La emergencia sanitaria por el Covid-19 provocó una reducción en la demanda del transporte público en un 60 por ciento, lo que significa menos ingresos y pérdidas económicas, esto ha llevado a los concesionarios a hacer ajustes y en muchos casos a parar sus unidades; por otra parte, al ser el servicio que utiliza la población que debe salir a la calle para buscar el sustento diario, lo transforma en uno de los mayores focos de infección
Yolanda PEACH
El transporte público en Oaxaca enfrenta un doble problema a raíz de la emergencia sanitaria por el Covid-19: por una parte, se ha convertido en uno de los principales focos de infección; por el otro, sus ingresos van en picada.
Tan sólo en el transporte público urbano concesionado, se estima que los ingresos se redujeron en un 61 por ciento; taxistas estiman que su deterioro diario de pasaje se acerca al 75 por ciento y, por otro lado, los taxis foráneos intentan compensar las pérdidas con un aumento de la tarifa en la parada mínima.
PÉRDIDAS MILLONARIAS
El transporte se consideró una actividad esencial que debe mantener su operación, no obstante, sectores clasificados como no indispensables suspendieron actividades, lo que afectó a la movilidad colectiva.
Concesionarios de los camiones del transporte público en la capital oaxaqueña redujeron hasta un 35 por ciento la flotilla de autobuses que brindan el servicio.
La Secretaría de Movilidad (Semovi) puntualizó que actualmente recorren la ciudad 484 camiones de los 750 que circulan normalmente.
Los gastos operativos obligaron a bajar el número de la flotilla, sin embargo, se garantiza que la población tenga la ruta completa, aunque ahora tengan que esperar un p1oco más.
Aun con estas medidas, la movilidad bajó un 60 por ciento aproximadamente.
Se calcula que, en un día normal, el conductor de un camión puede cobrar una media de mil 400 pesos, actualmente, con la situación sanitaria, llegan a recolectar hasta 840 pesos, por lo que, el millón 50 mil pesos que se podrían generar a diario toda la flotilla de camiones bajó a 406 mil 500 pesos aproximadamente.
Respecto al tema del Covid-19, la Semovi implementó acciones de saneamiento permanente en los vehículos.
El mandato es realizar una exhaustiva limpieza al interior de sus camiones, con especial atención en las partes del vehículo en las que los usuarios tienen mayor contacto, como agarraderas, manijas, cinturones de seguridad, seguros, puertas, descansabrazos y cabeceras.
La limpieza debe realizarse a base de agua con cloro u otro producto autorizado, además quienes la realicen deberán utilizar guantes y cubrebocas, dicha acción deberá contemplarse al momento de terminar cada viaje, por lo que será necesario contar con instrumentos básicos y productos de limpieza.
Otra medida para procurar la sana distancia es reducir el número de pasajeros por lo menos al 50 por ciento de su capacidad.
El concesionario de la empresa Transportes Urbanos Guelatao, Álvaro Medina Félix, reconoció que como empresarios han tenido pérdidas muy significativas. “Todavía no podemos hablar de montos, actualmente percibimos alrededor de un 30 por ciento de los ingresos normales, quizá hasta un 35 por ciento”.
El representante del Grupo Medina indicó que, pese a los riesgos, decidieron no parar por completo porque el servicio que otorgan es de gran apoyo para los que viven al día.
“El transporte es esencial porque la clase más desprotegida tiene que seguir laborando y se andan exponiendo, andan en las calles. Nuestra labor es primordial para las personas que, pese al llamado de quedarse en casa, deben salir diario a buscar sustento”.
Detalló que disminuyeron camiones, en algunas rutas hasta el 50 por ciento, ya que incluso, no hacerlo no sería rentable, aunque en otras rutas se paró porque los choferes decidieron quedarse en casa.
Señaló que la mayor parte de los socios suspendieron hasta el 60 por ciento de las unidades; por otra parte, han seguido las recomendaciones de la Semovi, como limpiar el camión cada que termina la ruta o que el chofer use cubre bocas, “lo de los guantes no se ha podido porque trabajamos con 35 grados de temperatura, el calor que se vive en esta época lo impide”.
