Ciudad de México aprieta la quijada mientras continúa creciendo una nueva ola de la covid-19. La jefa del Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha declarado la capital en emergencia, endureciendo medidas de prevención como el adelanto del horario de cierre para los comercios o la prohibición de la comida callejera. Este domingo, los millones de peregrinos de la Virgen de Guadalupe, la patrona de México, se encontrarán la basílica cerrada y protegida por centenares de policías. Los datos dibujan un escenario que no se vivía desde el pico de mayo, con un aumento de las hospitalizaciones en el último mes de más del 40% y cifras récord de contagios durante la primera semana de diciembre.
Las autoridades argumentan que se registran más casos que hace seis meses porque se están haciendo muchas más pruebas, una de las cuentas pendientes en México desde el inicio de la pandemia, y subrayan que la tasa de positividad —el porcentaje de personas que dan positivo sobre el total de pruebas realizadas— ha bajado considerablemente con respecto a la primera ola, al igual que la tasa de mortalidad. En todo caso, la previsión oficial es que con la llegada de las fiestas navideñas y la falsa sensación de seguridad que provoca los avances con la vacuna, los casos sigan subiendo en las próximas semanas.