Sin una estrategia definida para combatir al crimen ni opciones para detener la violencia homicida, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha perdido 18 meses en la tarea de mejorar la seguridad pública y tan solo en 2020, a pesar del confinamiento por la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus, los registros superan las 11 mil muertes violentas; Oaxaca, por su parte, va camino a superar este récord por cuarta vez en el actual sexenio. En la entidad bajan otros delitos, pero aumentan los feminicidios
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
La nueva normalidad de México es la violencia homicida y 2020, el año de la pandemia del coronavirus, quedará marcado en nuestro país como el más violento de la historia… hasta que llegue 2021 y lo supere. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador no solo carece de un proyecto que atienda los problemas de inseguridad, sino incluso se olvidó de avanzar en las propuestas que estableció para lograr la paz que construiría durante la Cuarta Transformación.
Los 11 mil 535 homicidios dolosos registrados oficialmente en el primer cuatrimestre de 2020 implican un aumento de 2.38% respecto a la cifra registrada en el mismo periodo de 2019 (11 mil 266 asesinatos) y 9.02% respecto a la de 2018 (10 mil 580), para un incremento acumulado de 11.4% en solo dos años. Tan solo desde que tomó protesta el presidente López Obrador, suman 50 mil 461 homicidios dolosos en el país.
“Lamentablemente respecto a los homicidios no se han generado estrategias puntuales para disminuirlos, este gobierno no ha tenido una sola estrategia puntual que me refiera que está entendiendo de qué se trata el tema de los homicidios, cuáles son sus características, por qué suceden, qué tanto tiene que ver el crimen organizado o qué tanto tiene que ver que la violencia ha aumentado en otro tipo de delitos que acaban en homicidio”, señala Leonel Fernández, director de Fortalecimiento de la Sociedad Civil del Observatorio Nacional Ciudadano.
En su reporte sobre delitos de alto impacto del mes de abril, el Observatorio destaca que los delitos relacionados con la delincuencia organizada siguen creciendo sin importar las insistencias del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, “de que la curva de aumento de delitos ya se aplanó”.
Asimismo, señala que marzo de 2020 fue el segundo peor mes en materia de violencia de la historia de nuestro país; en abril el homicidio creció 5.49% comparado con abril de 2019 y se posicionó como el onceavo mes más violento desde que hay registros. Por su parte, la trata de personas creció 71.43% y la venta de drogas 3.71%. “Datos que preocupan si son vistos a la luz que 2019 fue el año más violento de la historia y el año con la mayor tasa de trata de personas y narcomenudeo”.
Respecto a los homicidios, el alza continúa, aunque en menor medida si se compara con las estadísticas de 2018. “Si bien hubo una especie de control del crecimiento del homicidio doloso esto no significa que haya bajado. A principios de 2019 empezó a crecer menos rápido respecto a la curva de 2018, se empezó a estabilizar, pero nunca disminuyó”, señala Fernández. El encierro por la pandemia, subraya, “no es suficiente para que se disuada a ciertos grupos delincuenciales, lamentablemente la autoridad no lo ha impedido, se han desviado muchos recursos económicos y políticos al tema del Covid-19, sin contar que el delito no descansa por las políticas de la pandemia”.
ESTADOS EN ROJO; OAXACA, EL 12º MÁS PELIGROSO
La tendencia de homicidios dolosos en el país continúa marcando como los estados más peligrosos a Guanajuato, con mil 534 homicidios dolosos en el primer cuatrimestre de 2020; Estado de México, con 982; y Chihuahua, con 906. Juntos estos estados concentran el 29.6% de los 11 mil 525 delitos de este tipo contabilizados por el Secretariado Ejecutivo.
Si a este grupo se suman Michoacán (886 asesinatos intencionales entre enero y abril de este año), Baja California (880) y Jalisco (700), las seis entidades concentran 51.08% del total de homicidios, son las plazas rojas, las más sangrientas del país.
Oaxaca está en el siguiente grupo. Los seis estados que siguen en el listado de mayor número de homicidios dolosos son Guerrero (524), Ciudad de México (507), Veracruz (472), Sonora (458), Puebla (362) y Oaxaca (359).
Lejos se encuentran en este grupo de entidades violentas estados como Tlaxcala, Aguascalientes, Campeche, Yucatán y Baja California Sur, todos con menos de 45 homicidios dolosos este año.
En 2020, Oaxaca reporta 1.89 homicidios por cada 100 mil habitantes. Guanajuato, que tiene la tasa de homicidios más alta del país coloca su estadística en 4.59 homicidios por cada 100 mil pobladores. Hay más posibilidades de ser asesinado en el territorio oaxaqueño que en Estado de México, Veracruz o Ciudad de México, con tasas de homicidios menores por cada 100 mil habitantes.
