Agencias.-Un estudio que midió 21 longitudes de onda de más de 200 mil galaxias hecho por astrónomos internacionales con los telescopios más potentes del mundo confirmó que el universo muere de manera lenta.
Aunque desde finales de los años 90 se sabía que el universo se apaga de forma paulatina, éste trabajo demuestra que ocurre en todas las longitudes de onda, es decir, desde el ultravioleta al infrarrojo, destacó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
La investigación, que forma parte del proyecto Galaxy And Mass Assembly (GAMA), es el mayor estudio en conjunto efectuado en múltiples longitudes de onda y representa la evaluación más completa de la emisión de energía del universo, detalló el organismo en su página de internet.
El líder del proyecto GAMA, Simon Driver, explicó que toda la energía del universo fue creada en el “Big Bang”, la cual parte de la misma está en forma de masa.
Puntualizó que las estrellas brillan porque transforman su masa de nuevo en energía, tal y como describe la conocida ecuación de Einstein, E>mc2.
“Mientras que la mayoría de la energía que se encuentra dispersa alrededor del universo surgió después del ‘Big Bang’, la energía adicional es generada de manera constante por las estrellas a través de la fusión de elementos como hidrógeno y helio juntos”, explicó.
Esta nueva energía se absorbe por el polvo que viaja por la galaxia anfitriona o escapa hacia el espacio intergaláctico hasta que choca con algo, ya sea una estrella, un planeta o en ocasiones con un espejo de telescopio, agregó.
Con los resultados de este estudio internacional se observa que “de aquí en adelante, el universo irá decayendo, envejeciendo lentamente”, afirmó el también investigador del ICRAR de la Universidad de Australia Occidental.
Los científicos pretenden ampliar el trabajo con el fin de obtener un mapa de la producción de energía a lo largo de toda la historia del universo, con el uso de nuevas instalaciones.
Para este estudio se pretende usar el Square Kilometre Array, el radiotelescopio más grande del mundo y que se construirá en Australia y Sudáfrica durante la próxima década.
Además, los datos recabados hasta ahora ayudarán a los científicos a comprendan mejor cómo se forman y evolucionan los diferentes tipos de galaxias.