La promesa de Andrés Manuel López Obrador de crear 100 nuevas universidades públicas avanza sin rumbo, con mil millones de pesos que se destinan a escuelas que ofrecen estudios sin validez, que imparten clases en aulas prestadas o sin suficientes servicios básicos, con profesores sobresaturados, sin reglas de operación y en la opacidad; en Oaxaca hay 10 de estas universidades que mantienen abierta la interrogante de si se ayudará a los pobladores a lograr el ansiado acceso a una educación superior de calidad
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
CIUDAD DE MÉXICO.- Mil millones de pesos están en el limbo. Se trata de los recursos que tan solo en su primer año de gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador destinó a cumplir uno de sus objetivos de campaña más llamativos, la construcción de 100 universidades públicas con las que se terminaría el “mal” de la falta de acceso a educación de nivel superior que afecta a millones de jóvenes cada año, muchos de ellos rechazados de las universidades públicas más prestigiadas del país.
Sin embargo, a un año de haberse iniciado el programa Universidades para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ), a través del cual operan en Oaxaca 10 planteles, no solo se desconoce cómo se han aplicado estos recursos, sino que los estudiantes inscritos carecen de la certeza sobre si sus estudios serán válidos o no, pues los planes de estudio que en ella se imparten carecen del reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública.
Más allá de los recursos, el objetivo primordial de terminar con el rezago en la oferta de educación superior ha visto constantemente recortar las metas del actual gobierno. El 1 de septiembre, en su primer informe del gobierno, el presidente López Obrador señaló que en las universidades Benito Juárez eran atendidos 39 mil 600 estudiantes de zonas marginadas, que reciben becas mensuales de 2 mil 400 pesos.
“El objetivo propuesto, nos dijeron, era atender a 300 mil jóvenes durante el sexenio… después se redujo la meta a 96 mil estudiantes, no es significativo, cuatro meses después se redujo, se hizo otro ajuste, a 64 mil, después vino un ajuste más y quedamos en 41 mil”, señala la investigadora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), María Amparo Casar, coautora del estudio Universidades en el limbo, que da cuenta del desarrollo que ha tenido el proyecto de creación las instituciones Benito Juárez.
Para la investigadora, además de que las Universidades Benito Juárez carecen del aval del Coneval, lo que impide tener una medición clara de sus avances, “hay una mala focalización, porque nos dijeron que (los planteles) iban a estar en municipios de alta y muy alta marginación, pero solo 37 universidades están en municipios de alta o muy alta marginación, hay más universidades localizadas en municipios de baja o muy baja marginación que en los de alta o muy alta”, resalta.
OAXACA
En Oaxaca a través del programa de universidades públicas operan 10 planteles, nueve creados recientemente y uno, el de la Villa de Zaachila, con más de tres años de cursos. De los 10 municipios incluidos, ninguno está en los primeros 50 lugares de los de mayor rezago del estado.
De acuerdo con el Coneval, en 2015 entre los 15 municipios con mayor porcentaje de población en rezago ocho eran oaxaqueños. En el listado se encuentran Santos Reyes Yucuná, con 99.9% de su población en pobreza; Santa María Zaniza, 99.7%; San Juan Ozolotepec (99.4%); Coicoyán de las Flores, Oaxaca (99.3%); y San Simón Zahuatlán, Oaxaca, entre otros. Ninguno de estos municipios fue considerado para la construcción de un plantel Benito Juárez.
En siete de los 10 municipios incluidos van del rezago medio a bajo: en Asunción Nochixtlán, donde se imparte la ingeniería en procesos agroalimentarios, el índice de rezago social es bajo; en San Juan Bautista Cuicatlán y en la Villa de Zaachila; donde también se imparte ingeniería agroalimentaria, el rezago social con base en los datos del Coneval, es medio.
San Juan Bautista Valle Nacional y San Pedro Pochutla se imparten las carreras de medicina integral y salud comunitaria. En ambos municipios el nivel de rezago es medio; en Santa María Jalapa del Marqués, donde la UBBJ imparte las licenciaturas en enfermería y obstetricia y administración y políticas públicas, el nivel de rezago es bajo. En el plantel de Tlacolula de Matamoros se imparte la ingeniería en desarrollo regional sustentable.
Solo en el caso de Huautla de Jiménez, donde se imparte administración agroalimentaria; en Ixtepec, donde se imparte expresión y producción artística, y en la Villa de Tututepec, donde se imparte ingeniería en biodiversidad tropical, el grado de rezago social es alto.
SIN RUMBO
La ausencia de información sobre la operación de las Universidades Bienestar impide conocer cuál es la duración de los estudios o si los títulos serán reconocidos por las autoridades nacionales mediante un Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) o se buscará una acreditación por parte de otro organismo.
