De acuerdo a la columna de Darío Celis, para Santiago Nieto, el virtual fiscal de Andrés Manuel López Obrador, los casos de Odebrecht y La Estafa Maestra, confluyen en un mismo origen: Luis Videgaray Caso
Añaden que Emilio Lozoya y Rosario Robles no se mandaban solos. Siempre estuvo arriba de las decisiones y actos que hoy tienen a uno a salto de mata y a la otra en la cárcel el “alter ego” de Enrique Peña Nieto.
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El expediente del ex secretario de Hacienda y ex canciller cada día engrosa más. Videgaray lo sabe y por eso recurrió ya a Diego Fernández de Cevallos.
Los abogados cercanos al ex presidente Peña y a su Consejero Jurídico, Humberto Castillejos, ya empiezan a declinar casos: José Luis Nassar, Alonso Aguilar Zínser, Raúl Cervantes, Gerardo Ramírez Ornelas y no se diga Juan Collado, preso también.
Agrega que Videgaray se le está buscando hasta por debajo de las piedras. No está siendo fácil encontrarle algo porque no firmaba nada, aunque todo lo ordenaba o lo autorizaba.
En Pemex, Lozoya forcejeó con él la primera mitad del sexenio, pero cuando logró echarlo se manejó a sus anchas: José Antonio González Anaya y Carlos Treviño solo obedecían sus instrucciones.
En la Estafa Maestra tuvo conocimiento del tratamiento que del caso dieron Robles Berlanga, primero, y José Antonio Meade y Luis Miranda, después, aunque, otra vez, no está siendo sencillo fincarle responsabilidad.
A partir de su influyente posición, Videgaray conoció cómo se procesaban los pagos que se hacían desde la CFE cuando estuvo al frente Enrique Ochoa; del ISSSTE, con Sebastián Lerdo de Tejada y Fernando Baeza; del IMSS con Mikel Arriola, de Bansefi con Virgilio Andrade y de Pemex.
Videgaray es una medalla que Nieto anhela colgarse. López Obrador ya le dio luz verde, pues pegarle a él es dar en la línea de flotación de Peña.
Pero aquél no se va a dejar y ya se blinda dentro y fuera de México desde un modesto cubículo del Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde dirige un proyecto de Inteligencia Artificial.