La falta de lluvias durante tres años consecutivos y una sequía permanente desde el año pasado, ha provocado el descenso de la cantidad de agua que recibe la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada, debido a que el volumen de los mantos freáticos ha bajado y las fuentes de captación se están secando; esta situación tenderá a agudizarse durante los meses de marzo, abril y mayo en los que se pronostican altas temperaturas. Este año será uno de los más difíciles, advierte Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca
Yolanda PEACH
La zona metropolitana de Oaxaca podría enfrentar en los meses de marzo, abril y mayo uno de los estiajes más graves de su historia.
Las lluvias han disminuido de manera drástica en los últimos tres años y esto ha venido a incrementar el déficit de agua que existe tanto en la capital como en los municipios conurbados.
Además, los patrones de consumo siguen aumentando ante un acelerado crecimiento poblacional, lo que impide atender la creciente demanda de agua.
El 2020, será un año muy difícil, advierte Juan José Consejo Dueñas, presidente del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), porque los mantos freáticos han bajado y las fuentes de captación se están secando.
El estudioso en este tema pone como ejemplo que en el mes de enero la zona metropolitana tuvo una condición de agua que anteriormente se tenía de manera normal en el mes de marzo, cuando se agudiza el estiaje.
Dueñas dice que los periodos de sequía son cada vez más prolongados por la falta de lluvias y hay lapsos muy calientes en pleno invierno. Todo esto, agrega, es producto del calentamiento global y los ciclos vinculados con el fenómeno del niño que en los últimos años se ha intensificado en el país.
Este panorama pronostica una sequía mayor para el 2020, advierte el también integrante del Foro Oaxaqueño del Agua.
“Será un año muy difícil, el periodo de seca será muy severa porque los niveles de captación están muy bajos, ya de por sí tenemos un déficit y ahora tenemos menos agua de la que se requiere, aunque todavía no es tan grande se puede ir ampliando esta temporada”.
Recalca que los fenómenos naturales que provocan calores cada vez más intensos y sequías prolongadas han propiciado la reducción de las áreas de captación de agua como son las montañas. A esto hay que sumar el anárquico crecimiento urbano.
Esto, agrega, hace que tengamos menos agua que se esté filtrando y captando, lo que ha llevado a reducir la cantidad de agua que se acumula en el subsuelo de donde dependemos; por otra parte, se ha aumentado la demanda por el crecimiento de la población en la zona conurbada.
Un dato revelador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO), indica que, en la época de secas, en 2017, la capital oaxaqueña recibía de San Agustín Etla, una de sus principales fuentes de abastecimiento, 200 litros de agua por segundo para abastecer a la ciudad; actualmente, se reciben 47 litros de agua por segundo.
El pronóstico en el 2020 es desalentador. La Ciudad de Oaxaca enfrenta el estiaje desde el año pasado y esto complica aún más la situación.
PREVÉN DESABASTO
En la historia de la ciudad de Oaxaca son importantes ríos y manantiales situados en las cercanías de la población los que la han abastecido de agua a través de los tiempos.
El primero que se utilizó fue el manantial de San Felipe del Agua que, junto con el río Jalatlaco, constituyeron dos de las fuentes de abasto más importantes durante el periodo colonial.
A finales del siglo XIX fue necesario traer agua de los manantiales de Huayapam, y a partir del siglo XX serían las aguas del río San Agustín, ubicado en el valle de Etla, las que dotaron del líquido a la capital del estado.
La falta de lluvias de los últimos años, aunado a la deforestación, ha impedido que el manantial de San Agustín se recargue.
En años pasados, sin sequía, se bombeaban 200 litros por segundo y en época de estiaje se desplomaba a 90 litros por segundo.
Este último año se tenía un promedio de 130 litros por segundo que ha bajado hasta 46 litros por segundo, “y tememos que la situación empeore”, precisa personal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO).
El organismo público descentralizado informa que, ante la alarmante situación, se proyectó rehabilitar 10 pozos, que incluye el desmonte del equipo y la rehabilitación total.
Actualmente están terminados los trabajos de los pozos Sauces Uno, ubicado en las Riveras del Río Atoyac; Sauces Dos, igualmente en el fraccionamiento Sauces, del centro; Candiani 3, en la calle Vicente Guerrero de la colonia Candiani; Montoya, en avenida Constituyentes esquina Calzada Tecnológico, en el centro; Pueblo Nuevo Tecnológico Laureles, que se ubica en Camino Viejo esquina con Vicente Guerrero en el Paraje La Humedad de Pueblo Nuevo; 2 Acueducto, en el Parque del Bosque El Tequio en Santa Cruz Xoxocotlán; Pueblo Nuevo Tecnológico, en Camino Viejo a Pueblo Nuevo en el Paraje La Humedad en Pueblo Nuevo; y 6 Acueducto, en el Parque del Bosque El Tequio, en Santa Cruz Xoxocotlán.
Se está trabajando en los pozos Pozo 17 Aeropuerto ubicado en la margen derecha del Río Salado en Cinco Señores y el Glorieta, ubicado en el Periférico de la colonia Miguel Alemán.
“Estos trabajos llevan de 15 a 20 días, por lo que, durante este tiempo, los lugares en donde surtía se quedan sin agua, por lo que se les apoya con pipas, pero con esta rehabilitación se espera enfrentar el temporal”.
