El cuarto secretario de Salud de la actual administración estatal, inexperto y sin capacidad para dialogar con las bases, ha sido defenestrado; en poco más de dos años al frente de la dependencia la continuidad de prácticas corruptas fue su marca: se entregaron millones de pesos a empresas fantasma, se mantuvieron sin concluir decenas de hospitales y hoy, incluso, se le denunciado penalmente por su ineficacia
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
En medio de la crisis epidemiológica causada por el coronavirus, los casos de corrupción y la ineficacia cortaron la cabeza del cuarto secretario de Salud en lo que va de la actual administración estatal. Donato Casas Escamilla fue cesado el pasado 1 de abril, al mismo tiempo que el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguraba el hospital rural del IMSS-Bienestar de Tlaxiaco y mientras en la entidad se alcanzaban los 25 casos positivos por coronavirus. Como en sus anteriores visitas al estado, López Obrador constató los lentos avances que ha tenido el sistema de salud pública en Oaxaca, tanto en servicios, contratación de personal y mejoramiento de infraestructura, entre otros problemas a los que en más de dos años de gestión no logró atender.
La gestión de Casas Escamilla ha estado marcada por los errores de continuidad en el sector, la incapacidad para resolver tanto los rezagos en abasto de medicamentos como en la construcción de infraestructura hospitalaria y clínica, así como por los constantes paros de personal. Ahora en contra del exfuncionario pesa una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por el presunto desvío de recursos públicos que implican un desfalco a las cuotas de los trabajadores de Salud.
Casas Escamilla dio continuidad a la pésima gestión pública que mantuvo a Oaxaca como la entidad donde mayor cantidad de hospitales y clínicas públicas se mantienen inconclusas. Además, sostuvo el esquema de entrega de facturas falsas a empresas fantasma, como lo reveló un reciente informe de la organización Impunidad Cero. Su gestión es la de un hombre sin experiencia en el rubro de la salud pública que ha quedado rebasado por la crisis del coronavirus.
SIN EXPERIENCIA
Sin experiencia en el sector público de la salud, Casas Escamilla asumió el encargo de despacho de los SSO el 16 de febrero de 2018. La única carta que mostró para defender su nueva tarea fue haber estudiado una maestría en Administración por la Universidad Autónoma Benito Juárez Oaxaca (UABJO) y haber sido funcionario en el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense cuando Alejandro Murat fue el director general. También fue director de Administración de Personas en el Infonavit cuando el hoy gobernador fue el titular de la dependencia, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Estos dos cargos le permitieron obtener un patrimonio reportado en la plataforma 3 de 3 en más de 13 millones de pesos. A su paso como funcionario público estatal, Casas Escamilla reportó en su declaración patrimonial haber obtenido ingresos anuales por 860 mil pesos en 2019.
Tras casi siete meses como encargado de despacho, Casas Escamilla fue designado como secretario de Salud estatal el 1 de septiembre de 2018, generando la inconformidad de los trabajadores sindicalizados, que denunciaron que, pese a negociaciones con el gobernador Alejandro Murat para elegir a un funcionario con capacidad probada en el sector salud, finalmente se concretó el nombramiento del maestro administrador.
Desde Palacio de Gobierno trascendió la versión de que el cambio del titular de los SSO se debe a que se requiere, ahora sí, a un médico con experiencia que pueda responder oportunamente a la crisis epidemiológica del coronavirus. En lugar de Casas Escamilla, se perfila como nuevo secretario de Salud Juan Carlos Marcos Heine, exdirector del Seguro Popular quien, a pesar de las múltiples denuncias por corrupción en este esquema, no logró avances en la generación de auditorías ni denuncias para identificar el origen de los desfalcos.
DENUNCIA EN SU CONTRA
La denuncia interpuesta en contra de Casas Escamilla da cuenta de que los Servicios de Salud de Oaxaca realizaron las retenciones globales del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por sueldos y salarios por 845 mil 618.5 pesos; sin embargo, no se identificó la proporción correspondiente al Fondo de Aportaciones de la Secretaría de Salud (FASSA) 2017 y no presentaron la evidencia del entero SAT por 474 mil 528.9 pesos; en tanto, en el pago global de las cuotas y aportaciones de seguridad del ISSSTE no se identificó la proporción correspondiente a FASSA 2017 y no proporcionaron evidencia de las declaraciones y pagos de quincenas 21, 22, 23 y 24 por 25 mil 494.8 pesos. Así también, se registraron contablemente las cuotas y aportaciones de seguridad social del retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, y del Fondo de la Vivienda por 160 mil 965.0 pesos.
