Una botella de gaseosa aporta más azúcar que la recomendada para todo el día.
Una unidad de 600 mililitros contiene en promedio 65 gramos de azúcar, que equivalen a 13 cucharaditas. La Organización Mundial de la Salud recomienda que sean 50 gramos. Pese a que estos datos fueron revelados a nivel mundial, el consumo de bebidas azucaradas no cede y ya genera 184 mil muertes por año.
Los investigadores han estudiado el impacto de las bebidas azucaradas en la mortalidad causadas por estas enfermedades. Los resultados, publicados este lunes en la revista Circulación, mostraron que 133.000 muertes en todo el mundo relacionados con el consumo de estas bebidas son el resultado de la diabetes, 45.000 de enfermedades cardiovasculares y 6.450 de cánceres.
«Muchos países tienen un alto número de muertes causadas por un solo factor dietético, los refrescos y otras bebidas afrutadas o azucaradas como los tés helados, de las cuales una fuerte reducción del consumo o la eliminación debería ser una prioridad global», explica el Dr. Dariush Mozaffarian, decano de la Facultad de Ciencias de la Nutrición en la Universidad Tufts en Boston, Massachusetts, y autor principal del estudio.
Los jugos de frutas exprimidos completamente natural fueron excluidos de la investigación.
Estimaciones de consumo se hicieron a partir de 62 encuestas dietéticas realizadas con 611.971 personas entre 1980 y 2010 en 51 países. Los investigadores también calcularon la cantidad de azúcar disponible a nivel nacional en 187 países y se correlaciona con la frecuencia de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en diferentes regiones y poblaciones.
Las grandes diferencias de un país a otro
El impacto del consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas en la mortalidad varía significativamente entre diferentes poblaciones, que van desde una tasa de menos del 1% en Japón en los mayores de 65 años, a un 30% entre los mexicanos menores de 45 años. Entre los veinte países más poblados durante el período del estudio, México tuvo la tasa más alta de mortalidad anual atribuida al consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas, con 405 muertes por millón de adultos, o un total de 24.000 en un año.
Los Estados Unidos se han posicionados en el segundo lugar con 125 muertes por millón por año, es decir 25.000 en total. Alrededor del 76% de las muertes relacionadas con el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas han tenido lugar en los países con ingresos bajos y medios. En total, la proporción de adultos jóvenes con enfermedades crónicas como la diabetes atribuida a los refrescos y otras bebidas azucaradas, fue mayor que en los adultos mayores.
