De acuerdo con RT, días después de que el Gobierno de facto de Bolivia expulsará este lunes a la embajadora mexicana y a varios miembros del personal diplomático español, el viceministro de Seguridad Ciudadana del Gobierno de Jeanine Áñez, Wilson Santamaría, declaró que su país tiene “lazos de amistad con México y España” que son “inquebrantables”.
«El Gobierno nacional tiene claro que los lazos de amistad con México y con España son inquebrantables, son pueblos con quienes mantenemos alianzas, especialmente España en materia social, educación, salud y varios otros programas que no se verán afectados», afirmó Santamaría, cuyas palabras recoge este 1 de enero la agencia ABI.
Previamente, desde el Gobierno de facto boliviano afirmaron que los diplomáticos de México y España planeaban ayudar a salir del país a unos altos cargos del Gobierno del dimitido presidente Evo Morales, que de momento se encuentran refugiados en la Embajada mexicana en La Paz.
En ese contexto, Santamaría subrayó que el Gobierno de facto seguirá haciendo su trabajo «en el caso de México». «La gente que tiene cuentas pendientes con la Justicia, vaya a la embajada que vaya y decida ponerse en la condición que quiera, va a tener que responder ante la Justicia boliviana y eso no se va a modificar», precisó.
Mientras, la Policía sigue vigilando la embajada. «No vamos a bajar la guardia, tenemos que dar cumplimiento a las órdenes de apremio y es falso que alguien haya fugado de esa residencia», declaró William Cordero, comandante departamental de la Policía de La Paz.
El incidente en la embajada de México
El lunes, el Gobierno de facto de Jeanine Áñez ordenó la expulsión de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado, y del personal diplomático español acreditado en Bolivia, por el incidente registrado el viernes 27 en la Embajada mexicana en La Paz.
Según la canciller de facto, Karen Longaric, durante la mañana de ese día, varias personas identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, «intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina» a la residencia diplomática de México en La Paz, para, presuntamente, sacar a los asilados.
España argumentó que la visita realizada por su encargada de negocios a la sede diplomática mexicana «era exclusivamente de cortesía», y negó las acusaciones de Bolivia. En respuesta, el Gobierno español expulsó a tres diplomáticos bolivianos.
Por su parte, el Gobierno de México decidió no expulsar a los representantes diplomáticos de Bolivia y reiteró su posición en favor del diálogo.
Este 31 de diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de facto de Bolivia informó que nombrará a un alto representante diplomático en su Embajada en Madrid para superar lo antes posible el impase con España.