Agencias.-El presidente estadounidense, Barack Obama, ordenó a su gobierno recibir como mínimo a 10.000 refugiados sirios durante 2016, anunció este jueves la Casa Blanca.
Hasta el momento, Estados Unidos recibió alrededor de 1.500 refugiados en el año fiscal que culmina a fines de septiembre y Obama solicitó a su equipo de gobierno que «aumente esa cifra y acepte al menos a 10.000 refugiados durante el próximo año fiscal», declaró Josh Earnest, su vocero.
Actualmente, la Unión Europea intenta implementar un plan de acogida de refugiados basándose en la asignación de «cuotas» de migrantes para cada país miembro. Sin embargo, la dimensión del fenómeno ha tornado las medidas en insuficientes.
Con la opinión pública global atónita por las imágenes de los refugiados en Europa, Estados Unidos tiene la presión para actuar rápido. De acuerdo con cifras de la Agencia para Refugiados de las Naciones Unidas (Acnur), unas 380.000 personas han intentado llegar a Europa a través del Mediterráneo, arriesgando incluso sus vidas y las de sus familias para lograrlo.
Estados Unidos acepta cada año a unos 70.000 refugiados de conflictos bélicos o perseguidos, pero actuó lentamente en el caso de los sirios, quienes deben pasar por controles de seguridad estrictos para detectar a los extremistas incluso después de ser registrados por Naciones Unidas (ONU).
Hay aproximadamente cuatro millones de refugiados sirios después de los últimos cuatro años de guerra en Siria y al menos 280.000 muertos. El conflicto, que comenzó con los levantamientos en el marco de la llamada Primavera Árabe, se convirtió en una guerra civil en la que el presidente Bashar al Assad ha apelado a todo tipo de recursos -incluídas armas químicas- contra la población civil.
Además, el último año un nuevo protagonista se sumó al ya convulsionado país. Se trata del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que ya domina amplios territorios sirios y del vecino Irak, donde impone el máximo rigor en el respeto a la Sharia.
Estados Unidos encabeza, por su parte, una coalisión de países aliados que ha emprendido una serie de bombardeos sobre Irak y Siria contra objetivos del Estado Islámico, aunque sin lograr por el momento terminar con el grupo yihadista.
