En un inesperado desenlace, la historia del ex presidente boliviano Evo Morales a su paso por México buscando protección y salvaguarda, muestra un nuevo e intempestivo episodio.
Luego de que salió del territorio mexicano, la mañana del pasado 6 de diciembre, abordando un avión especial que despegó del Aeropuerto Internacional «Adolfo López Mateos» de Toluca, con destino a la República de Cuba y, habiéndose puntualizado, por parte de fuentes autorizadas, que el exmandatario asilado salía temporalmente de México, para fines de un «chequeo» médico, hoy se confirma que ha llegado a la República Argentina en calidad de asilado político y que su arribo es definitivo.
Un escueto comunicado del canciller mexicano Marcelo Ebrard, a través de su cuenta personal de Twitter, señala que sostuvo ayer miércoles con Evo Morales una conversación y que «le informó su decisión de trasladarse a Buenos Aires. Agradeció cumplidamente la generosidad de pueblo y gobierno de México»
Tras el ingreso del exmandatario al país, recién gobernado por Alberto Fernández, él y otros cuatro exfuncionarios bolivianos, «iniciaron el trámite para ser aceptados como refugiados políticos, condición que será confirmada en las próximas horas por el Ministerio del Interior, a cargo de Eduardo ‘Wado’ de Pedro».
Cabe recordar que las autoridades mexicanas habrían asegurado que Morales Ayma regresaría a México.
Los medios argentinos informan que su traslado se mantuvo en total hermetismo.
El canciller argentino Felipe Solá, en una de sus primeras acciones con esa calidad pues es su primer día en el cargo, informó a medios que «Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, su excanciller, la exministra Montaño y el exembajador de Bolivia ante la OEA, habían arribado a territorio argentino».
