Estelita, decidió no ser una carga para sus 9 hijos
Según el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (Inapam), cada mes hay 24 mil nuevas personas mayores y cada año 292 mil
José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
¡Felicidades a todos los abuelitos y abuelitas de Oaxaca! Porque el pasado viernes 28 de agosto se celebró el Día del Abuelo.
Mientras que en países como Japón la vejez es un símbolo de estatus, en México los adultos mayores forman uno de los grupos más vulnerables y discriminados de la población.
En nuestro país, diariamente, alrededor de 800 mexicanos cumplen 60 años, los cuales se suman al grupo de los adultos mayores.
Según el Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (Inapam) cada mes hay 24 mil nuevas personas mayores y cada año 292 mil.
En entrevista, Estelita Torres Huerta, de 75 años, residente de la Casa Hogar Municipal para el Adulto Mayor, nos confía que prefirió ingresar a esta institución para no ser una carga para sus nueve hijos, al mismo tiempo tiene la fortuna de poseer 22 nietos y 25 bisnietos.
En la misma Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor presta, a manera de terapia ocupacional, sus servicios como telefonista.
Reveló que está enamorada de la vida y de ella misma y, que tiene temor de morir porque deja a sus nietos y bisnietos.
Aquí la entrevista:
¿Qué significa para usted, llegar a adulto mayor?
Tener mayor madurez. Mucha experiencia, para que los golpes que nos dio la vida nos sirvan para hacer las cosas mucho mejor, ya no como joven o adulto, sino como una persona adulta mayor que atravesó por muchas etapas, que nos sirva de escarmiento, nos sirve para darles consejos a nuestros hijos y nietos, para que no cometan los errores en que uno incurrió.
¿Sus hijos y sus nietos le piden consejos?
Hasta ahorita no me quejo mis hijas vienen a platicar y les doy consejos sobre cómo abordar algunos problemas cotidianos y otros que requieren de más experiencia.
¿Qué consejo le da a la juventud?
Que cuando empiecen a tener problemas los tomen con calma. El matrimonio es muy bonito pero tiene sus altas y bajas. Que maduren antes de dar un paso, que reflexionen muy bien si vale la pena el hecho de cambiar de mentalidad, porque cuando se tiene grandes problemas de joven quiere uno resolverlos en un momento.
Como adultos mayores se ven las cosas con calma, se trata de resolver el problema de la mejor manera. La gran experiencia es la vejez, los golpes que da la vida nos hacen reflexionar, mis experiencias se las paso al costo a mis hijos y a mis nietos.
¿Qué tiempo tiene en la Casa Hogar Municipal del Adulto Mayor?
Aproximadamente cinco o seis meses.
¿Por qué decidió venir a la Casa hogar?
Estoy aquí porque mis hijos están desbalagados en todo Oaxaca trabajando, haciendo lo que yo hice en la vida por ellos. Pensé que no podía ser una carga más para ellos, porque todo el día trabajan.
¿Quiénes integran su familia?
Nueve hijos, 22 nietos y 25 bisnietos.
¿Se acuerdan de usted? ¿La vienen a visitar?
Precisamente me está visitando una de mis hijas, solo puede en la tarde porque ellos trabajan todo el día.
Los nietos ya crecieron, ya se casaron y atienden a sus familias.
¿Se ha perdido el amor y respeto por los abuelos y los padres?
En mi caso, lamento decir que a dos o tres los he visto cambiados, pero no es cosa del otro mundo, yo sé perfectamente que ellos me quieren mucho y yo también los quiero porque he vivido alrededor de ellos. Mis hijos y mis nietos son personas muy honorables, muy responsables.
Mis nietas son mamás también, ya me dieron otra dicha la de ser la bisabuela más joven, se podría decir.
¿Se siente bien en la Casa Hogar Municipal?
En este lugar estoy muy bien porque he recibido muchas cosas buenas, positivas, empezando por el doctor Mayoral, que es el director.
Tengo una habitación para mí sola, pero no estoy sola tengo a todas las personas que están a mi alrededor de las cuales trato de empaparme de su sabiduría, cosas que ellos han pasado y que yo ya las estoy viviendo.
No me quejo, no protesto, porque bendito Dios tenemos casa, comida y sustento.
¿Se siente triste haber llegado a esta edad y pasar sus últimos días en este lugar?
No. No lo tomé como algo dramático, yo lo decidí en un momento, me dije mis hijos tienen sus problemas, tienen sus tareas, yo no soy quien para poder meterme en sus cosas.
