El turismo ya no llega a Oaxaca, reveló el cronista de la ciudad, Rubén Vasconcelos Beltrán
José HANNAN ROBLES
El cronista de la ciudad, Rubén Vasconcelos Beltrán, advirtió que el Centro Histórico de la ciudad está en riesgo de entrar en condiciones críticas severas, ante el fenómeno de “deshabitabilidad” que experimenta.
Expuso que todo centro debe tener un equilibrio y ser un área viva, donde la gente pueda ir, disfrutarlo, comer, pero también sea habitado, porque si no hay viviendas, se va muriendo, y eso sucede con el Centro Histórico de esta capital, lamentó el entrevistado.
A diferencia de hace algunos años en que tenía una ocupación muy alta, en términos domésticos, en que las casas eran habitadas por quienes vivían en esta zona, hoy todas albergan comercios, oficinas, prestadores de servicios, antros, bares, cantinas.
Explicó que las casas localizadas en los primeros cuadros de la capital, eran habitadas por distinguidas personas, había muchas vecindades donde vivían familias enteras.
Ante esta situación, consideró, el turismo que busca una ciudad tranquila para caminarla y disfrutarla, ha dejado de venir.
Actualmente, refirió, a las 22:30 horas de cualquier viernes o sábado, ante lo reducido del espacio que ocupan muchos antros o bares, los jóvenes tienen que salirse a tomar a las banquetas, como sucede en la calle Porfirio Díaz, esquina con M. Bravo.
La gente que a esa hora se ve obligada a transitar por estas calles, tiene que bajarse de las banquetas con el riesgo de ser atropellados por algún vehículo que sea manejado a exceso de velocidad.
En este sentido, el cronista de la ciudad aseguró que no se ha respetado el reglamento de uso de suelo, ni los requisitos para abrir un negocio de esta índole, ya que muchos funcionan en un espacio de 2 x 2 metros cuadrados, lo que obliga a los muchachos a salir a tomar a las banquetas.
“Nunca nos imaginamos que en calles como Matamoros, Porfirio Díaz, Macedonio Alcalá, el Andador Turístico, por mencionar algunas, estuvieran llenas de bares, cantinas y antros”, recriminó.
Detalló que no se respeta el reglamento de uso de suelo, anteriormente se establecía una cierta distancia de las escuelas, hospitales y hasta templos para el funcionamiento de una cantina. Actualmente muy cerca del Bachillerato Especializado en Contaduría Pública, que funciona en el jardín Antonio Labastida, y del sanatorio Molina, hay antros y bares, lamentó.
Las autoridades han sido poco cuidadosas en la aplicación del reglamento que regula los negocios con venta de licor “se ha exagerado en hacer una ciudad viva, llena de cantinas”, expresó.
Horas más tarde las barras y mesas de estos negocios están repletas de jóvenes, hombres y mujeres, ebrios y felices. El licor, sobre todo las cervezas, corren entre los asistentes, relató el cronista.
Hay negocios que carecen de las características y de la estructura necesaria para este tipo de establecimientos. No tienen aislantes, salidas de emergencia, estacionamientos.
Los decibeles de su música son demasiado altos. Los chicos toman fuera de los negocios, muchos funcionan en pequeños locales, reveló.
Disminuyó la visita del turismo extranjero
El historiador, asegura que el flujo de turistas extranjeros ha disminuido notablemente, los mexicanos en menos porcentaje, porque buscan una ciudad tranquila, que la puedan caminar con toda seguridad y sin preocupaciones, eso es lo que a la gente le gusta.
Las personas que en la Ciudad de México viajan angustiadas en el Metro o en los camiones, que transita con zozobra en las banquetas, porque tiene la impresión de que las van siguiendo, vienen en busca de tranquilidad y paz, pero se encuentran con una ciudad que vive en la anarquía, comentó.
“Se está perdiendo la tranquilidad. Es un clamor y llamado a las autoridades para que de alguna forma esta situación ya no continúe, todos tenemos derecho de trabajar, pero también hay una responsabilidad social. Yo no estoy en contra de estos negocios, pero si se deben de ordenar”, planteó el entrevistado.
Vasconcelos Beltrán se pronunció porque haya un lugar destinado a la gente que quiera divertirse, tomar la copa y bailar en las noches, porque los antros y los bares han surgido de manera desorganizada por todos los rumbos.
Se pierde el equilibrio entre viviendas y comercios
El Investigador recalcó que en el centro, las calles deben ser para caminarlas, sin embargo, citó el ejemplo de Las Casas, 20 de Noviembre, Trujano, Mir y Terán, donde después de las 20:00 horas, da miedo caminarlas, esa es la realidad, hay mucha inseguridad y es en pleno Centro Histórico.
Vasconcelos Beltrán señaló que el Centro Histórico se ha convertido en una zona de servicios, comida y bebida, perdiéndose el equilibrio que debe existir entre viviendas y comercios.
Afirmó que se debe ver por la conservación de las actuales obras que se hacen en la ciudad por instrucciones del presidente municipal, Javier Villacaña Jiménez, que no sea una cosa purificada, pero que si haya una consideración ya que todas ellas deben tener una razón, objetivo, propósito y espíritu para que esto no explote.
Vasconcelos Beltrán puntualizó que el primer cuadro de la ciudad necesita y merece un proyecto integral a largo plazo para volverlo zona habitacional.