Cabe señalar que, durante la presente administración, las denuncias públicas en contra de los SSO han sido reiteradas por la falta de pago a terceros institucionales. En agosto pasado, durante la toma de la oficina central de la dependencia, el dirigente de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Carlos Pérez Bautista, denunció que la falta de pagos, por parte de los SSO, alcanzaban un monto de 2 mil millones de pesos. Este adeudo, señaló, se ha generado desde hace más de diez años y, pese a que se exigió a Casas Escamilla generar una alternativa de solución, nunca presentó alterantivas de solución.
FACTURAS FALSAS, HOSPITALES INCONCLUSOS
Entre 2017 y 2019, los Servicios de Salud de Oaxaca han entregado a empresas fantasma 157 millones 798 mil pesos a través de 120 facturas falsas.
En total, desde 2014 instituciones públicas de salud de Oaxaca han desviado 268 millones 945 mil pesos a través de facturas falsas. De estos recursos casi dos terceras partes fueron entregadas durante la actual administración.
Tan solo en la gestión de Casas Escamilla al frente de los SSO, la organización Impunidad Cero detectó que se entregaron a través de facturas falsas 42.17 millones de pesos a empresas fantasma. En 2018 fueron entregados a Constructora Kedmex, SA de CV 15.2 millones de pesos a través de 21 facturas. A esta misma empresa, se le entregaron 1.07 millones de pesos en 2019. Asimismo, a Distribuidora Comercial Albafat SA de CV los SSO le entregó 25.6 millones de pesos.
Ambas empresas se encuentran en la lista del Servicio de Administración Tributaria como empresas fantasmas, es decir, que ofrecen servicios o mercancías sin la capacidad técnica u operativa para el cumplimiento.
Casas Escamilla fue también incapaz de afrontar el problema de la infraestructura hospitalaria inconclusa en Oaxaca. En la entidad hay 46 hospitales, especializados, generales y unidades de consulta inconclusos. Algunos llevan más de 10 años desde que inició su construcción, decenas requieren presupuestos superiores a los 15 millones de pesos.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de Salud federal (Ssa) obtenido a través de una solicitud de transparencia, de las 198 obras que tiene registradas el Plan de Infraestructura Física en Salud, con corte al mes de abril de 2019, 46 (23% del total) están en Oaxaca. Adicionalmente en el país hay 47 obras inconclusas que carecen de registro en el plan, 20 de ellas (42.55% del total) localizadas en la entidad.
PAROS Y CONFLICTOS SINDICALES
Un conflicto sindical que se desarrolló sin la adecuada intervención de Casas, inició el 15 de febrero pasado, cuando la inconformidad por la designación de Mariela Peña Burón como directora de Fomento y Regulación Sanitaria causó el paro de trabajadores sindicalizados en diversos hospitales públicos de la ciudad de Oaxaca. Las protestas y cancelación de servicios sanitarios se desarrollaron hasta el 15 de marzo.
En agosto de 2019, en el Hospital Civil trabajadores pararon los servicios de consulta general y afectaron las áreas de urgencias, hospitalización y quirófano, entre otras, para exigir que los SSO pagaran el Fondo de Ahorro Estatal Capitalizable. Cada día de las protestas se cancelaron casi 600 consultas médicas, 400 generales y 180 de laboratorio.
Desde enero de 2020 se denunció que, pese a las constantes exigencias para mejorar las condiciones de trabajo en el Hospital Civil, el abasto de medicamentos era apenas del 30%. Aun cuando las autoridades estatales se deslindaban de esta situación, trabajadores sindicalizados responsabilizaron a Casas Escamilla por la mala gestión de los recursos para el nosocomio. El desabasto de medicinas también fue reportado en otros nosocomios del estado, como el de la Niñez Oaxaqueña.
CORRUPCIÓN EN SALUD, INTOCABLE
Luego de que se diera a conocer el deslinde de Casas Escamilla de los SSO, se anunció un nuevo nombramiento en el gabinete estatal. Martín Vásquez Villanueva, quien se mencionaba para llagar a los SSO, fue nombrado director de la Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca (Cortv). Vásquez Villanueva fue uno de los principales funcionarios a los que se señaló durante el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz por el desfalco al sector salud. El monto de los recursos públicos afectados ascendió hasta los 700 millones de pesos.
La revista Proceso recordó que se integró el expediente PGR/OAX/OAX/V/161/2011 por la desaparición, durante la gestión de Vásquez Villanueva, de un equipo integral de radioterapia con acelerador lineal –con un costo de 118 millones 860 mil pesos–, para atender el cáncer de mama y cérvico uterino, principal causa de muerte en la entidad.
Al nuevo funcionario se le vincula además con los adeudos millonarios que mantienen los SSO con diversas dependencias como el Infonavit y el FOVISSSTE.