Apuntó que la baja movilidad que se vive en la ciudad ha permitido que se mantenga una distancia prudente, “ninguno de los camiones va con cupo lleno y aunque puede significar una pérdida económica, se protege a los pasajeros”.
Algunas empresas, como Choferes del Sur, comenzaron a brindar traslados exclusivamente a personal médico de los diferentes hospitales. La ruta parte del ISSSTE, sigue por la calzada Porfirio Díaz y termina en la Central de Abasto.
Aunque Semovi realizó el proceso de sanitización en 484 autobuses urbanos que circulan en la entidad, y pese a que los operadores limpien y desinfecten el vehículo al término de cada ruta, no será suficiente para contener que se extienda el virus si los usuarios no hacen lo propio.
Pese a las disposiciones, los choferes son los que tienen el mayor riesgo de contraer la enfermedad, ya que por cada usuario reciben dinero en efectivo.
“No podemos perder el tiempo, cada que nos pagan y damos cambio, de estar lavándonos las manos o usando el gel antibacterial. Es el riesgo que se debe tomar, ya que, de no trabajar, no hay para comer”, admite Rubén Castellanos, chofer de la Sertexa.
Contó que la afluencia ha disminuido drásticamente, por lo que no es necesario verificar que sólo se llene la capacidad del 50 por ciento, “a veces vamos con uno solo pasajero, la gente dejó de salir a la calle, vamos muy vacíos”.
Indicó que un día bueno podría recaudar hasta mil 800 pesos, lo menos, mil, si se cuenta a los que pagan con credencial o si hay bloqueos, después de pagar la cuenta y la gasolina, le podían quedar desde 180 pesos hasta 350. Ahora, a duras penas gana 70 pesos.
“No sé qué me asusta más, si quedarme sin comer o contraer el Coronavirus”, admite.
TAXISTAS SIN RUMBO
Pese a que son 42 organizaciones los que albergan a los taxis locales, cada taxista vive una realidad distinta, pues dependen del dueño de la concesión.
“A algunos nos rebajaron la tarifa para apoyarnos. Mi patrón me autorizó que entregue 200 pesos diarios. Ayer, con lo que levanté de pasaje sólo reuní 150 pesos”, comenta resignado Javier, del sitio Reforma.
“Otros patrones fueron más intransigentes y no bajaron la tarifa. Los compañeros decidieron entonces guardar el carro, ya que tampoco vamos a trabajar para salir poniendo”, dijo.
Contó que los usuarios han disminuido hasta un 90 por ciento, por lo que, muchos prefieren salir pocas horas, ya que no tiene caso estar dando vueltas si no se va a encontrar pasaje.
También les preocupa el Coronavirus. Carlos Gaytán, otro taxista, comentó que leyó que los taxistas están muriendo en México por la enfermedad.
“Se volvió una situación de riesgo. Necesariamente tenemos que recibir el dinero. No sabemos si la persona tenía coronavirus y nos pudo contagiar. Es aterrador. Si veo que esto sigue así mejor voy a parar”.
Cuenta que siguió a detalle el caso de Adriana, que se contagió de Coronavirus en la Ciudad de México. “Su hijo, de 14, el que la cuidaba, murió. Es muy triste. Eso también me lleva a pensar en mi familia”.
La mayoría de los que decidieron seguir, prefieren hacer sitio para no gastar gasolina. “Nos hemos visto en la necesidad de bajar las tarifas para ayudar a los que tuvieron que salir, pero la situación está insostenible. Calculo que está circulando menos del 50 por ciento, pero acá no se llevan cifras”.
PELIGRO EN LOS FORÁNEOS
Se calcula que los taxis foráneos que conectan la capital oaxaqueña con las comunidades vecinas realizaban alrededor de 14 mil viajes al día.
El número excesivo de taxis producía congestionamiento vial, inseguridad y reducía las arterias.
