La ley señala que deben reportar el manejo de recursos, pero no establece claramente cuáles son sus responsabilidades ni las sanciones por incumplir
México, D.F.- La información que las delegaciones dan a conocer sobre cómo gastan sus recursos es todo, menos transparente; “aun cuando son sujetos obligados por la Ley General de Contabilidad Gubernamental, no están cumpliendo con esta normatividad:
En 2014 los municipios obtuvieron una calificación promedio de 28 por ciento y la de las delegaciones fue de apenas 7 por ciento”, en cumplimiento de transparencia dijo Diego Díaz, investigador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, consideró, por su parte, que las delegaciones “son opaces porque pueden, porque no hay ninguna consecuencia de no informar sobre el uso de sus recursos”.
El IMCO elabora cada año el Índice de Información Presupuestal Municipal, que evalúa la calidad de su información sobre presupuestos y leyes de ingresos. “De entrada, el cumplimento es bastante malo para los municipios… pero las delegaciones están todavía peor”, explicó Díaz.
Mientras muchos municipios exponen a detalle cómo gastan los recursos públicos “el presupuesto de egresos de las delegaciones es literalmente una página: presentan el gasto en sólo seis rubros o nueve, en el mejor de los casos, pero no desglosan la información”.
Si un ciudadano revisa el presupuesto de su delegación va a ver rubros como: Servicios Personales, Materiales y Suministros, Servicios Generales, Transferencias o Asignaciones, y en cada uno hay una cantidad, pero no hay forma de saber “¿cuánto gastaron en gasolina o en papelería? Esa información no está desglosada”, explicó el investigador del IMCO.
Esto sucede a pesar de que el Consejo Nacional de Armonización Contable (Conac) exige a las delegaciones que se desglose el gasto.
Por ejemplo, en el rubro de Servicios Personales, las delegaciones tendrían que informar cuánto destinaron a servicios de traslado y viáticos, a servicios oficiales, a Comunicación Social y publicidad, pero no lo hacen.
El problema es que el Conac “tiene una guía de cumplimiento de armonización contable, pero la guía no es explícita en el caso del DF”, señaló.
De acuerdo a Díaz, sería deseable incluso un nivel más de detalle en el desglose, es decir, que el ciudadano pudiera saber no sólo cuánto gastó su delegación en Comunicación Social, sino qué monto destinó a difusión en radio y televisión y cuánto a los mensajes sobre programas y actividades gubernamentales, etcétera.
El origen
De acuerdo a Cancino, las delegaciones “están en el limbo en materia de transparencia” y esto se remonta a la época en la que aún existía la figura del Regente de la ciudad: entonces las delegaciones eran “áreas administrativas dependientes del Gobierno del DF” y en ese esquema no se les exigía que rindieran cuentas de cómo gastaban su presupuesto.
Pero ahora que hay jefe de Gobierno y el esquema cambió: “esas prácticas se mantuvieron, las dinámicas operativas de los gobiernos delegacionales no han cambiado, son cotos de poder del cacique en turno, del delegado en turno, y no hay prácticas administrativas de eficacia, eficiencia y economía”.
El asunto es que las delegaciones no se han transformado administrativamente y otro problema es que “no queda claro qué es responsabilidad del DF y qué es responsabilidad de las delegaciones, tanto en materia de políticas públicas como en temas de transparencia”.
Y en esta situación “no nos sirve de nada elegir a los delegados si realmente no están operando bien las delegaciones”, consideró Cancino.
Llamar a cuentas
En vista del panorama ¿hay alguna autoridad que pueda llamar a cuentas a las delegaciones?, ¿exigirles que transparenten su gasto?
Hay confusión acerca de si la Contraloría General del DF puede actuar o no sobre las delegaciones: en la ley y en la práctica no está claro”, comentó Cancino.
En ese sentido consideró que urge pensar desde una perspectiva práctica de diseño institucional “el tema de convertir al DF en una entidad federativa más, porque eso permitiría algunos aspectos de transformación… hacer más eficiente y coherente todo el proceso del andamiaje institucional y el proceso administrativo y de gestión dentro de la Ciudad de México”.
También tendría que entrar en juego el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Que el INAI establezca de una vez por todas cuáles son los criterios a nivel nacional en materia de transparencia de la información, ya tiene un año y medio pensándolo”, consideró Cancino.
Si un ciudadano hace una solicitud de información y se la niega, “puede pedir que el INAI atraiga el caso”, dijo.
La ALDF
Cuestionado acerca de si la Asamblea Legislativa del DF tendría que legislar al respecto y establecer mecanismos que obliguen a las delegaciones a transparentar el gasto, Cancino dijo que es un escenario poco probable.
Son temas políticos, la aplicación de la ley es negociable, y a partir de algún acuerdo que pueda haber en la cúpula, unos grupos se apaciguan a cambio de impunidad para los otros”, reflexionó.
Díaz y Cancino coincidieron en que se requiere que en la Guía de Cumplimiento del Conac se establezca claramente cuáles son las responsabilidades de las delegaciones en materia de transparencia y definir a qué sanciones se hacen acreedoras, en caso de no cumplir con ellas.