Jorge VEGA AGUILAR
A seis meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la “Austeridad Republicana” desplegada desde el inicio de su administración, ha puesto en riesgo al sistema nacional de salud, que se encuentra al borde del colapso, o en términos médicos en terapia intensiva.
Ello, derivado del despido, hasta ahora, de 50 por ciento de los 47 mil 724 trabajadores de confianza, señala Marco Antonio García Ayala, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud.
Esta situación se generó, luego de que la Secretaría de Hacienda congeló 794 millones 337 mil 423 pesos del presupuesto asignado a 26 institutos, hospitales y centros de alta especialidad.
Hacienda también redujo en 30 por ciento los gastos operativos respecto a los montos aprobados y 50 por ciento los relativos a servicios personales, como viáticos y comidas, además de subcontrataciones de servicios a terceros, como son pruebas de laboratorio, recolección de biológicos infecciosos, químicos y no infecciosos.
La determinación de Hacienda ya afecta la operatividad de 13 institutos nacionales, nueve hospitales de alta especialidad, los centros de Transfusión Sanguínea y de Trasplantes, del Centro Regional de Alta Especialidad en Chiapas y de los Servicios de Atención Psiquiátrica.
El problema, originado por la centralización de recursos ha generado el desabasto superior al 40 por ciento de medicamentos del cuadro básico.
En instituciones del sector salud de entidades como Tamaulipas, Nuevo León, Ciudad de México, Coahuila, Jalisco, Hidalgo, Puebla, Estado de México, Guanajuato, no hay en existencia paracetamol, medicamentos antirretrovirales, oncológicos, y para hipertensión arterial.
El viernes 24 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa “mañanera”, en Palacio Nacional, aseguró que su gobierno, “sólo está ajustando plazas de alto nivel que se crearon en los sexenios anteriores, y sostuvo que no habrá despidos en el sector salud”.
“Sólo se está cortando el copete de privilegios que había, pero no habrá recorte de plazas de trabajadores sindicalizados, eso no va a pasar. El ajuste es de arriba”, afirmó.
El año pasado, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), alertó que “México estaba el borde de una crisis de salud pública”.
En esa ocasión señaló que, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto el presupuesto de la Secretaría de Salud se redujo en un 20 por ciento, medido frente a la inflación.
El IMCO, es un centro de investigación que propone soluciones efectivas a los desafíos más importantes de México, y que no tiene partido ni fines de lucro.
Así, el IMCO detalló que México padece una epidemia de obesidad, y se estima que en 2030 el 40 por ciento de los adultos mexicanos tendrán ese problema, principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas.
Éstas representan 7 de las 10 principales causas de muerte, y las dos más relevantes son diabetes y enfermedades del corazón.
Pero las disposiciones de “congelamiento obligatorio” del presupuesto por parte de Hacienda, cuyo objetivo es concentrar los recursos para compras consolidadas de medicamentos y de insumos a precios accesibles, ya está afectando la operatividad de 13 institutos nacionales, y nueve hospitales de alta especialidad.
Datos de la secretaría de Hacienda, señalan que de acuerdo con el ramo 12 del presupuesto federal, la partida otorgada a las instituciones mencionadas es de 25 mil 780 millones 755 mil 560 pesos, de los cuales 17 mil 945 millones 941 mil 123 pesos están etiquetados para el pago de servicios personales, 6 mil 383 millones 556 mil 313 pesos a gastos de operatividad y mil 451 millones 258 mil 124 pesos se dividen en programas de prevención de embarazo, cáncer y control de obesidad.
Para dar cumplimiento a la “Austeridad Republicana”, Hacienda circuló dos memorandos: uno el 3 de mayo, con el que congeló 339 millones 516 mil 710 pesos, y el segundo, con fecha 15 de mayo, por medio del cual dio a conocer otro congelamiento por 454 millones 820 mil 713 pesos, lo que suma en total 794 millones 337 mil 423 pesos.
Así, ya no habrá personal de confianza ni altos mandos en las delegaciones federales de las dependencias y entidades, y sólo se apoyará en el personal de base.
La decisión del gobierno lopezobradorista de recortar aún más el presupuesto para el sector salud, ha afectado hospitales de alta especialidad, de los que el país siempre se ha enorgullecido.
La situación es grave también en los nosocomios del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que atiende a personal burocrático de todo el país.
El director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, a su vez, asegura que se realiza un diagnóstico de la situación física, capital humano y equipamiento de instalaciones de ese instituto, “para avanzar en la estrategia del Programa Nacional de Salud”.
Mientras, en hospitales y clínicas del ISSSTE, IMSS o de la secretaría de Salud, continúan las largas esperas, suspensión y reprogramación de citas médicas, estudios de laboratorio y cirugías. Según los protocolos, un médico sólo puede atender a 20 pacientes diariamente.
Sin embargo, el presidente López Obrador aseguró que los institutos de alta especialidad, como el de Oncología y Cardiología, en la Ciudad de México, “tienen todo el presupuesto para su operación, y si requieren más recursos se les entregarán”.
Los directores de esos hospitales, advirtieron que los servicios que prestan esos nosocomios están en riesgo ante el recorte de dos mil 300 millones de pesos.
Pero López Obrador minimizó el problema, y dijo que esos institutos son de dimensión mundial, e insistió en que tienen presupuesto suficiente. Señaló que los reclamos “se deben a falta de información”.
Por otra parte, el IMCO, en su diagnóstico de la situación de la salud en el país dio a conocer estadísticas:
“México es el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto bolsillo en salud”.
“El gasto bolsillo en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza”.
“Si una familia promedio tuviera que pagar el total de tratamiento de diabetes, tendría que endeudarse y/o vender su patrimonio”.
“El ingreso perdido por los hogares afectados por enfermedades crónicas, proyectado a 2030, equivale a 7.3 veces el presupuesto de la UNAM”.
En ese esquema, durante muchos años, hospitales e institutos nacionales de salud han contratado a personal médico y de enfermería por honorarios, o mediante la figura de guardias o suplencias para cubrir la demanda de atención, y al cancelar Hacienda esos contratos, se generó también la actual crisis.
Actualmente, en clínicas del IMSS y de la secretaría de Salud, los tiempos de espera son 2.3 y 3 veces mayores que en el sector privado, por lo que, “los mexicanos buscan atención médica en estos, aunque sean más caros y les afecte sus bolsillos”, señala el IMCO.
Agrega que más de 16 millones de mexicanos carecen de algún tipo de protección financiera en salud.
En tanto, López Obrador reconoció que sí hay problemas en el abasto de medicamentos en el sector salud, pero lo atribuyó a “la corrupción que impera en el IMSS e ISSSTE”.
Negó también que haya despidos de médicos y enfermeras por la política de “Austeridad Republicana”, y acusó al “hampa del periodismo” de hacer propaganda para afectar a su gobierno.