Enrique ARANDA/Excélsior
El perredismo dejará de manipular a su antojo al órgano legislativo capitalino, como lo ha hecho desde su constitución.
De concretarse las previsiones que, en relación con el resultado de la elección de nuevos asambleístas tienen autoridades capitalinas y el propio gobierno federal, el perredismo dejará de manipular a su antojo y conveniencia al órgano legislativo capitalino, como lo ha venido haciendo (prácticamente) desde su constitución, además de evidenciar al exdelegado (en Benito Juárez) e impresentable cacique azul Jorge Romero Herrera y al tristemente célebre René El Señor de las Ligas Bejarano, como los grandes perdedores de la contienda… algo que hasta hace apenas unos meses se antojaba imposible.
La sola posibilidad de que el perredismo chucho no ratifique su hegemonía, incuestionable hoy a nivel Asamblea, más la clara evidencia de que, con todo y los problemas de falta de recursos económicos que hoy exhibe, el debutante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) conseguirá ubicarse como segunda fuerza política a nivel local, mantiene “más que preocupado” al cuestionado Miguel Ángel Mancera Espinosa, que vislumbran un difícil cierre de administración y, más, una complicada construcción de la candidatura presidencial del no-perredista jefe de Gobierno con miras al 2018.
Hoy, con todo y que el perredismo mantiene una holgada mayoría en Donceles y Allende, no son escasas las ocasiones en que propuestas legislativas promovidas desde el Palacio del Ayuntamiento —“con el aval o no de los impresentables Chuchos que controlan el PRD, eso no interesa”— deben ser objeto de prolongadas y, no sin frecuencia, “costosas” negociaciones entre las diferentes tribus y grupúsculos de la izquierda primero y, luego, con la casi inexistente oposición.
Ello, sin embargo, ante la posibilidad de que el partido de Andrés Manuel López Obrador consiga ocupar una veintena de las 66 curules en juego, y que la representación del sol azteca y aliados se reduzca a poco más o menos 30 o 35 posiciones, colocará a ésta en una situación en verdad complicada, si de controlar y empujar propuestas de gobierno y/o administrativas para el Distrito Federal que favorezcan a quien hoy por hoy se autopromueve como “único candidato viable de la izquierda perredista de cara al 2018” se trata…
Por razones similares, cuando no iguales, es que es viable, desde ahora, asegurar que Bejarano y Romero serán los grandes perdedores de la contienda, pues, en el caso del primero, su influencia en la nueva Asamblea quedará reducida a nada, puesto que las posibilidades reales de sus candidatos afines son mínimas y, por lo que se refiere al segundo, que merced al control que ejerce sobre Gustavo E. Madero y los suyos garantizó su arribo al órgano legislativo por la vía plurinominal, los pronósticos apuntan a que si bien llegará a la Asamblea y asumirá como coordinador de la bancada de Acción Nacional, la representación blanquiazul ahí será en tal forma reducida y magra —“la mitad de lo que ahora es…”— que no le será suficiente para construir, desde ahí, su candidatura a jefe de Gobierno en 2018.
Al tiempo…
ASTERISCOS
**Más de uno en el tradicional Centro Libanés de Insurgentes volvió la vista y se asombró, este miércoles, por la jurásica mesa que miembros del “viejo PRI que (supuestamente) ya se fue…” formaron: Gustavo Carvajal Moreno, Joaquín Hendricks, Manuel Aguilera Gómez, Julio Camelo y, entre otros, el general Tomás Ángeles Dauahare. En su oportunidad, reveló alguien, el mayor de todos ellos —¡adivine usted quién fue!— aprovechó para dejar en claro que él, al menos, se mantenía alejado de la política…
**Durante la presentación de la Estrategia de Seguridad de Pemex 2015-2025, ayer, su titular Emilio Lozoya Austin reveló que en la última década la estadística sobre el tema muestra una reducción de 40% en materia de accidentes graves y que, el pasado 2014, la tasa de accidentes generales en la petrolera bajó a 0.38 por millón de horas laboradas por trabajador, nivel muy abajo del promedio internacional.