Otro problema es que no estaban regularizadas sus tarifas, por lo que cobraban a discreción del conductor en las llamadas “paradas mínimas”.
Al iniciar la emergencia sanitaria, de cobrar 10 pesos subieron a 12, un 20 por ciento más, pese a que el precio de la gasolina bajó.
Aunque la recomendación en esta emergencia sanitaria es que no lleven más que tres pasajeros en la parte posterior, ignoran el llamado. Esperan a tener cupo lleno con el riesgo que implica, tanto para el usuario como para el conductor.
Al iniciar con los operativos, la Semovi había infraccionado a nueve taxis foráneos por no respetar las medidas de sobrecupo.
Antonio Pérez, taxista foráneo de un sitio de El Tule, contó que ya lo pararon y le bajaron a un pasajero. “Un matrimonio se subió en el asiento delantero. Nos detuvo la policía en el columpio de Ixcotel y mejor se bajaron los dos. Ya ni me pagaron”.
Agregó que en un taxi es imposible seguir las recomendaciones de la sana distancia de al menos un metro.
Anotó que, al menos la mitad de sus compañeros decidieron parar. Él está laborando sólo medio turno. “A duras penas y sacó 150 pesos al día. Bajó mucho el pasaje”.
Aseguró que todos los días, al terminar la media jornada, limpia el carro con cloro. Lleva gel antibacterial y se está lavando constantemente las manos.
“Los taxistas, como el resto los que vivimos al día, debemos considerar nuestra supervivencia al miedo a contagiarse, a pesar de que estamos más expuestos. La mayoría, si no es que todos, no tenemos seguridad social”.
Aunque en otras regiones del país, el uso del cubre bocas es obligatorio para abordar el transporte urbano o un taxi, en Oaxaca es opcional y son contadas las personas que lo utilizan. El riesgo del que vive al día se agudiza al utilizar el transporte público. El coronavirus también lo utiliza para viajar.
Recomendaciones para el usuario
Antes de salir, lavarse las manos.
Llevar gel antibacterial
Si el autobús está lleno, evitar tomarlo.
En el taxi, sentarse atrás.
Tener el monto exacto del viaje para evitar intercambio de dinero
Una vez adentro y sentado, desinfectarse las manos
Evitar agarrar alguna parte del vehículo, como asiento o manija
Con o sin cubre bocas, estornudo de etiqueta
Evitar tocarse la cara, ojos o cubre boca en el trayecto
Una vez que descienda, desinfectarse de nuevo con el gel
Al llegar a su destino, lavarse las manos
“El transporte es esencial porque la clase más desprotegida tiene que seguir laborando y se andan exponiendo, andan en las calles. Nuestra labor es primordial para las personas que, pese al llamado de quedarse en casa, deben salir diario a buscar sustento”
Álvaro Medina Félix
Concesionario del Grupo Medina
“Los taxistas, como el resto los que vivimos al día, debemos considerar nuestra supervivencia al miedo a contagiarse, a pesar de que estamos más expuestos. La mayoría, si no es que todos, no tenemos seguridad social”
Antonio Pérez
Taxista foráneo
“Se volvió una situación de riesgo. Necesariamente tenemos que recibir el dinero. No sabemos si la persona tenía coronavirus y nos pudo contagiar. Es aterrador. Si veo que esto sigue así mejor voy a parar”
Carlos Gaytán
Taxista local
“No podemos perder el tiempo, cada que nos pagan y damos cambio, de estar lavándonos las manos o usando el gel antibacterial. Es el riesgo que se debe tomar, ya que, de no trabajar, no hay para comer”
Rubén Castellanos
Chofer de camión urbano
El deterioro
60
por ciento bajó la movilidad en el transporte público
35
por ciento se redujo la flotilla de camiones urbanos en la ciudad
50
por ciento disminuyeron los camiones en algunas rutas
61
por ciento se redujeron los ingresos del transporte público
70
por ciento se redujo el ingreso a los concesionarios
50
por ciento menos, la reducción de taxistas foráneos a la ciudad
75
por ciento menos lo que recaudan los taxistas locales