Agencias
Además de cíclico, el director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad Oaxaqueña (INSO), Juan José Consejo Dueñas, ve el abasto y disponibilidad de agua potable como un problema de inequidad e ineficiencia, sobre todo en la zona urbana de la capital oaxaqueña.
Indicó que cuando una familia recurre a pagar por el servicio de una pipa o para que le llenen sus tambos con agua, esta es la imagen clara de la mala operación del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (Sapao).
«Tenemos un serio problema de ineficiencia porque hay muchos lugares a donde no llega (el agua) con periodicidad, no es que no haya agua sino porque la presión no da o se pierde por fugas; el sistema es malo y la prueba de ello es que la gente compra pipa, el agua está porque la sacan de aquí, lo que ilustra que la distribución a cargo de SAPAO es muy mala», afirmó.
Consideró que no se trata únicamente de falta de agua, si no de inequidad porque normalmente quien no tiene una cisterna o vive en partes altas a donde el agua no llega por falta de presión, debe pagar para llenar sus propios tambos y tinacos.
Explicó que esa «inequidad montada en ineficiencia» es lo que hace difícil soportar el estiaje que prácticamente inicia desde noviembre y se acentúa en marzo en la ciudad y zonas de la periferia.
Abundó que la falta de agua «es una condición recurrente, una sequía intensa que experimentamos desde noviembre a mayo; «por la improvisación de las autoridades se ve difícil».
El director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad Oaxaqueña señaló que para este 2020 se prevé que el estiaje se acentúe porque en la temporada de lluvias el nivel de precipitación estuvo 15 o 20 por ciento debajo del promedio.
Además, enero experimenta una sensación térmica «que regularmente tenemos en marzo porque fue un invierno relativamente caliente, lo que implica más evaporación y sequedad», una característica ambiental que se ha tenido en dos años continuos, pues 2018 y 2019 han sido malos para recargar los mantos freáticos.
«Si ya es difícil, este año lo será más. Nos cuesta trabajo entender las repercusiones del cambio climático en la disposición de agua», además de que «vamos un poco detrás porque la reacción de la ciudadanía y gobierno es casi nula», sin que se tome conciencia de que la falta de agua puede convertirse en una emergencia.
Por último, puntualizó: «La gente se acostumbra a ver el tema del agua sin entender que el calentamiento global hará más crítica la situación».
