Los ex gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz; de Yucatán, Ivonne Ortega, y el ex secretario de Salud, José Narro Robles, advierten que hay un proceso viciado y que la cúpula del tricolor ya decidió quién estará al frente del priismo, sin importar la consulta directa a la base
Daniela CHAO
Tres de los cuatro candidatos para dirigir el Partido Revolucionario Institucional (PRI) –Ivonne Ortega, Ulises Ruiz y José Narro– se inconformaron con la intención de que se incluya a los nuevos afiliados en este año que son 63 mil 22 y que, acusan, son promovidos por Alejandro Moreno.
Tanto el exgobernador oaxaqueño, la exgobernadora de Yucatán y el secretario de Salud en la anterior administración, han reiterado su temor de que el proceso para renovar la dirigencia nacional del PRI se incline de antemano para favorecer al gobernador con licencia de Campeche, Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas.
Ivonne Ortega, Ulises Ruiz y José Narro han acusado que detrás de la campaña del gobernador de Campeche está el expresidente Enrique Peña Nieto. Incluso destacaron que fue en el Estado de México donde los 11 gobernadores priistas se reunieron para darle el apoyo a Alito, como le llaman al político campechano.
Ulises Ruiz acusó a la actual presidencia del partido encabezada por Claudia Ruiz Massieu Salinas de amañar el proceso de selección interna mediante una convocatoria que beneficia a Moreno, Narro advirtió que de no utilizarse un padrón confiable el proceso de renovación del priismo puede caer en la simulación e Ivonne Ortega denunció que hay ‘dados cargados’ en el proceso interno del partido y ‘mano negra’ del expresidente Enrique Peña Nieto, quien busca imponer a ‘Alito’ Moreno Cárdenas.
José Narro y Ulises Ruiz difundieron mensajes en medios señalando la gravedad de que en la convocatoria emitida por la actual dirigencia a cargo de Claudia Ruiz Massieu Salinas se incluya a los nuevos militantes registrados en lo que va del año, cuyo mayor número se encuentra precisamente donde Moreno tiene más apoyo como son Campeche, Oaxaca y Coahuila.
El exrector de la UNAM advierte en su carta pública que con la publicación de la convocatoria para la elección de la dirigencia del partido lo que debe asegurarse es que el proceso que se organice no se convierta en la mayor simulación de nuestra historia.
Observa que habiendo aprobado el método de votación directa a la militancia que todos aprobaron, ahora se tiene que contar con un instrumento pertinente, un padrón medianamente confiable, que no debe ser otro que el acordado entre los seis aspirantes, la presidenta del CEN y algunos de sus integrantes: el padrón registrado en el INE el 23 de enero pasado, según el cual son más de 6 millones y medio de militantes.
“No vaya a ser que se provoque un problema adicional a los que debemos resolver y que pronto tengamos una crisis producto de nuestra incapacidad para escuchar las razones de la realidad. No sea que caigamos en el error de legalizar la trampa y el acarreo”.
Narro acusa a la Comisión de Procesos Internos de actuar de manera parcial y afirma que “con el mayor de los desaseos se incumplió con el acuerdo alcanzado en la reunión antes señalada”, ya que se pretende incorporar a más de 654 mil personas como nuevos militantes, 488 mil de ellos, es decir casi el 75 por ciento, procedentes de cinco estados: Coahuila, Ciudad de México, Campeche, Oaxaca y Michoacán.
“Los priistas no debemos permitirlo. El Comité Ejecutivo Nacional y quienes los han apoyado son responsables de lo que suceda. El PRI enfrenta el riesgo de convertirse en un satélite del partido del gobierno, en un partido testimonial o marginal. Existe el temor fundado de que, si no se hacen los cambios que se requieren, incluso pueda desaparecer. La esencia y la existencia del PRI están amenazadas”, asegura Narro.
Pide a los participantes en el proceso no usar como trampolín político la dirigencia del partido y los convoca a firmar un pacto para declinar del interés de aparecer en alguna boleta de los procesos electorales de aquí al 2024.
Por su parte, Ulises Ruiz, en el mensaje difundido, asevera que la cúpula no está leyendo bien la situación por la que atraviesa el PRI y como ejemplo cita la derrota de 2018 y las de este año.
Reclama que cuando se creía que las intenciones de la dirigencia surgían de haber escuchado los reclamos del priismo, en virtud de un supuesto interés por conducir una contienda democrática y justa, se emite una convocatoria a todas luces amañada con la finalidad de favorecer al favorito de la cúpula.
“Es la militancia la que ha dejado de apoyar al partido molesta y decepcionada por las decisiones de un grupúsculo rapaz que ha hecho del partido su patrimonio personal y que se resiste a devolverlo a sus dueños”.
Por su parte, en mensaje difundido a través de redes sociales, la exgobernadora de Yucatán reveló que “la dirigencia nacional del PRI ha cedido a las presiones de quienes nos llevaron a la derrota, y pretende utilizar un padrón que claramente favorece al gobernador de Campeche, en lugar del validado por el INE en enero pasado, que había sido un consenso entre todos los aspirantes y la dirigencia, para no correr riesgos jurídicos ni permitir injerencias ajenas al PRI en los procesos de afiliación».