Con la rehabilitación de los 10 pozos se espera llegar a los 160 litros por segundo en cada fuente de abastecimiento y contrarrestar la época de estiaje.
SEQUÍA INUSUAL
En Oaxaca el estiaje ocurre naturalmente durante la primavera. Las lluvias son escasas y la radiación solar ocasiona que el agua de ríos, lagunas y plantas se evapore en mayor cantidad.
Es en los meses de marzo a junio la temporada de calor, cuando los niveles de agua de los pozos bajan considerablemente y provocan un severo desabasto.
El pronóstico en el 2020 es desalentador, “nunca se salió de la época de estiaje, prácticamente la vivimos desde el año pasado por la sequía que se extendió”, señala personal de SAPAO.
Explica que las 350 colonias a las que SAPAO les brinda el servicio de agua potable, reciben líquido por tandeo debido al bajo nivel de los pozos de abastecimiento. “durante mucho tiempo se enviaba agua cada semana, después se alargó a 10 días y ahora cada 15. Si sigue esta situación, se tendrá que extender más”.
Admitió que el crecimiento poblacional incrementa y por consiguiente, la demanda de servicio; sin embargo, los volúmenes de suministro no pueden aumentar ante la falta de lluvias y la sequía prolongada.
RED OBSOLETA
Otro de los grandes problemas que enfrenta la Zona Metropolitana, es el ineficiente sistema de distribución de agua que opera SAPAO, sostiene Juan José Consejo Dueñas.
Más que escasez lo que pasa, agrega presidente del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, es que el agua no llega donde tiene que llegar, por eso cuando nos falta agua se solicitan pipas, pero las pipas las sacan del mismo acuífero.
Entonces, el sistema es tan malo que el agua no llega siempre con la regularidad y calidad en donde tiene que llegar, entonces hay un problema de ineficiencia, a esto tendríamos que añadir un problema de desperdicio porque se desperdicia mucha agua en el propio sistema ya sea por fugas, filtraciones, roturas o tomas clandestinas, también esto se da dentro de las mismas viviendas de los usuarios donde hay mucho desperdicio, puntualiza.
Personal de SAPAO reconoce que, aunado a que es poca la captación de agua, otro problema en la capital oaxaqueña es que, al menos el 60 por ciento de la red es muy vieja, ya que fue construida hace más de 50 años.
“Cada que se rehabilita algún lugar, cambian la pavimentación, mejoran banquetas, pero se olvidan de la red de agua potable y de drenaje”, lamentan.
Se trata de tuberías de concreto antiguas, sobre todo en el centro y colonias como Cinco Señores, Reforma Agraria y Miguel Alemán.
El deterioro de la infraestructura hidráulica y el mal estado de la red complican la distribución del agua en la capital.
Es con presupuesto municipal que se puede restituir la red hidráulica, en algunas colonias se ha roto parte de la tubería, si la gente espera a que el municipio compre el material los vecinos tardarían mucho en tener agua. Por eso se propone que ellos lo compren y LAPAO ponga la maquinaria y mano de obra.
Los grandes problemas de estiaje lo sufren las colonias ubicadas en las partes altas, donde se complica el abasto.
Muchos a vecinos no tienen infraestructura de almacenamiento y ocupan tambos de 200 litros, cubetas y tinas.
Otro problema, es a la inversa, por ejemplo, en el Ejido Guadalupe Victoria, algunos vecinos se quejaban de que no les llegaba el agua y, al investigar, se descubrió que antes, el agua pasa por casonas con cisternas de 20 o 30 mil litros, así que el líquido ya no llegaba hasta el final de la calle.
Personal de SAPAO experimentó cerrar las válvulas en esas residencias y se descubrió que el servicio llegaba con perfecta presión a toda la calle.
Esto permitió observar que la presión se pierde en las partes altas, es por eso que las colonias ubicadas en esas zonas, son las que más sufren del estiaje.
Caso aparte es San Felipe del Agua, donde tienen un Comité del Agua que surte a la agencia, aunque sólo dan el agua a los nativos, a los avecindados les cobran tarifas muy altas y a ellos les llega agua desde San Agustín.
PIPAS AL ACECHO
En tanto, piperos son los que se aprovechan del estiaje, aumentando cada vez más el precio del agua que venden a través de pipas.
En el fraccionamiento San José La Noria denunciaron que los mil 100 litros de agua los llegan a vender hasta en 140 pesos, cuando hace dos años les cobraban 90 pesos.
Si se trata de una pipa de 10 mil litros, ahora les piden hasta mil 300 pesos.
Acusan que, ante el desabasto de agua y la distribución que ahora es cada 15 días, los obliga a comprar pipas para abastecerse de agua.
Se trata de un negocio que no reditúa a los gobiernos estatal ni municipal.
Al realizar un recorrido por el municipio de Santa Lucía del Camino, se observaron varias pipas que se surten de agua en un predio particular, resguardado por un portón para evitar intromisiones de extraños.
Personal de SAPAO refiere que el año pasado la Comisión Nacional del Agua (Conagua) clausuró algunos pozos clandestinos, porque es la dependencia indicada para otorgar las concesiones de explotación de pozos o en su defecto sancionar a los que operen de manera irregular.