El titular del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca, Amando Bohórquez Rodríguez ha creado al menos tres empresas constructoras para autoasignarse contratos para obras de reconstrucción del patrimonio histórico, denunciaron trabajadores de esa institución
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Trabajadores del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (INPAC) denunciaron al titular de la dependencia, Amando Bohórquez Rodríguez, por beneficiar a empresas de prestanombres o de su propiedad con recursos destinados a la reconstrucción de monumentos históricos.
Los denunciantes señalaron que trabajadores de Bohórquez han creado empresas constructoras para obtener contratos irregulares del INPAC.
Las empresas a las que se les asignan las obras son Crismar SA de CV, Cuba SA de CV, Safeti SA de CV, así como a Jéssica López, Itandehui Yurumi Reyes Barbari y Mario Habib Juan.
“Son prestanombres, todos trabajan en la empresa BORA, de la cual es propietario Amando Bohórquez Rodríguez, o laboran en su empresa o están ligados directamente con personal de su empresa, la mayoría de las empresas citadas tienen su dirección en Miahuatlán de Porfirio Díaz, de donde es originario Bohórquez”, denunciaron los trabajadores del INPAC que solicitaron el anonimato por temor a represalias, pues ante los reclamos de inconformidad expresados ante el funcionario la respuesta han sido despidos injustificados.
“En la contratación de estas empresas hay un claro conflicto de intereses, la Secretaría de la Contraloría debería iniciar una investigación”, señalaron.
Asimismo, los trabajadores denunciaron que estas empresas carecen de experiencia en el rubro de reconstrucción de patrimonio histórico.
Los denunciantes señalaron también al exdirector del instituto, Rolando Osorio, quien tras los sismos de 2017 dilapidó alrededor de 22 millones de pesos que la Federación etiquetó al INPAC y que serían utilizados para pagar supervisiones externas a monumentos históricos en reconstrucción.
No obstante, sin justificación suficiente esos recursos desaparecieron, por lo cual no hubo forma de comprobar qué avance tiene la reconstrucción de edificios históricos que fueron dañados.