La de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano es una historia en donde la lucha contra la corrupción y la corrupción misma se mezclan: a una directora que llegó para rescatar del abismo a la agencia de noticias que en los años 70 y 80 puso a México en la primera línea de la información mundial, se le acusa hoy por generar campañas de difamación, por actos de acoso laboral y corrupción. La trama toca por entero a la Cuarta Transformación, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado en múltiples ocasiones que no permitirá que se agreda a un periodista desde su gobierno
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Dolia Estévez, Lydia Cacho, Anabel Hernández, Blanche Petrich, Carmen Aristegui, Marcela Turati y Guadalupe Lizárraga se han vuelto enemigas de la agencia de noticias del gobierno de México, Notimex, cuya directora, Sanjuana Martínez, ha convertido a la redacción en un cuarto de guerra desde el que se generan campañas de difamación contra periodistas, se violan cuentas de redes sociales y se exige a todos los trabajadores participar de estos artificios, denunciados hoy ante la organización de defensa del derecho a la libertad de expresión Artículo 19, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) e investigados por los medios de comunicación Aristegui Noticias y Signa Lab.
El pasado 12 de mayo, en información difundida conjuntamente, Artículo 19, el ITESO, Aristegui y Signa_Lab presentaron las denuncias recogidas a través de 10 entrevistas de dos trabajadores de la agencia y ocho extrabajadores, contratados y despedidos durante la gestión de Martínez.
Los testimonios pintan un cuadro de hostigamiento, represión y corrupción al interior de la agencia de noticias mexicana, dirigida por una periodista a la que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado su apoyo total. “Confío mucho en Sanjuana, muchísimo”, dijo en julio de 2019 cuando se le presentaron denuncias del despido injustificado de 100 trabajadores.
ORTIZ, LA CLAVE
El principal impulsor de las denuncias en contra de la directora de Notimex es Manuel Ortiz, un periodista que destaca por haber sido contratado como director de Noticias Internacionales de la agencia durante la actual administración y que hoy ha revelado los casos de acoso laboral al interior de la agencia.
En abril de 2019, de acuerdo con el testimonio que Ortiz presentó ante Artículo 19, Martínez le ordenó atacar en redes sociales a periodistas como Lydia Cacho y Carmen Aristegui.
“Siempre me negué, en una ocasión crucé, desde mi cuenta particular, mensajes en privado con Lydia y Sanjuana se enojó por eso. ‘Ya déjalo así, yo lo hago desde mis cuentas’”, expresó Ortiz.
En septiembre de 2019 Manuel fue despedido de Notimex. A él lo corrieron porque se negaba a hacer lo que Sanjuana quería, y porque en una ocasión defendió a una reportera, afirmó un extrabajador de Notimex a Artículo 19.
La información presentada por aristeguinoticias da cuenta de que en agosto de 2019 Sanjuana pidió a los directivos que contestaran tuits donde atacaban a la agencia y obligó a parte del equipo a crear redes de bots. “Internamente algunos protestamos y ahí fue cuando vino el cese de trabajo. Manuel se negó a despedirme y entonces empezó la guerra contra nosotros”. Lo anterior fue corroborado por otros dos excolaboradores de la agencia que presenciaron la orden de despido.
Entre otras irregularidades, Ortiz denunció que Martínez contrató a su chofer, Luis Monroy, como reportero triple A, pretendiendo convertirlo en líder sindical y en coordinador de las campañas de acoso cibernético coordinadas desde la agencia.
Ortiz fue despedido en septiembre de 2019, acusado de contar con dos plazas en la función pública, una como trabajador de Notimex y otra como profesor de la UNAM. El supuesto dobleteó del que lo acusó Sanjuana fue desmentido por una nota publicada el 14 de mayo por aristeguinoticias, donde se corrobora que Ortiz renunció a su plaza en la UNAM para laborar en la agencia.
ACOSO
A Sanjuana Martínez se le acusa además por orquestar campañas de desprestigio y acoso contra extrabajadores, incluso violando las garantías de seguridad de cuentas privadas. Aquí aparece otro personaje involucrado en la red de acoso cibernético, Erik Muñiz, actual director de noticias internacionales, señalado como un alfil de Sanjuana.
“A varias personas nos acosó y sigue difamando en Twitter. Sé que la directora tiene personas que se dedican a hackear o meterse a cuentas de Facebook, Twitter u otras (redes sociales) de directivos para obtener imágenes y agredir la vida privada”, denunció otra extrabajadora de la agencia que pidió que se mantuviera su caso en el anonimato.
En su defensa, en un aentrevista concedida por aristeguinoticias como derecho de réplica, Martínez expuso que ella y trabajadores de la agencia han sido acosados y amenazados de muerte, sin embargo, Artículo 19 se negó a tomar sus denuncias.
“Artículo 19 en un principio aceptó tomar nuestros testimonios de ataques, pero al final nos dijo que no podían porque éramos una institución pública… estábamos padeciendo un acoso terrible y una difamación que incluía fotos y amenazas de muerte… Artículo 19 tiene la obligación de defendernos porque también somos periodistas… detrás de todo esto existe una idea clara de que nosotros teníamos el enemigo dentro: un sindicato mafioso”, insistió.
