Hoy el canciller alemán, Ángela Merkel, cumplió 61 años. Un ramo de flores la esperaba en el Parlamento alemán, donde acudió para defender el tercer rescate a Grecia frente a los legisladores de ese país.
Pero el canciller alemán, que también cumplirá 10 años en su cargo a fines de este año, podría no tener muchos ánimos de celebración.
A pesar de que el Bundestag concedió hoy el mandato al gobierno alemán para comenzar las negociaciones para un tercer rescate a Grecia, la votación sacó a la luz la creciente oposición que Merkel está enfrentando en su propio partido, la Unión Cristiano demócrata (CDU), donde 60 parlamentarios votaron en contra del plan de la canciller y cinco se abstuvieron.
Pero no sólo está enfrentándose a la oposición de su partido. Según un sondeo de la cadena ARD, 49% de los alemanes se opone a negociar el nuevo rescate, frente a un 46% que lo apoya.
La canciller alemana también está viviendo uno de los peores momentos mediáticos de su carrera. Según el diario británico The Times, Merkel ha sido acusada por distintos medios alemanes, de “destruir los esfuerzos de 70 años de rehabilitar la imagen del país, al hacerse evidente que el país lideró el empuje para obtener el trato más duro posible con Grecia”, escribe The Times citando a diferentes medios locales.
El analista Wolfang Münchau, en una columna publicada en el semanario The Spiegel aseguró por ejemplo que las negociaciones en Bruselas fueron como “el retorno de Europa a las estructuras de poder del siglo 19 y 20, en donde el más fuerte fuerza su voluntad sobre el más débil”, aseguró el columnista quien concluye: “en un sólo fin de semana, el gobierno federal deshizo 70 años de diplomacia post guerra”.
Por otra lado en el diario alemán Südeutsche Zeitung, el editor Heribert Prantl, aseguró que “si miras el mundo de Internet, te da la sensación que un nuevo tratado de Versalles fue forzado sobre los griegos. Uno debería ser cauteloso con tales comparaciones históricas, pero los prejuicios contra Alemania también fueron inspirados por el comportamiento de Wolfgang Schäuble”, aseguró nombrando al ministro de Finanzas alemán, quien también se ha llevado severas críticas.
Incluso el diario Bild, que apoyó la salida de Grecia del euro, criticó a Merkel por “no ser lo suficientemente dura” y entregó distintos argumentos para demostrar que el tercer rescate estaba destinado a fallar.
La situación empeoró esta semana durante un encuentro entre Merkel y un grupo de adolescentes en Rostock, cuando una joven palestina llamada Reem le explicó en perfecto alemán a la canciller, sus deseos de seguir estudiando en Alemania. La joven de 14 años explicó que ella y su familia debían abandonar el país porque a su padre se le acabó el contrato de trabajo, pero que ya llevaban cuatro años viviendo allí.
La canciller no aflojó su postura y contestó: “Tú eres una chica muy simpática, pero sabes que en Líbano hay miles y miles de refugiados palestinos. Y que si les dijéramos a todos que pueden venir… y también a los africanos… No podemos hacerlo. Algunos van a tener que volver a su país”.
Entonces la adolescente comenzó a llorar. Merkel se acercó y le dijo que no se preocupara, que había hablado bien. El moderador le explicó a la canciller entonces que la niña lloraba por la situación a la que se enfrentaba. “Ya sé que es una situación muy complicada”, contestó la canciller. “Pero a pesar de todo quiero acariciarle”, añadió.
La escena provocó burlas, críticas y comentarios tanto en redes sociales como en diferentes medios que la acusaron de poco empática. Tanto así que la cancillería alemana publicó el video completa para evitar “visiones parciales” de lo ocurrido.
