Las fuentes que se construyeron en diferentes partes de la ciudad han sufrido un serio deterioro.
Muchas de ellas se han convertido en basureros y pocas son las que actualmente funcionan para
disfrute de los oaxaqueños.
Existen 49 fuentes, pero actualmente son muy pocas las que funcionan; entre ellas, la ubicada en
la Alameda del lado norte, las del Llano en el lado sur, frente al Teatro Juárez y La Casona. En
Niños Héroes y en el Mercado Cuarto Centenario.
Una más en la calle Trujano, frente a la Iglesia de San Felipe Neri, San Pablo, los Siete Príncipes,
San Francisco y Trinidad de las Huertas. En la calzada Porfirio Díaz frente a una tienda de ropa,
Brígida García, Iglesia de Guadalupe, en el Jardín Carvajal, Labastida y la Fuente de las Ocho
Regiones.
El urbanista Rafael Vergara demandó acudir a su rescate debido al serio deterioro que presentan,
pues además de proceder a su lavado para evitar se acumule agua sucia que genere moscos e
infecciones, se necesita sustituir la cantera deteriorada, sellar grietas para que se mantengan en
servicio y queden presentables para el disfrute de las familias.
Aquellas fuentes que no se encuentran en funcionamiento requieren de una mayor atención, dijo,
pues llevan muchos años sin funcionar por lo que se debe brindar mantenimiento a todas ellas.
En tanto, Humberto Benítez Contreras, titular de Servicios Municipales, informó que se realizan
acciones de mantenimiento y rehabilitación de las fuentes con la finalidad de preservarlas.
Los trabajos que se realizan consisten en el mantenimiento de las bombas, conexiones eléctricas y
tubería, y en algunas fuentes la reparación de las mismas. Cada fuente cuenta con una persona
que le da servicio todos los días y cada semana se realiza un lavado y revisión integral de sus
sistemas de funcionamiento.
Como parte de su mantenimiento, se han pagado los adeudos que se tenían con Comisión Federal
de Electricidad y en breve se cambiará tubería deteriorada.
La arquitecta Andrea Rosario Amador Esperanza, en su obra Las fuentes públicas de Oaxaca
confirmó que se tiene registro de 49 fuentes: 6 del siglo XVIII; 15 del XIX y 28 del XX.
Uno de los principales problemas que enfrentaba la ciudad fue la distribución del agua, a pesar de
estar rodeada por los ríos Atoyac y Jalatlaco; y ya que existía la prioridad de abastecer a las casas
principales y los conventos, se desarrollaron constantes disputas entre los frailes y la población.
Fray Bartolomé de Larios en el año de 1583, resolvió la problemática al instalar fuentes. Desde
entonces, y al menos para Oaxaca, comenzó a transformarse el concepto del agua, de lo sagrado a
lo entubado: el agua desviada o almacenada para uso cotidiano, sembradíos y construcciones