Hace unos días, el presidente de los Estados Unidos (EU) Donald Trump se volvió a pelear con el mundo de las redes sociales. Específicamente, con Twitter. El mandatario realizó varias publicaciones en la plataforma, denunciando el supuesto potencial de fraude del sistema de votación por correo. El sitio de Jack Dorsey puso varios enlaces y advertencias a estos posts, desmintiendo esta idea. Y ahora, el ex-magnate está listo para ir a la guerra contra la industria.
según Bloomberg, Trump está alistando una orden ejecutiva para permitir demandas en contra redes sociales y Big Tech que eliminen, censuren o modifiquen contenido de sus usuarios.
Ese documento aún no ha sido revelado, pero propone cambiar la ley que protege a las compañías contra litigios legales. La legislación dispone que, cuando se actúa de “buena fe” para limitar el alcance o visibilidad de posts, no se puede llevar a estas organizaciones a corte para un juicio.
La plataforma de Jack Dorsey, según Bloomberg, también impone fact-checks en líderes provenientes de China
Pero la legislación no tiene una definición de “buena fe”, algo que la orden ejecutiva de Trump obligaría a la Comisión Federal de Comunicaciones a acotar. Esto permitiría que, una vez que se defina esta idea, cualquier persona, desde la administración federal hasta un usuario más, puedan demandar a las redes sociales si eliminan sus posts. Asimismo, abriría las puertas a una serie de investigaciones federales contra las Big Tech en torno a sus prácticas e ingresos.