El plan educativo presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y defendido por el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, para impartir clases por televisión y radio excluye a un sinnúmero de comunidades indígenas del estado de Oaxaca donde no solamente no hay televisiones digitales, sino que ni si quiera son alcanzadas por la señal de las televisoras, que devorarán 450 millones de pesos por la ejecución de la estrategia llamada “Aprende en casa II” que está en marcha desde el pasado lunes 24 de agosto
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Clases por televisión y radio. Así se resume el proyecto Aprende en Casa II que la Secretaría de Educación Pública presentó el pasado 3 de agosto para el ciclo escolar 2020-21. Televisa, Tv Azteca, Grupo Milenio, Imagen y Canal Once poseen los seis canales que transmiten los contenidos educativos en una estrategia que mantiene las salas de los hogares como aulas durante la pandemia.
En la conferencia en la que el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, el presidente Andrés Manuel López Obrador y los accionistas mayoritarios de las empresas televisoras anunciaron la estrategia quedaron sin respuesta decenas de preguntas. ¿Cuántos niños tienen acceso a una televisión digital en México y en Oaxaca? ¿Qué van a hacer aquellos niños que viven en casas sin televisión? ¿qué harán los pobladores de comunidades donde no llega la señal de radio y televisión? ¿Cómo podrán apoyar los padres monolingües hablantes de una lengua indígena a sus hijos si los contenidos se transmitirán únicamente en español?
Muchas de estas preguntas surgen desde la Sierra Norte de Oaxaca, una región donde, aunque gran parte de sus municipios muestran altos niveles de organización comunitaria, mantienen también altos índices de rezago e imposibilidades de comunicación dadas sus condiciones geográficas.
En Ixtlán de Juárez, cabecera de uno de los tres distritos que componen esta región, el porcentaje de la población en pobreza medido por el Coneval es de 79.5% y de 36.7% para la categoría de pobreza extrema. Asimismo, 62.4% de los hogares presentan rezago en acceso a servicios básicos. No hay drenaje o agua entubada o energía eléctrica, sin la cual conectar la educación a los hogares será imposible.
“Hay algunas comunidades que tienen acceso a internet, pero hay muchas comunidades donde no llegan los canales de televisión, difícilmente hay internet, tienen que estar pagando fichas, si existe esa posibilidad, a los más pobres les sale más cara la educación si es que hay oportunidad de atenderlos, si no definitivamente los niños ya no pudieron establecer más comunicación con los maestros”, expresa Aldo González, coordinador de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (UNOSJO), que desde hace 20 años ha trabajado como uno de sus proyectos la generación de propuestas educativas culturalmente apropiadas y que durante la última década ha realizado cada verano talleres de herramientas pedagógicas con maestros de Oaxaca y de otros estados.
Para nosotros, explica, “la educación no es solo poner conocimiento en la cabeza de los estudiantes, nosotros nos preocupamos porque el niño pueda captar los contenidos, los pueda relacionar con su vida cotidiana y además de eso los pueda problematizar”, agrega. La educación culturalmente apropiada, apunta, será muy complicada de alcanzar con el proyecto que presentó la SEP.
“Hay serias deficiencias en la educación de Oaxaca que no van a facilitar este proyecto. Además, el que la educación se imparta a través de medios masivos de comunicación nos vuelve a colocar en esta situación de una educación que se dicta de arriba hacia abajo, que no toma en cuenta las particularidades, eso es una situación que se ha estado criticando sobre todo en Oaxaca”, asegura.
SIN ACCESO A TELEVISORES DIGITALES
Las estadísticas del Inegi muestran también por qué Oaxaca tendrá dificultades para enfrentar la educación a distancia a través de radio y televisión. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares hecha por el Inegi, en Oaxaca, una de cada tres viviendas carece de un televisor digital, indispensable para captar la señal de los canales multiplex a través de las cuales serán transmitidas las clases del ciclo escolar 2020-2021. Asimismo, solo 24.6% de los hogares tiene una computadora.
PREOCUPACIONES DESDE LA SIERRA MIXE
En la región mixe, perteneciente también a la Sierra Norte, incluso los municipios que muestran mayor organización comunitaria cuentan con un alto grado de rezago social.
Santa María Tlahuitoltepec, por ejemplo, es cuna de uno de los proyectos musicales infantiles más importantes de Oaxaca, el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM), una agrupación de niños intérpretes de música tradicional que fue seleccionada para tocar en el Gran Premio de Fórmula 1 de la Ciudad de México. Sin embargo, de acuerdo con el Coneval, 90.1% de sus pobladores vive en condiciones de pobreza, 39.4% en pobreza extrema. 86.5% de los hogares presenta rezago en acceso a los servicios de salud.
Desde abril, cuando se dictaron las medidas de confinamiento para tratar de evitar contagios de coronavirus, la experiencia de la educación a distancia, basada en la comunicación con docentes mediante correo electrónico, resultó inapropiada, materialmente complicada y costosa.
Dada la imposibilidad de comunicarse continuamente con los profesores, los estudiantes principalmente de nivel básico enfrentarían un proceso sin acompañamiento de un tutor. “No todos los papás tienen la capacidad de transmitir a los niños el contenido temático porque varios somos hablantes de la lengua ayuuk, algunos no hablan español e incluso de quienes sí lo hablan no todos comprenden los contenidos.
Asimismo apunta, “no todas las personas pueden conectarse a internet, uno por la señal, es muy deficiente, se cae a cada rato, se pueden recibir mensajes por vía whatsapp pero no puedes mandar un mensaje de voz, la calidad de la señal es muy mala y no soporta tener una conversación virtual, también se ve afectada por las condiciones climatológicas, por la temporada de lluvias o incluso por el viento”, relata José Pablo Antonio, coordinador ejecutivo de Servicios para el Pueblo Mixe (SER-Mixe).
El costo de pagar clases en línea ocupaba una tercera parte del ingreso diario de una familia o incluso la mitad. “Rentar una ficha para una hora de internet cuesta 10 pesos, si las clases duraban cuatro horas eran 40 pesos, si había dos o tres hijos podían ser 80, 120 pesos cuando en una jornada laboral a veces se ganan 100, un albañil quizá gana un poco más, 250 o 300 pesos, pero estar pagando fichas de internet en las comunidades genera un costo adicional que la gente no tiene considerado pagar”, señala.