Yo vine por mi propio bien y me inscribí, me dijo el director que sí podía quedarme.
¿Tengo entendido que trabaja usted como telefonista en esta misma institución?
Es una terapia ocupacional, porque yo no puedo estar sentada mucho tiempo, soy hiperactiva. Contesto los teléfonos, voy a buscar a las personas a quienes les hablan. Me siento útil todavía.
Porque usted puede imaginarse, con nueve hijos tuve una actividad fantástica, luego llegaron los nietos los cuidé, y los bisnietos. Fueron otras actividades, son diferentes las etapas.
¿Extraña a sus nietos y biznietos?
No les extraño porque vienen a verme, por ellos no sentí el hueco que dejan mis hijos a mí alrededor. Ellos no deben de preocuparse que estoy aquí, estoy muy bien.
¿Es usted creyente?
Claro que sí.
¿Tiene un buen recuerdo en este momento?
Mi bisnieto, de los últimos, yo le digo acuérdate de mí. Viene y me aprieta, me dice que soy su reina. Tú eres mi reina y yo soy tu rey, así nos tratamos.
Cuando me habla por teléfono me dice: tú eres mi reina y yo tu rey, le digo no me olvides, me contesta no te olvido porque estás aquí en mi corazoncito.
Es una experiencia para mí muy bonita. Así me lo demuestra la tercera generación.
Cuando se van me expresan: luego te volvemos a ver, no te quedas solita te quedas con los demás ancianitos.
¿Qué opinión le merece la actual sociedad, la juventud de ahora?
Mal, mal, porque está propensa al alcoholismo, drogadicción y a otras actividades delictivas. A nosotros nos corresponde darles consejos a nuestros hijos. A los padres les pido que estén al tanto de sus hijos, que los cuiden, que no los abandonen. Gracias a Dios no me salió ningún hijo así. La juventud es una etapa muy difícil, a todo lo largo de sus vidas debemos de estar atentos a ellos.
Les platico a mis hijos mis experiencias para que no les suceda lo que a mí, que estaba cerrada de los ojos, y ahora que veo las cosas de una forma diferente lamento no haberlas hecho de otra forma.
¿Proyectos?
Ser útil en algo. Ser factor para que se una más la familia, que no tenga problema. Yo tuve un problema muy grande, que abran sus ojitos, que vean que no están solos que antes de dar un paso tiene que recurrir a nosotros para que los aconsejemos. No me gustaría que pasaran lo que yo pasé.
¿Qué diferencia hay entre la educación de hace 50 años y la actual?
Están mal los maestros actualmente. La educación que recibimos tanto en casa como en la escuela era muy diferente, se respetaba a los maestros y a los mayores.
Hay de aquel que hablara algo de más, porque la bisabuela luego refunfuñaba y la mamá también.
Mis padres se separaron, mi mamá vivía con mi abuelita. Somos muchos hermanos. Todo lo que decía la abuelita era sabio, ahora lo entendemos que era sabia la abuelita, ella sabía por qué nos decía las cosas.
Respecto a los maestros, estos permiten que los niños pasen de panzazo; el maestro no estudia para lograr su progreso, se están estancando, y lo peor, están estancando a los niños y a la juventud.
La educación evita que los jóvenes se conviertan en vándalos, golfos y, lo peor, que incursionen en las diferentes modalidades de la delincuencia.
¿Está enamorada de la vida?
Claro que sí, y de mí misma también. Todavía, como dice el dicho, gallina vieja hace buen caldo. Tengo mucho amor conmigo misma y con las personas de mí alrededor.
¿Qué mensaje envía a la sociedad?
Que la gente se supere, que vean que no se va a acabar el mundo. Que hablen, que se unan, que escuchen consejos. Que no haya bullying entre los viejitos, porque este se practica entre algunos de ellos. Que haya paz, es lo que necesitamos paz y tranquilidad, yo aquí la estoy viviendo, aunque en mi casa también la tenía.
No es lo último, ni lo peor el asilo para ancianos. Hay que reflexionar y admirar a los más grandecitos para tomar de ellos sus buenos consejos y experiencias.
¿Le tiene miedo a la muerte?
Temor. Porque dejo muchos pedacitos que me quieren y los quiero mucho, de Dios está el momento en que llegue la muerte, tengo 75 años, y todavía puedo aguantar más, pero todo está en lo que Dios disponga, veremos qué es lo que pasa…