Los salarios en México han tenido un buen desempeño en los primeros cinco meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lo cual ha traído efectos positivos en la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y en el consumo, pero también pueden implicar riesgos para variables como la inflación, en caso de perder de vista otros factores como el desempeño de la productividad.
Las revisiones salariales entre sindicatos y trabajadores, en el ámbito de la jurisdicción federal, han dado como resultado un aumento en promedio mensual de 5.9 por ciento de diciembre de 2018 al pasado abril, el mayor para un mismo periodo desde la administración de Vicente Fox, con base en datos de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS).
“Consideramos que el incremento continúa siendo explicado por el alza al salario mínimo así como por la búsqueda de una recuperación del poder adquisitivo tras dos años con una inflación elevada” explicaron analistas de Banorte en un documento.
Las revisiones salariales, en el primer mes del 2019, se dieron teniendo como marco de referencia el aumento en el salario mínimo general de 16.2 por ciento y el correspondiente al de la frontera norte del país con el 100 por ciento.
La velocidad con la que vienen subiendo los salarios en los primeros meses del 2019 podrían prender los ‘focos amarillos’ para el Banco de México, situación que puede volverlo más cauteloso al momento de evaluar una posible baja en la tasa de referencia.
La perspectiva es que las negociaciones entre sindicatos y empresas, que se llevarán a cabo en el resto del año, den por resultado aumentos en los salarios por arriba de los observado en el 2018.
“En este sentido, es probable que las negociaciones continúen presionadas al alza debido al incremento al salario mínimo, que a pesar de haberse realizado hace poco más de cuatro meses, se sigue incorporando gradualmente” señalaron los analistas de Banorte.