Los vendedores ambulantes no sólo se han apoderado del primer cuadro de la ciudad, sino también de hospitales, escuelas, centros comerciales establecidos, oficinas gubernamentales y jardines públicos; operan con total impunidad sin que nadie haga algo por poner orden
Jorge Vega Aguilar
Impunes, ante la incompetencia de las autoridades municipales, operan en el primer cuadro de la ciudad de Oaxaca de Juárez, alrededor de 2 mil 500 puestos de vendedores ambulantes, protegidos en su mayoría, por más de 30 líderes.
A fines de enero de este año había contabilizados aproximadamente mil 800 puestos en la vía pública sin permiso, y hubo un operativo para retirarlos, pero fue fallido.
De acuerdo al censo de 2018, estaban instalados ilegalmente mil 400 puestos en calles y banquetas del primer cuadro de la ciudad.
El 17 de octubre de ese año, luego de un acuerdo con 25 organizaciones, el municipio de Oaxaca de Juárez puso en marcha
el programa “Un día sin ambulantes”, todos los miércoles.
El objetivo, era supuestamente, “liberar” del comercio informal las calles de Las Casas, Aldama, Bustamante, Miguel Cabrera, Nuño del Mercado, Libres, Victoria, entre otras.
Pero el programa, sólo benefició a líderes que aceptaron convenios con la autoridad municipal, indicaron varios comerciantes ambulantes que fueron retirados de la vía pública, porque no pertenecían a ninguna organización.
En esa ocasión, el edil José Antonio Hernández Fraguas –quien repitió por segunda vez en el cargo en el bienio 2017-2018, pero que no concluyó pues pidió licencia cinco días antes, reconoció que el comercio informal “se había salido de control”, y el asunto “ya se había politizado”.
Desde octubre de 2008, hubo un acuerdo del cabildo del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, para suspender la entrega de nuevos permisos para comercio en vía pública.
Esto redujo temporalmente la proliferación del ambulantaje, pero, el padrón de vendedores se incrementó durante la presidencia municipal del aliancista Luis Ugartechea Begué (2012-2014).
Luego, durante el trienio 2014-2016 de Javier Villacaña Jiménez, continuaron instalándose más puestos en el primer cuadro de la ciudad, y lo mismo sucedió en la segunda administración de Hernández Fraguas.
El Reglamento para el Control de Actividades Comerciales y de Servicios en Vía Pública del Municipio de Oaxaca de Juárez, establece que se consideran actividades comerciales en vía pública, todas aquellas que se practiquen temporal o permanentemente en la misma, o cualquier otro espacio público y de las cuales se obtenga un lucro.
Refiere que la actividad comercial móvil, es la que se practica por personas que no tienen lugar fijo, en virtud de que la realizan deambulando por las vías y sitios públicos.
La actividad comercial semifija, se ejercita invariablemente en un solo lugar, utilizando muebles que retiran al concluir su horario de labores autorizado.
Mientras que la actividad comercial móvil con equipo rodante, es la que utiliza triciclos o instalaciones con ruedas que les permita moverse de ubicación siguiendo una ruta establecida.
Y la comercial fija, se realiza utilizando instalaciones fijas permanentes en un sitio público determinado.
El Reglamento menciona que todos los comerciantes en vía pública tendrán la obligación de quedar empadronados en la Dirección de Control de Comercio en Vía Pública.
Pero no todos cumplen con esa exigencia, y por ello, sólo ingresan a las arcas municipales los recursos de quienes pagan anualmente sus permisos.
La mayor parte de quienes evaden el pago, son los propietarios de puestos semifijos, que se instalan en calles y aceras del primer cuadro de la ciudad, desde las 6:00 horas y se retiran cerca de la medianoche.
Así, los transeúntes se ven obligados a caminar por el arroyo vehicular, con el riesgo de ser atropellados en cualquier momento.
Pero el problema del ambulantaje, no sólo prevalece en el primer cuadro de la ciudad, sino también en inmediaciones de hospitales, escuelas, centros comerciales establecidos, oficinas gubernamentales, jardines públicos, y se calcula que la cifra de quienes se dedican al comercio informal en esas áreas ascendería a 12 mil personas.
Hay también señalamientos, en el sentido de que los líderes de ambulantes negocian los puestos vacantes que han sido retirados por la autoridad municipal, entre 50 mil a 70 mil pesos.
El Reglamento para el Control de Actividades Comerciales y de Servicios en Vía Pública del Municipio de Oaxaca de Juárez, en su artículo 14, también precisa que los puestos fijos que se establezcan serán construidos de acuerdo a los modelos aprobados, sin que se excedan de 120 metros de ancho por 2.20 metros de largo, y no deberán entorpecer el tránsito y la vista, y deberán estar a 10 metros cuando menos del ángulo de las esquinas.
También determina que los puestos semifijos serán de dimensiones y modelos de acuerdo al giro, no debiendo ser mayores de un metro cuadrado, y, además, queda estrictamente prohibido excederse de las medidas señaladas.
Pero, la mayoría de los ambulantes violan esas disposiciones, y lo mismo sucede en espacios considerados como “zonas prohibidas”, establecidas en un límite de 100 metros de los edificios escolares, cines, teatros, centros de trabajo, edificios públicos, hospitales, terminales de auto transportes públicos, atrios de templos religiosos, jardines públicos y demás establecimientos.
El Reglamento, de igual manera señala, entre otros puntos, que la autoridad tiene facultades para asegurar los implementos y mercancía cuando se ejerza actividad comercial en la vía pública sin permiso de la autoridad municipal competente.
En el caso de las multas, estipula que quienes violen las disposiciones, por primera vez tendrán una amonestación; por segunda, una multa; por tercera, doble multa y retención de lo asegurado por cinco días, salvo que se trate de perecederos, y por cuarta vez o más, triple de la multa y retención de lo asegurado por 15 días, salvo perecederos.
Pero, ante la inoperancia de la autoridad municipal, la mayoría de quienes se dedican al comercio informal continúan en la impunidad.