Agencias.- La dirección del principal movimiento rebelde de Damasco fue diezmada ayer por un bombardeo del ejército sirio que mató a su líder, infligiendo un duro golpe a la insurrección y a las negociaciones de paz que debían comenzar en enero.
Zahran Allush era el jefe de Jaish al-Islam (Ejército del Islam), el grupo rebelde más poderoso en la región Damasco.
Se trata de “una de las pérdidas más significativas” para la oposición siria, aseguró en Twitter el experto en grupos rebeldes de Siria Charles Lister.
Apoyado por Riad, Jaish al-Islam controla la mayor parte de la periferia este de la capital, bombardeada regularmente por las fuerzas gubernamentales y la aviación rusa.
“Zahran Allush, jefe de Jaish al-Islam, y cinco dirigentes más (del grupo) murieron” en bombardeos aéreos cerca de Damasco, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Allush “murió en un ataque contra la localidad de Al Marj, en Ghuta oriental, junto a comandantes de Jaish al-Islam”, dijo a la AFP uno de los responsables del movimiento. “Tres aviones dispararon contra una reunión secreta” del comando, precisó.
En una declaración televisada, un portavoz del ejército indicó que las fuerzas del régimen habían llevado a cabo bombardeos y mostraron videos del ataque.