La titular de la Procuraduría de Justicia del Estado, Leticia Soto Acosta, anunció ayer el hallazgo de siete cadáveres del sexo masculino que se encontraron en el interior de una noria en el municipio de Calera, de cuyas muertes se había responsabilizado a las siete personas que el martes 7 de julio fueron víctimas de desaparición forzada y posteriormente masacradas por soldados del 97 Batallón de Infantería, al mando del coronel Martín Pérez Reséndiz.
La procuradora Soto Acosta dijo que las víctimas de los militares eran “criminales altamente peligrosos” que habrían realizado un ajuste de cuentas con un grupo delictivo contrario.
Además, elogió el trabajo del Ejército “que nos ha apoyado en todos estos años de lucha en el combate a la delincuencia en Zacatecas”.
En la madrugada del martes 7, el ex militar Germán Martín García González y otras seis personas –cuatro menores de edad y dos mujeres– fueron sacados de una vivienda en Calera por un grupo de militares encabezados por el coronel Martín Pérez Reséndiz.
Una semana después, los familiares de los siete desaparecidos denunciaron públicamente la acción de los militares y responsabilizaron al coronel Pérez Reséndiz, exigiendo a las autoridades esclarecer el paradero de los desaparecidos.
A los dos días, la PGJE dio a conocer que se encontraron los cuerpos de los siete desaparecidos, torturados y con un tiro en la nuca.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) anunció la intervención de la Procuraduría Militar que, tras abrir una investigación, encontró responsabilidad del coronel Pérez Reséndiz y varios integrantes del batallón, los cuales fueron trasladados a la prisión militar en Jalisco.