El cohete ruso Soyuz despegó para poner en órbita un telescopio que detecta cientos de planetas más allá del sistema solar, otro dedicado a la observación de la Tierra y tres nanosatélites CubeSats europeos para realizar diversos estudios.
Hasta el momento se conocen más de cuatro mil exoplanetas y la gran esperanza es que Cheops (Characterising Exoplanets Satellite) permita conocerlos mejor e incluso descubra algunos nuevos.
La misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) partió este miércoles desde la Guayana Francesa y mantendrá en órbita a Cheops a unos 700 kilómetros de la superficie terrestre durante tres años y medio para recuperar datos de los exoplanetas.
En el Soyuz van otras dos misiones para poner en órbita el primer satélite de la constelación Cosmo-SkyMed de la agencia espacial italiana y tres CubeSats con lo que se optimizaron los enormes costos de colocar en órbita equipos.
La misión es encabezada por Didier Queloz, quien recibió el Nobel de Física 2019 por hallar el primer planeta orbitando una estrella similar al Sol fuera de nuestro sistema.
Este es el primer paso europeo para competir con Estados Unidos en la búsqueda de exoplanetas. Desde que se descubrió el planeta en torno a 51 Pegasi b en 1995, la mayoría de exoplanetas han sido descubiertos por telescopios operados por Washington.
Esta nave espacial rusa es similar al que puso en órbita el satélite Sputnik en 1957 y la encargada de enviar al primer humano, Yuri Gagarin, al espacio en 1961.
Tiene un peso de más de 300 toneladas y 70 por ciento se debe al combustible líquido, queroseno y oxígeno, necesario para conseguir una carga de hasta tres toneladas y media escape a la atracción de la gravedad terrestre y salga al espacio.