Agencias.- El presidente Barack Obama mantuvo en sus manos el curso de la política estadounidense hacia Cuba al renovar el viernes la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.
Esa legislación, aprobada por el Congreso Federal el 6 de octubre de aquel lejano año, le otorga al presidente la facultad para restringir el comercio con países «hostiles» a Estados Unidos y la posibilidad de aplicar sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier otro período de emergencia nacional, y prohíbe el comercio con el enemigo o aliados del enemigo durante conflictos bélicos.
En virtud de esta ley, la más antigua de su tipo, se adoptaron las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos en 1963, luego de que fuera declarado el bloqueo contra Cuba en 1962 por el entonces presidente John F. Kennedy.
La mayor de las Antillas es el único país para el cual está vigente esta legislación luego de que en 2008 fuera suspendida para Corea del Norte. Otros países como China y Vietnam también fueron objeto de la aplicación de esta legislación en el pasado.
Pese a que la Casa Blanca nunca declaró una emergencia nacional con respecto a la nación caribeña desde 1959, sucesivos presidentes estadounidenses prorrogaron la normativa.
El paso dado por Obama pudiera ser mal interpretado en el actual contexto del acercamiento entre ambos países como una acción dañina.
Sin embargo, con esa medida Obama mantiene su autoridad ejecutiva para relajar sanciones contra los cubanos en el proceso de normalización bilateral mediante decretos ejecutivos.
En una comunicación enviado a los secretarios de Estado y del Tesoro, Obama explica que su decisión de prorrogar por un año más la normativa, hasta el 14 de septiembre de 2016, está «en el interés nacional» de Estados Unidos.
Expertos legales señalan que la acción maximiza su flexibilidad para administrar el bloqueo a Cuba y autorizar determinadas acciones para llevar adelante su política de recomposición de las relaciones hasta que el Congreso se pronuncie sobre si elimina las políticas agresivas.
La mayoría de los estadounidenses, incluso los republicanos, son partidarios de abolir las leyes del bloqueo económico, financiero y comercial que Washington mantiene contra el pueblo cubano.
Según Peter Boogaard, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, citado por medios de prensa, Obama cree que el Legislativo debería levantar el bloqueo a Cuba y mientras tanto avanzó medidas para «normalizar las relaciones».
Mientras tanto, la Ley de Comercio con el Enemigo es lo único que confiere la actividad ejecutiva al presidente para relajar el bloqueo a Cuba, según opina Robert Muse, un abogado considerado como el mayor experto en la legislación estadounidense respecto a la isla.