La Casa Hogar Municipal se ha convertido en una esperanza de vida saludable para las personas adultas mayores; familiares abandonan a los abuelitos en la puerta del asilo y se echan a correr
José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
Alejandro Mayoral Silva, director de la Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor, explicó que la vejez es un grupo de edad que ha estado creciendo en la pirámide de población principalmente a la baja en la tasa de mortalidad por la mejora de la calidad y esperanza de vida que se tiene en muchas naciones.
Explicó: hasta hace poco la pirámide poblacional por edad era tal cual, había muchos niñitos y pocos adultos mayores. Actualmente se está invirtiendo la pirámide poblacional, se prevé que para el año 2032 esté completamente invertida, es decir, que haya menos niños pequeños y muchos adultos mayores.
“Esto es preocupante, porque desde ahorita cada quien está sembrando su adultez madura o su vejez con base a como se cuida uno, es cultural. A nivel sistema de salud es algo de mucho impacto porque la edad adulta mayor está muy ligada a las enfermedades crónicas degenerativas, al consumo de medicamentos, a la necesidad de contar con hospitales de tercer nivel, que reclama las acciones pertinentes necesarias”.
Mientras que en Japón, la vejez es un símbolo de estatus, en contraste en Estados Unidos el envejecimiento, por lo general, se le considera indeseable.
En Oaxaca, explicó Mayoral Silva, es un tanto controversial porque venimos de comunidades en que el tatamandón es el que manda, el otro lado de la moneda es que nuestra sociedad no pocas veces deja abandonado a sus adultos mayores. A los abuelitos los tienen abandonados como muebles, “se han dado casos en que los vienen a dejar como si fueran animalitos a la puerta de la Casa Hogar Municipal”.
Sin oportunidades de trabajo personas de la tercera edad
Las personas de la tercera edad tienen condiciones de vida muy difíciles, al carecer de oportunidades de trabajo, de actividad social y capacidad de socialización, al grado de que muchos se sienten postergados y olvidados.
Desde que nacemos, explicó el director de la Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor, inician procesos de oxidación y regresión naturales biológicos que hacen que vayamos envejeciendo poco a poco; esto ya está determinado, incluso se dice, que a nivel celular se establece la edad a la que podremos llegar siempre y cuando nos cuidemos al cien por ciento.
Desde el momento en que nos conciben ya tenemos un reloj biológico para fallecer, indudablemente conforme vayan pasando los años.
En los países en vías de desarrollo, las enfermedades de la vejez más frecuentes son Alzheimer, diabetes, artrosis, cataratas, osteoporosis.
Así como hipertensión arterial, trastorno de lípidos, que al combinarse crean una serie de patologías conforme avanza la edad, como insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, que finalmente son causa de defunción.
Otro de los padecimientos muy comunes entre adultos mayores es la depresión, porque extrañan a su familia, a algún familiar que murió, los casos son atendidos por psicólogos o psiquiatras.
Entre los temas de preocupación de salud de los adultos mayores, señaló el entrevistado, se encuentran los problemas demenciales, actualmente conocidos como deterioros cognitivos.
Está comprobado que entre un 80 y 90 % de la población que llegue a edades avanzadas padecerán algún deterioro cognitivo, aunque sea leve, aseguró.
Son muy frecuentes en esta etapa de la vida, agregó, las caídas generadas por los trastornos de equilibrio, siendo frecuente que muchos de los abuelitos fallezcan a consecuencia de una caída en que se fractura la cadera o el fémur.
En los hogares donde habitan adultos mayores se requiere una serie de reacomodos para evitar que sufran caídas, tales como agarraderas en el baño que le permita sentarse e incorporarse sin riesgos, instalar superficies antiderrapantes para evitar que se resbalen, comentó.
Personas de 65 años en adelante, son adultos mayores
Mayoral Silva refirió que la Organización Mundial de la Salud considera que una persona es adulto mayor de 65 años en adelante. Nosotros de tradición la hemos tomado desde los 60, apuntó.
