Un ataque aéreo fallido de Estados Unidos confirmado por el Pentágono mató a 12 miembros de la policía nacional afgana y dejó heridos a otros dos, dijo el sábado el jefe del cuerpo en la provincia de Helmand.
El número de víctimas mortales en el incidente del viernes se determinó tras inspeccionar el complejo atacado en el distrito de Gereshk, en la provincia de Helmand, explicó Abdul Ghafar Safi.
Estados Unidos confirmó en un comunicado el ataque a un complejo de las fuerzas de seguridad, que ocurrió durante una operación de apoyo contra los insurgentes talibanes de la zona.
Las autoridades estadunidenses ofrecieron sus condolencias a las familias de las víctimas.
Aunque gran parte de la provincia de Helmand está controlada por los talibanes, las fuerzas de seguridad afganas han librado intensas batallas para recuperar el territorio. Tropas estadunidenses y de la OTAN están presentes en la región para asistir a las fuerzas locales.
Safi dijo en una entrevista telefónica que los agentes fallecidos estaban trabajando con el ejército en la zona. En el momento del ataque, acababan de recuperar un puesto controlado por los insurgentes.
El gobernador de la provincia, Hayatullah Hayat, dijo el viernes que se cree que los policías muertos no vestían uniforme, por lo que podrían haber sido identificados erróneamente como combatientes.
Otros 11 agentes de la policía fueron asesinados y seis más resultaron heridos durante un intenso enfrentamiento con talibanes en la remota región de Tagab, explicó el sábado el gobernador de la provincia norteña de Badakhshan, Ahmad Faisal Bigzad.
Según Bigzad, 20 miembros de una fuerza policial local están desaparecidos desde la balacera del viernes. No estuvo claro de inmediato si fueron secuestrados o huyeron.
La zona donde se registraron los combates está en una región montañosa de difícil acceso y donde el contacto telefónico es errático.
En la provincia occidental de Farah, seis soldados y 12 talibanes murieron en una balacera entre el ejército afgano y los radicales, dijo Mohammad Naser Mehri, portavoz del gobernador de la región.
En un comunicado, los talibanes se atribuyeron la victoria en esa batalla y señalaron que 16 soldados afganos perdieron la vida.
En el pasado, el grupo ha exagerado sus éxitos y la ubicación remota de la zona hace imposible que los hechos sean verificados de forma independiente.