“Cursar estudios en una institución educativa que no cuenta con RVOE, como es el caso de las Universidades Bienestar, implica la imposibilidad de obtener la cédula profesional respectiva, y un título profesional validado por la autoridad educativa del país”, alerta el informe de Mexicanos contra la Corrupción.
La verificación del cumplimiento requisitos de la oferta educativa para obtener un RVOE de educación superior en México implica la revisión de 72 puntos, los cuales se dividen en seis rubros (características del plantel, servicios con los que cuenta el plantel, materiales de construcción, mobiliario y equipo, necesidades de reparación o mantenimiento del plantel, e infraestructura básica).
Al revisar las condiciones de 30 planteles ubicados en municipios de alta y muy alta marginación, el resultado principal es que ninguno cumple con los requisitos de oferta educativa para la obtención de un RVOE de Educación Superior de acuerdo con la normatividad vigente.
En promedio, los planteles visitados solamente cubren el 46.2% de los requisitos verificados. Asimismo, ninguna de las universidades cuenta con un espacio físico propio destinado exclusivamente para su operación.
Los 30 planteles de los que da cuenta el informe de Mexicanos Contra la Corrupción tienen sedes temporales que resultan inadecuadas para prestar servicios educativos de calidad. Las ubicaciones actuales incluyen terrenos baldíos, unidades deportivas, salones municipales, oficinas de gobierno local, casas ejidales, bibliotecas municipales, locales comerciales, casas de la cultura, y en 16 casos, la UBBJG está alojada en una escuela primaria, secundaria, media superior, o en una institución de educación superior, lo cual viola el lineamiento de instalarse en localidades sin oferta educativa de dicho nivel.
MARGINACIÓN
Asimismo, aunque el programa establece que las instituciones de educación se ubicarán en localidades de muy alta y alta marginación, la lista de localización de los 100 planteles apunta a que sólo el 38% de ellos se ubica de hecho en localidades con dichos niveles de marginación.
De los 105 planteles, 11 (12%) están ubicados en zonas de muy alta marginación; 25 (26%) en zonas de alta marginación; 21 (22%) en municipios de marginación media; 22 (23%), marginación baja y 26 (27%), marginación muy baja.
Adicionalmente, en los municipios de alta y muy alta marginación, algunos de los plantees se encuentran en zonas de difícil acceso. Alumnos entrevistados señalaron que pese a ser uno de los compromisos de este programa, no han recibido apoyo económico para realizar su traslado hacia las universidades.
Otro de los lineamientos del programa establece que uno de los criterios para la creación de una universidad del Bienestar es que no haya oferta educativa de nivel superior en un rango de 50 kilómetros o que el traslado represente un tiempo mayor de tres horas.
No obstante, de los 30 municipios con alta y muy alta marginación, 26 incumplen con esta condición. En 11 casos, hay otra institución de educación superior a menos de cinco kilómetros de distancia.
En los municipios de Pinos, Zacatecas, y de Venustiano Carranza, Chiapas, se encontró que a un kilómetro de distancia existe otra institución de educación superior.
OFERTA EDUCATIVA
El actual gobierno anunció que la oferta educativa estaría conformada por 36 programas educativos, pero sólo se han dado a conocer 30 de ellos.
La ausencia de docentes es otro elemento que enmarca la problemática que presentan para su desarrollo los planteles. De 22 casos documentados, se encontró un plantel con un solo docente, dos casos con dos docentes, seis casos con tres y cuatro docentes, respectivamente, y cuatro casos con cinco. Solamente se identificaron tres casos con más de cinco docentes.
ALTERNATIVAS
De los casos que documentó Mexicanos Contra la Corrupción, el número de alumnos atenidos por profesor va de cuatro a 90, siendo el promedio 31.5. Cuatro planteles tienen 50 o más alumnos por docente.
En México, el acceso a educación superior en personas de 25 a 34 años es de solo el 23%, cifra alcanzada en 2017 desde el 17% que se tenía en 2007. Solo dos de cada 10 jóvenes ubicados en los deciles más bajos, respecto al nivel de ingresos logra estudiar una carrera profesional. Solo cuatro de diez jóvenes de entre 20 y 24 años cursa la educación media superior.
Para atender estas estadísticas, sin embargo, la opción de crear todo desde cero parece poco adecuada. “Por qué no dividimos los mil millones de pesos para becar, pagar el transporte, y mandarlos a la oferta más cercana, para 30 universidades ya demostramos que hay una oferta existente cercana, por qué esta universidad de crear todo desde cero. Si ya existe una Universidad de Tlaxcala, dale 100 millones, dale 50 millones, que le dé prioridad a las personas que no han podido recibir una buena primaria, secundaria, bachillerato, los becas, alcanzaría para más que duplicar lo que quiere hacer el gobierno”, señala Casar.