EL CONFLICTO LABORAL
Entre otras irregularidades, Martínez fue acusada por entregar información imprecisa al presidente López Obrador sobre el número de denuncias de trabajadores de Notimex abiertos ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
El periodista Alejandro Lelo de Larrea denunció a través de twitter: Miente Sanjuana Martínez @SanjuanaNotimex, directora de @Notimex. En la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de la @STPS_mx existen 54 demandas laborales contra ella y la Agencia, y no 14, como le reportó a @lopezobrador_. Aquí la prueba de los folios corroborados”.
Publicó también la lista de folios de casos abiertos ante la junta por quejas de trabajadores.
Artículo 19 reporta que todos los testimonios recabados coinciden en que Martínez ha solicitado a su personal utilizar cuentas personales y crear perfiles falsos con el fin de defender su gestión en Notimex.
LA HUELGA
Desde el 21 de febrero de este año, trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex inició una huelga debido al incumplimiento de aumentos salariales y en prestaciones. Los trabajadores denunciaron que a pesar de que a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se acordó el incremento de 3.4% salarial y de 1.8% a prestaciones, los salarios se mantuvieron sin movimientos.
Directivos de la agencia explicaron que el aumento no se ejecutó debido a que los trabajadores exigían la reinstalación de 80% de trabajadores despedidos, “conforme a derecho”.
El número de despedidos de acuerdo con el sindicato había llegado a 241. Asimismo, en Notimex se había exigido a los trabajadores que firmaran su adhesión a un sindicato patronal.
Los directivos, a través de una carta, expresaron que el SutNotimex presentó un pliego petitorio con 94 cláusulas, entre ellos “beneficios económicos a favor de su lideresa Adriana Urrea, quien exigía más de 242 mil pesos mensuales en concepto de ‘apoyo sindical’”.
El pasado 13 de mayo, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) de la Secretaría del Trabajo ordenó a Notimex suspender labores tras 83 días de una huelga declarada por el SutNotimex. De negarse a parar labores, se podría imponer una multa de por lo menos 400 mil pesos.
LA POSTURA DE MARTÍNEZ
El 19 de julio de 2019, Martínez denuncio desde la tribuna mañanera presidencial que Notimex se había convertido en una mina de oro de privilegios y dispendio de recursos públicos.
Asimismo, expuso en conferencia que el líder sindical de Notimex, Conrado García Velasco, mantuvo en la nómina a 300 personas sin trabajar, entre las que se encontraban familiares.
“Nos encontramos una especie de huachicoleo de noticias, es decir, esta mafia que tenía secuestrada la agencia tenía, evidentemente, otros negocios entre ellos otra agencia de noticias de la cual recibía publicidad en distintas instituciones, pagos importantes, millones. Todo eso se está investigando ahora por la SFP”, expresó en la conferencia presidencial.
Martínez denunció además que, en 2018, se realizó un sobre ejercicio de recursos por 5.4 millones de pesos.
La Auditoría Superior de la Federación corroboró también que la administración anterior dejó pendiente el pago del ISR correspondiente al mes de diciembre de 2018.
DEFENSA DE LA IMPUNIDAD
No solo al interior de Notimex hay denuncias por acoso laboral. Desde el 21 de julio de 2019, la periodista Guadalupe Lizárraga publicó un reportaje titulado “Los protegidos de Sanjuana Martínez desde la agencia de Estado Notimex” donde denuncia que el aparato noticioso del gobierno mexicano ha sido ocupado por su directora para proteger a dos personajes.
Uno de ellos, Raymundo Ramos Vázquez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, vinculado al Cártel de los Zetas; la segunda, Isabel Miranda Torres, imputada por la fabricación del caso Wallace y por secuestro en grado tentativa, con dos carpetas de investigación abiertas en la Fiscalía General de la República.
Ramos, señalado por recibir pagos del cártel de los Zetas –hasta por 5 mil dólares semanales- para esconder a miembros del crimen organizado en las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, fue llevado a Palacio Nacional el 19 de julio de 2019 para que estuviera presente en una conferencia matutina del presidente López Obrador.
En la conferencia se le cuestionó a Martínez el por qué había ejercido actos de censura contra víctimas de Isabel Miranda, a lo que solo pudo responder que “tenía derecho a decir su verdad”. “No obstante Notimex nunca ha promovido ‘la verdad’ de las víctimas de Isabel Miranda”, escribió en la nota periodística Lizárraga.
De igual forma, en enero pasado, la diputada federal del PRD, Frida Esparza, denunció que Sanjuana Martínez compró la nota más cara del mundo, pues Notimex firmó con el periodista de Nuevo León, Hugo Gutiérrez de León, un contrato de cobertura de servicios periodísticos por un millón 730 mil pesos. Los registros hasta el momento de la denuncia mostraban que el periodista contratado había realizado únicamente una nota de seis párrafos, con la que se justificaba su contrato.
