distritos electorales locales, que buscarán conformar el Poder Legislativo, de donde emanan o se modifican las leyes.
A pesar del fracaso que les ha sido vaticinado a los abanderados del tricolor, sobre todo por el maltrecho gobierno peñista, que ha sido considerado el presidente más impopular de México y debido al efecto López Obrador, personaje que actualmente encabeza las preferencias electorales rumbo a la Presidencia, la designación de estos aspirantes se realizó entre prácticas de nepotismo y pago de cuotas.
Por el distrito cuatro, con cabecera en Teotitlán de Flores Magón, contenderá Lizbeth Concha Ojeda, hija de Elpidio Concha, político identificado con José Murat, acusado de haber incurrido en actos de corrupción; por Huajuapan de León contenderá Yolanda López Velasco, actual diputada federal y madre de Yolanda Martínez López, actual secretaria de Desarrollo Social de Oaxaca; la última, se desempeñó como asistente particular del ex secretario de Hacienda y actual secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.
Videgaray, principal operador de Enrique Peña Nieto, impuso a madre e hija en la vida política de Oaxaca.
Por el distrito 11 de Matías Romero, participará Lilia Antonio Ríos, madre de Gustavo Marín Antonio, actual diputado del Partido Encuentro Social (PES); por el distrito 20, de Juchitán de Zaragoza, contenderá Samuel Gurrión Herrera, hijo de Daniel Gurrión Matías, ex edil de la población y hermano de Samuel Gurrión, quien renunció a su militancia priista y ahora contenderá por la alcaldía de Oaxaca de Juárez bajo el cobijo de la coalición PAN-PRD-MC.
Otros personajes que son considerados caciques buscarán imponer el dominio priista en Asunción Nochixtlán, con Herminio Cuevas Chávez; Óscar Valencia García, en Miahuatlán de Porfirio Díaz, y David Aguilar Robles, dirigente de la CROC, organización que ha sostenido múltiples enfrentamientos violentos con la CTM y Sindicato Libertad, que contenderá por Oaxaca de Juárez Sur.
Por la diputación local por el distrito 14, Oaxaca de Juárez Norte, fue postulada la panista Leslie Jiménez Valencia, otra ex integrante de la 62 Legislatura y quien desconoció a su líder parlamentaria, Natividad Díaz Jiménez, hoy candidata plurinominal a una diputación federal por el blanquiazul.
Por el distrito 19, de Salina Cruz, el PRI postuló a Mariuma Munira Vadillo, quien en 2016, pretendió competir por una diputación bajo las siglas de Acción Nacional; sin embargo, tras ser relegada, se sumó a la campaña de Alejandro Murat Hinojosa.
En noviembre de 2017, Murat designó a Vadillo como titular de la Secretaría de la Mujer, de donde fue destituida dos meses después, tras ser acusada por empleadas de incurrir en prácticas de abuso laboral.
De manera extraoficial, trascendió también que tuvo un desencuentro con el hoy candidato al Senado de la República, Raúl Bolaños Cacho Cué, cuando éste, como secretario de Desarrollo Social, intentó entablar comunicación con la funcionaria para implementar proyectos en pro del sector femenino.
Según diversas columnas de análisis político, Mariuma Munira le respondió a Bolaños Cacho que ella únicamente se entendía con Murat Hinojosa.