El presidente Donald Trump presentó este jueves desde la Casa Blanca su plan migratorio que busca dar prioridad a la educación y los méritos profesionales de los solicitantes frente a los lazos familiares. Sin embargo, no planteó soluciones para los más de 10 millones de inmigrantes indocumentados que están en el país, incluyendo a los dreamers.
«Nuestras políticas han recargado a nuestra economía», dijo el mandatario este jueves al asegurar que su plan beneficiará a las generaciones que están por venir a Estados Unidos y que de ser aprobado será «la envidia del mundo moderno». Enumeró las bases de su propuesta en detener la inmigración «ilegal», resguardar la frontera, y llevar a cabo reformas legales que permitan cerrar las fallas de la legislación y el sistema actual, incluyendo el asilo. Para Trump, el sistema de inmigración es «disfuncional», y alienta a más inmigrantes a cruzar al país y a más traficantes a traerlos.
Dijo además que la incorporación de nueva tecnología permitirá, por ejemplo, detectar la totalidad de la droga que los traficantes intentan ingresar a Estados Unidos.
«Al cerrar las brechas en nuestros aspectos físicos, lo haremos en lo legal», dijo el mandatario al reiterar su petición de ampliar el muro fronterizo con México y aumentar la inversión en infraestructura. «Los estadounidenses pueden tener la seguridad de que con este plan la frontera estará completamente resguardada», agregó.
Sin dar mayores detalles, Trump planteó la posibilidad de que las categorías existentes de la greencard —que se daba a cónyuges y familiares de estadounidenses y que también se lograba por méritos— sean sustituidas por una visa que llamó «Construir América». Sin embargo, dijo que no se reducirá el número de tarjetas verdes que se venía otorgando cada año y que, aseguró, son dadas en mayor número a personas con pocas calificaciones o estudios.
Según Trump, su plan presenta un «claro contraste» frente a lo que quieren sus adversarios: «Los demócratas proponen fronteras abiertas, bajos salarios y francamente un caos sin ley. Nosotros proponemos un plan de inmigración que pone a salvo los salarios de los trabajadores estadounidenses primero», dijo y defendió su propuesta como una de «sentido común» que definió proestadounidenses, protrabajadores y proinmigrantes.
La prioridad: los inmigrantes «más brillantes»
Como ya se sabía, la propuesta del mandatario busca atraer a «los mejores y más brillantes (inmigrantes) de todo el mundo». En cifras, el mandatario aseguró que 66% de los inmigrantes legales que son admitidos en Estados Unidos y tienen greencard es porque tienen un familiar en el país. Aseguró que quiere revertir la tendencia para que quienes ingresen al país en mayor número sean los más calificados y no aquellos con lazos familiares.
«Queremos que los trabajadores y estudiantes excepcionales se queden, crezcan y prosperen en Estados Unidos», dijo al explicar que su plan prioriza el nivel educativo y las habilidades especiales de los solicitantes de beneficios migratorios.
Su plan también contempla un sistema de selección «simple» y por puntos:«Tendrás más puntos por ser un trabajador más joven, lo que significa que contribuirás más con nuestra seguridad social. Tendrás más puntos por tener una habilidad valiosa, una oferta de trabajo, educación avanzada o un plan para generar empleos».
El mandatario recalcó que los solicitantes de cualquier alivio migratorio deberán hablar inglés y pasar un examen de educación cívica antes de ser admitidos al país.
Ya el miércoles la Casa Blanca había adelantado a los medios los puntos que contemplaba la propuesta. Se resumen en protección de la frontera y de los salarios de los estadounidenses sobre el de los extranjeros; en la atracción de los mejores trabajadores; el empleo en industrias críticas y la preservación de los «valores humanitarios» a la hora de decidir los casos de asilo.
Todos fueron mencionados por el mandatario. Y como se esperaba, no planteó soluciones para los inmigrantes indocumentados que se encuentran en el país.