EL ESCENARIO DE OAXACA
El homicidio de Alexander Martínez, de 16 años de edad, ocurrido el pasado 9 de mayo en la Cuenca del Papaloapan cuando un policía municipal de Acatlán de Pérez Figueroa le disparó sin motivo alguno se suma a los más de 400 asesinatos intencionales registrados en la entidad en 2020, un año proyectado para superar nuevamente el récord de violencia, inseguridad e impunidad que se ha mantenido durante el actual sexenio.
Oficialmente, Oaxaca registró hasta abril –el último mes del que se cuenta con cifras actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) 359 homicidios dolosos, que implican un alza de 4.3% respecto al primer cuatrimestre de 2019.
Desde el 1 de diciembre de 2016, en el estado se han cometido 3 mil 783 homicidios dolosos, incrementándose anualmente el número de casos.
En diciembre de 2016 se contabilizaron 92 casos; en 2017, 961; en 2018, mil 172; mil 199 en 2019 y este año se registran oficialmente 359.
FEMINICIDIO, A LA ALZA
Durante abril, además de los homicidios dolosos, el número de feminicidios registró alzas considerables en diversas entidades, entre ellas Oaxaca. 16 estados reportaron una tasa de víctimas mayor que el valor nacional durante abril 2020.
Oaxaca fue el noveno estado con mayor número de registros en la estadística oficial. El reporte de feminicidios de 2020 del Secretariado presenta las siguientes cifras: Estado de México, 38 casos entre enero y abril; Veracruz, 31; Puebla, 25; Nuevo León, 24; Ciudad de México, 19; Jalisco, 18; Morelos, 13; Baja California, 11; San Luis Potosí, 11; Sinaloa, 11; y Oaxaca, 11.
BAJAN OTROS DELITOS
De acuerdo con el reporte del Observatorio Nacional Ciudadano, durante el mes de abril las cifras oficiales muestran que hay un descenso en la comisión de diversos delitos -robo con violencia (-38.36% comparado con abril 2019), robo de vehículo (-34.45%); robo a casa habitación (-47.08%); robo a negocio (-34.80%); robo a transeúnte (-55.80%); secuestro (-21.13%) y extorsión (-22.18%); sin embargo, esta situación se debe en gran medida a que el confinamiento durante la pandemia redujo el número de denuncias, que son el indicador base para los reportes de incidencia delictiva.
No obstante, aún bajo condiciones de aislamiento, en Oaxaca el delito de extorsión en sus distintas variantes registró un incremento, al igual que en Aguascalientes, Colima, Querétaro, Quintana Roo, Sonora y Veracruz.
GUARDIA NACIONAL NO ES ESTRATEGIA
La única respuesta que ha esbozado el gobierno federal para tratar de contener la violencia y la inseguridad en el país es la creación de la Guardia Nacional que, durante la pandemia fue fortalecida por orden presidencial. El pasado 11 de mayo entró en vigor un decreto del Ejecutivo federal que avala que el Ejército participe en tareas de seguridad pública apoyando a la Guardia.
Esa decisión fue acusada por organizaciones civiles por implicar la militarización del país y por desatender áreas prioritarias para el mejoramiento de la seguridad pública y la procuración de justicia.
“La Guardia Nacional no es una estrategia, no es una institución que se haya creado a partir de diagnósticos ni en el desarrollo de más capacidades, solamente fue un cambio de nombre para actores que ya existían, militares y policías federales. No hay una estrategia detrás, simplemente fue hecha para concentrar atribuciones”, señala Leonel Fernández, del Observatorio Ciudadano, quien agrega que otras propuestas que hizo el gobierno federal para mejorar la seguridad pública, como mejorar los sistemas de procuración e impartición de justicia están olvidadas.
“Este año y medio que llevamos de gobierno ha pasado de noche en el tema de seguridad, han sido 18 meses perdidos, la dinámica ha sido prácticamente la misma a nivel estatal. El problema tendría que atacarse desde lo local, pero no ha habido esfuerzos para fortalecer las policías”, agrega.
–¿Desde el observatorio se tiene una proyección de que 2020 supere a 2019 como el año más violento en cuanto a homicidios dolosos?
–Sí, seguramente el tema de homicidios dolosos se va a volver a rebasar, es difícil predecirlo, pero si se mantienen los siete meses que faltan de información como empezaron los primeros cuatro va a ser, sin temor a equivocarme, el año más violento de México.