El Parlamento británico votó aplazar una decisión sobre si respalda un acuerdo con la Unión Europea, alterando los planes del gobierno de consumar el Brexit el 31 de octubre.
En una sesión especial del Parlamento que debía ratificar el acuerdo, los legisladores votaron por 322 a 306 demorar su aprobación hasta tanto se aprueben normas para aplicar el acuerdo.
La votación constituyó un fuerte revés para el primer ministro Boris Johnson, quien deberá pedir a la Unión Europea un nuevo aplazamiento de la salida, ya que el Parlamento previamente había aprobado una ley que lo obligaba a hacerlo si no se ratificaba el acuerdo hoy.
Sin embargo, Johnson dijo que se esforzará por consumar el Brexit en la fecha prevista.
La intención de la medida es evitar que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo.
Mientras sesionaba el Parlamento, miles de manifestantes contra el Brexit marchaban por las calles de Londres portando la bandera azul con estrellas de la UE.
Miles de personas, muchas con boinas azules simbólicas de la bandera de la UE, salían del metro y los autobuses para marchar a la plaza del Parlamento.
Uno de los legisladores responsables de la enmienda aprobada, Oliver Letwin, explicó que evitará que Londres abandone la UE a final de mes “por error si algo sale mal durante la aprobación de la legislación para la implementación”.
Además dará a los diputados otra oportunidad de examinar, y posiblemente modificar, los términos de la salida durante la tramitación de la legislación.
El primer ministro indicó que cumpliría el requisito a disgusto. La ley le obliga a pedir la ampliación, pero indicó que «no puede cambiar mi opinión de que una nueva demora no tiene sentido, es costosa y profundamente corrosiva para la confianza pública”.
Johnson advirtió además que el sí del bloque podría no estar asegurado.