Agencias.-Con cinco impactos de bala, un vecino de Miahuatlán de Porfirio Díaz murió ayer cuando era atendido en un hospital de la zona, víctima de un ataque armado.
Corporaciones policiacas estatales señalaron que ayer, alrededor de la 4:50 horas, llamaron para avisarles que se escuchaban múltiples detonaciones de armas de fuego en la esquina que forman las calles 16 de Septiembre y la diagonal del mismo nombre.
De inmediato se movilizaron al lugar y se encontraron con un hombre tirado, quien sangraba abundantemente, por lo que pidieron a un grupo de paramédicos que se trasladara al lugar para socorrer al herido, ya que el charco que se formaba a su alrededor era impresionante.
Curiosos que se aglomeraron alrededor de la víctima, informaron a la policía que un hombre armado disparó contra víctima, conocido taquero en el lugar.
Uno más, aseguró que el agresor, tras disparar contra el taquero y cerciorarse que éste estaba en el piso, intentó escapar, pero todo indicaba que fue detenido metros adelante; sin embargo, no sabía a qué lugar lo habían llevado.
Los policías comenzaron a resguardar el área y le pidieron a los curiosos que se retiraran un poco para no contaminar la escena del crimen.
A los pocos minutos, llegaron socorristas de la Cruz Roja Mexicana con sede en esa jurisdicción.
Tras tomar los signos vitales del herido y darse cuenta de que el pulso estaba muy débil, trataron de contener la hemorragia, estabilizarlo y subirlo a una camilla, para trasladarlo de urgencia a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que lo atendieran médicamente, ya que estaba muy grave.
Una vez que se retiró la ambulancia con el herido a bordo, llegaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), quienes habían sido informados de lo ocurrido.
Realizaron la inspección ocular en el lugar en busca de evidencias, como serían los casquillos de bala; además de tomar fotografías del lugar en el que cayó el taquero, en el que todavía estaba la sangre derramada y anotaron datos planimétricos de la zona.
Encontraron varios casquillos percutidos, calibre 25 milímetros, mismos que quedaron embalados en cadena de custodia como evidencia en el legajo de investigación iniciado.
Enseguida, interrogaron a algunos curiosos que todavía quedaban en el lugar y observaban atentos el movimiento policiaco.
Cuando se trasladaban a la clínica del IMSS para platicar con la víctima y les contara cómo ocurrió el ataque, si sospechaba o sabía del móvil, así como si identificó al agresor, les informaron que éste falleció a consecuencia de las heridas, pues pese a los esfuerzos médicos, no resistió.
El cuerpo fue llevado entonces al anfiteatro del lugar para la práctica de la necrocirugía de ley y saber la causa de la muerte, así como los órganos afectados por las balas, ya que todo indicaba que recibió cinco impactos.
A las oficinas de la fiscalía llegaron familiares de la víctima, quienes pidieron ver el cadáver.
Una vez que lo identificaron, informaron que se trataba de Félix Jarquín Ortiz, quien tenía 60 años de edad, era taquero y propietario de la taquería Juanita, con domicilio en la misma calle.
Los familiares aseguraron que desconocían el móvil del asesinato; sin embargo, indicaron que debido a que su taquería estaba frente a la gasolinera y de la delegación de la Cruz Roja Mexicana, en el centro de la población, tenía mucha clientela.
Detallaron que además de los ricos tacos de birria que iban acompañados de consomé gratis, también vendía tamales, tacos, memelitas, quesadillas y carne asado, todo con tortillas de comal, así como atole, arroz con leche, champurrado, nescafé, jugos y refrescos, por lo que en ocasiones, cerraba muy tarde, ya que no dejaba de vender.
Indicaron que probablemente por este motivo, estaba de madrugada en las calles de Miahuatlán, ya que está cerca el lugar donde ocurrió el ataque, por lo que tampoco descartaban que se tratara de un robo violento; sin embargo, añadieron, pedían que agotaran todas las líneas de investigación.
Más tarde, la Policía Municipal informó que tenían a una persona detenida en la cárcel de la localidad acusada de balear al taquero, por lo que realizaban los trámites para ponerlo a disposición de la autoridad ministerial de acuerdo al protocolo.
El hombre, una vez que le fuera discernido el cargo a un abogado defensor, podría dar su versión de lo ocurrido; además de que faltaba por calificar si la detención estuvo apegada a derecho y sin violentar las garantías del acusado.
