“Si no tenemos nada verdaderamente importante que hacer, no salgamos a la calle”. Esa es la primera de las 10 recomendaciones que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheiunmabum, han hecho a la población este viernes para diciembre. El Día de la Virgen de Guadalupe. Las posadas. La compra de regalos. Las cenas de Navidad y Año Nuevo. En pleno aumento de hospitalizaciones en Ciudad de México, la temporada de fiestas ha puesto en alerta al Gobierno, que ha mandado un mensaje que exhorta a no relajar las medidas contra el coronavirus, con énfasis en los habitantes de la capital, que se mantiene en semáforo naranja. “La pandemia de covid-19 sigue dañando, causando estragos y mientras no tengamos la vacuna, lo mejor y lo más eficaz es cuidarnos nosotros mismos”, ha dicho el mandatario, que ha prometido que para la próxima semana se sumarán alrededor de 500 camas de terapia intensiva y se contratará a más trabajadores de la salud, aunque no especificó a cuántos.
El decálogo compartido incluye recomendaciones como hacer videollamadas en vez de visitar a familiares y reunirse solo entre habitantes de una misma casa; guardar distancia en caso de que sea necesario salir; llamar a los teléfonos de emergencia en caso de sentir síntomas, hacerse la prueba, y acudir pronto a las clínicas y hospitales. “Ya pasará esta pandemia, esta pesadilla”, ha dicho el presidente, que subrayó que se trata de medidas voluntarias y descartó prohibiciones y castigos a quienes no las sigan. En la misma línea se ha pronunciado unas horas después la jefa de Gobierno, que también llama a no hacer fiestas y a dejar los regalos navideños para otro momento. “Recuerda: regala afecto, cariño, amor, no lo compres”, ha comentado.
El mensaje ha implicado un ligero viraje en el discurso presidencial. López Obrador insistía esta misma semana que el uso de cubrebocas “no era indispensable” y que no lo utilizaría para sus apariciones públicas, a nueve meses del estallido de la epidemia. Esas declaraciones se dieron casi al mismo tiempo que Sheinbaum escribiera en Twitter que el uso de mascarillas era necesario para superar la crisis sanitaria. Se produce también días después de que lanzara una guía ética para sacar a México “de la degradación y la decadencia”, que causó polémica sobre si era papel del Gobierno aleccionar moralmente a los ciudadanos en sus vidas privadas.
La zona metropolitana de Ciudad de México superó esta semana el límite de hospitalizaciones que el propio Gobierno había fijado para pasar a semáforo rojo, el sistema que regula la reapertura de la economía y la movilidad en las distintas regiones del país. La cota fijada en julio pasado era de 5.127 camas. El 30 de noviembre se registaron 5.174 hospitalizaciones y el 1 de diciembre hubo 5.301 pacientes hospitalizados.
Sin embargo, en su conferencia de este viernes, Sheinbaum ha mantenido que la ciudad sigue en semáforo naranja “al límite”. Una figura creada desde hace unas semanas, con el alza de los contagios, para no pasar al color rojo. Ante la insistencia de los periodistas sobre por qué la capital no cambia de estado epidemiológico cuando se han rebasado los criterios, la jefa de Gobierno ha dicho que lo importante no es el color del semáforo sino que “ahora es un llamado distinto”. La alcaldesa ha negado que los empresarios le hayan pedido mantenerse en semáforo naranja, pero sí reconoce las preocupaciones sobre una situación económica que es de “crisis histórica”.
Sheinbaum se ha sumado al presidente López Obrador en confiar en la responsabilidad de los ciudadanos. “La población ya respondió muy bien al principio de la pandemia. No es necesario tomar toques de queda”, ha dicho la alcaldesa, que cree que esta petición junto con las nuevas medidas presentadas serán suficientes para “estabilizar la situación”.
Entre las novedades está la ampliación del uso del código QR a los medios de transporte públicos a partir de la semana que viene, aunque no será obligatorio porque hay ciudadanos que no cuentan con teléfono celular; la habilitación de centros de aislamiento voluntarios gratuitos para aquellos confirmados de covid-19 que no puedan mantener la distancia social dentro de su hogar, o la creación de las llamadas colonias de emergencia, en el que las secretarías de Salud junto con los comités de vecinos van a iniciar un rastreo casa por casa para identificar posibles casos.
Según las cifras presentadas hoy por el Gobierno de la ciudad, la ocupación hospitalaria total supera el 56% (es del 61% para camas general y del 44% para las que requieren ventilación), de media ingresan cada día 297 personas (el número más alto desde junio), hay un total de 14.000 casos activos confirmados (desde agosto hasta octubre eran de media entre 3.500 y 5.000 casos activos), se ha llegado esta semana a la meta de más de 18.000 pruebas covid gratuitas realizadas (de las cuales 4.000 son PCR y el resto son test rápidos) y la tasa de positividad ronda el 22% (a causa del mayor número de pruebas, en mayo era del 50%). “Estamos encontrando más casos porque estamos buscando más”, ha señalado Eduardo Clarck, encargado de la Agencia Digital de Innovación Pública de Ciudad de México.
El personal sanitario ha alertado desde la primera ola de la pandemia sobre el efecto que cada feriado y puente tenía en las hospitalizaciones y en la llegada de más pacientes a los hospitales. Los llamados “picos” se reflejan más o menos 15 días después de las celebraciones, que es lo que tarda el virus en incubarse y agravarse. En noviembre hubo puentes por el Día de Muertos, el Día de la Revolución y hubo dos semanas de ofertas por “el Buen Fin”, una iniciativa similar al Black Friday para reactivar el comercio. “Tenemos más trabajo que antes”, afirmaba Gabriel Reyes, jefe de Urgencias del Hospital Juárez de Ciudad de México, días antes de que el país pasara el umbral de las 100.000 defunciones, según datos oficiales, el pasado 19 de noviembre. Esa misma semana, México rebasó el millón de contagios.
Dos semanas después, México tiene ya 1.144.643 casos confirmados y 108.173 muertes por coronavirus, según el último informe de las autoridades sanitarias. “Independientemente de que han habido más contagios, tampoco es algo descontrolado, de alarma”, ha dicho López Obrador, aunque poco después ha matizado: “El mes de diciembre es algo especial”. Está previsto que Sheinbaum presente en las próximas horas un plan para reforzar el personal y el sistema sanitario. Las autoridades sanitarias presentarán el próximo martes el plan de vacunación contra la covid-19, que se espera que empiece este mes con 250.000 dosis de la vacuna de Pfizer.