Cuando una persona no cumple con el requisito de tener entre 60 y 65 años para adelante, se sesiona para analizar el caso, someterlo a votación y determinar si se acepta o no. Hay personas de 57 años admitidas por la violencia intrafamiliar que sufrían, asentó.
Por otra parte, está Ricardita que en fecha reciente cumplió 105 años, por lo cual fue objeto de festejo.
La Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor, explica su encargado, alberga actualmente a 60 adultos mayores, mientras que la Casa de Día a 25, haciendo un total de 85 personas mayores.
La Casa de Día funciona de 8:00 a 15:00 horas, ofreciendo actividades lúdicas, de entretenimiento y activación física.
Los familiares dejan en este lugar a sus adultos mayores con la finalidad de que puedan desarrollar sus actividades laborales. A las 15:00 horas pasan por ellos, con esto disminuye el abandono que tienen los adultos en sus casas.
En la Casa Hogar Municipal para Adultos Mayores los residentes la habitan de forma permanente.
A este recinto el adulto mayor puede llegar por sí mismo, como lo han hecho muchos jubilados y pensionados argumentando que es un sitio digno donde tienen compañía y la atención que requieren. Aportan una cuota mínima que pagar de su pensión.
Otros son llevados por sus familiares, siendo notable que muchos de los ancianitos al inicio no están convencidos de quedarse, pero al conocer las instalaciones y el ambiente se quedan satisfechos, afirma el médico.
Familiares los abandonan en la puerta y se echan a correr
El médico Mayoral Silva dio a conocer que se han dado casos de familiares que llevan a su adulto mayor a las puertas de la estancia donde lo abandonan para enseguida arrancar a correr.
Ante esto, el área de trabajo social se pone en contacto con el Departamento Jurídico del DIF para localizar a la familia y hacerlos responsables del ancianito.
La principal responsable de una persona vulnerable es la familia, cuando esta no existe se involucra al Estado. Recalcó que la primera intención es que la familia sea la responsable.
Se ha recibido a personas que no tienen a ningún familiar, siendo la Casa Hogar quien se hace cargo de su sepelio, siendo conducido únicamente por sus compañeros y directivos.
La palabra asilo denotaba horror en muchas personas, la institución cambió su nombre a Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor y cambiaron muchas reglas para bien de los residentes, asegura Mayoral.
Se decía que tenía prácticas carcelarias y que vivían en pésimas condiciones, con la nueva administración del presidente municipal Javier Villacaña y la presidenta del DIF municipal Verónica Quevedo, las cosas han cambiado, los residentes pueden entrar y salir, algunos salen a trabajar, asevera.
Se realizan actividades extramuros, se les lleva al cine, a la presa, a balnearios, visitaron la Feria del Mezcal, entre otras.
Cuentan durante todo el día con agua caliente para que se bañen. Servicio médico, de enfermería, psicología, odontología. Se tiene convenio con el Hospital Regional de Alta Especialidad, el Hospital Aurelio Valdivieso y la Cruz Roja Mexicana para que atiendan cualquier emergencia.
Se reequipó el área médica, se adquirieron monitores de signos vitales, se rehabilitó un desfibrilador que no servía.
Con el funcionamiento del área de físico terapia y rehabilitación se logró que algunos abuelitos que se encontraban postrados en sillas de ruedas o en su camas volvieran a caminar.
La calidad de la atención y la solución de los problemas no podrían hacerse realidad si no es por las aportaciones de las asociaciones civiles y la sociedad en general, ya que el presupuesto no cubre todas las necesidades.
Es constante la donación de medicamentos, ropa en buen estado, sillas de ruedas, pañales se consumen constantemente, entre otras cosas.
Gracias a los dividendos que el año pasado generó la presentación de la obra la Dama de Negro, se remodeló el comedor. Con lo que se obtenga de la presentación de la comedia La Familia de Diez, se planea adquirir un autobús, puntualizó.